No está de más recordar amigo lector, que aquí en El Círculo  Beatle encontrarás información que NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE MÁS maneja acerca de lo relevante sobre nuestros amados The Beatles, y sobre los factores técnicos, históricos y humanos que los han hecho la banda más importante en la historia.

El día de hoy toca hablar de esos temas que tanto te gustan,  y en éste caso refiriéndome a los instrumentos musicales con los que lograron interpretar todas estas canciones que ya son clásicas y que todos disfrutamos; ésta historia te sorprenderá sin duda.

Si pensamos en las guitarras eléctricas más representativas con las que está identificado John Lennon, sin duda pensaremos en la icónica Rickenbacker 325, que lo acompañó desde las heroicas jornadas de Hamburgo y hasta bien entrado el año 1965, cuando después de probar con algunos modelos Fender y Gibson elige la Epiphone Casino como su guitarra principal hasta el final de la era Beatle. Sus guitarras electroacústicas son otro cantar; la erudición obliga a citar a la Gallotone Champion (de su época The Quarrymen), la emblemática Gibson J-160, que adquirió en conjunto con la de George Harrison– muy visible en los videos de la primera época, incluyendo la película A Hard Day´s Night– la Framus de 12 cuerdas, y una Martin 000-28, de cuerpo tipo dreadnought que fue muy usada desde 1967.

A partir de 1970 se le ve con diferentes modelos y marcas, siendo quizás la más vista la Les Paul Studio. El ostracismo musical que lo envolvió desde 1975 y hasta su regreso oficial a los estudios de grabación en 1980 no nos brinda un panorama de análisis claro en ese aspecto.

Justamente en 1980 es cuando entra en acción nuestra Rara Avis a analizar; entusiasta ferviente de las nuevas tecnologías en instrumentos musicales, John decide adoptar un modelo novedoso y poco convencional, para ser usado en las sesiones de grabación para lo que se convertiría en el esperado comeback Lennoniano: el álbum Double Fantasy.  La guitarra Sardonyx se desarrolló en cantidades pequeñas y con un cuerpo rectangular de madera de Basswood, que se complementaba con intrincada tecnología (tenía switches por todos lados, salida estéreo y monoaural, y pastillas Di Marzio que se podían configurar hasta en ocho voces distintas). Lo más llamativo de este extraño cocktail es que contaba con dos barras estabilizadoras (¿?) de aluminio, las cuales te permitían balancear la guitarra (el que esto escribe se declara incompetente para verle un uso real a esta función), a la vez de colocar la correa o tahalí.

También cabe mencionar que el primer modelo, de 1978, era de escala ¾ (Nota del autor: son guitarras más pequeñas de la longitud del brazo, ideales para niños o principiantes) fue fabricado por el laudero Jeff Levin, y que se construyeron un poco más de 20 ejemplares, ya con la longitud de escala normal. John Lennon tocó una de estas guitarras. Se sabe que Levin construyó también casi una decena de bajos eléctricos con éstas características, que son muy apreciados por los coleccionistas en la actualidad. En adición, tanto The Plasmatics como Heart fueron bandas que experimentaron con su sonido y su extraño look en 1979.

Ya en años más recientes, el técnico curador de guitarras Earnie Bailey, quien trabajó con figuras como Kurt Cobain y Foo Fighters después en su carrera, construyó otras 30 guitarras con la patente de este diseño bajo pedido de coleccionistas. La que perteneció a John se encuentra en poder de la inefable Sra. Ono, y fue una de las dos guitarras favoritas para la grabación del Double Fantasy; les dejo con una muestra del sonido de este instrumento tan versátil como excepcional, esperando que la disfruten.

Woman, John Lennon 

Espero les haya gustado, ¡Hasta la Próxima!

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