Quizá por cuestiones cronológicas, o tal vez por distancias de distinto tipo, la mayoría de los que frecuentamos este sitio no hayamos podido estar en un recital de los muchos que The Beatles brindaron en su corta vida durante la década de los sesenta. Sin embargo, a través del testimonio y del relato de aquellos que sí pudieron estar podamos quizá, acercarnos un poco y vivir a través de ellos algo de esa maravillosa experiencia.

1. Sigourney

The Beatles se presentaron en dos oportunidades en el Hollywood Bowl durante los años de 1964 y 1965. El primero de los conciertos se realizó un 23 de agosto. Se trata de un anfiteatro ubicado en el distrito de Hollywood, Los Angeles, inaugurado en 1922 y con una capacidad cercana a las dieciocho mil localidades.  En esa oportunidad, una muy joven Sigourney Weaver de catorce años de edad se había mudado con su familia por la zona. “Solo recuerdo que estaban muy lejos. Debo haber estado en la última fila. Estaba rodeado de todas estas chicas que lloraban y gritaban. Fue ridículo. Pero estaba tan emocionada que de vez en cuando decía: ‘¡Joooooooooohn!. Estaba enamorada de John. Había elegido mi vestido porque seguramente él podría verme de entre otras quince mil chicas. Era la sensación musical que todas las chicas amábamos alrededor del mundo”. En el año 2015 le confesó al presentador de la televisión británica Jonathan Ross que no podía entender por qué algunos fanáticos estaban llorando. “Su música es tan feliz y alegre”.

 2. Kitty

El 11 de septiembre de 1964, brindan un concierto en el  Gator Bowl de  Jacksonville, Florida. Llegaban en medio de disturbios debido a la segregación racial que cada vez se hacía más fuerte en el sur de los Estados Unidos, y a la reacción del Movimiento por los derechos civiles. En ese contexto se había puesto en duda que The Beatles pudieran presentarse en Jacksonville. Las autoridades pensaban segregar a las personas en el concierto. “No nos gusta la segregación racial –afirmó Paul McCartney– me parece una locura. Sería una locura segregar a las personas porque eso es algo estúpido, No se puede tratar a las personas como animales. No hay segregación en los conciertos, y si la hubiera, no tocaríamos”. La afirmación parecía contundente y era una decisión de los cuatro. “Era mi primer concierto y fui sola”, recuerda Kitty Oliver, hoy Doctora en Historia. Y prosigue: “El único momento de tensión fue cuando iba hacia mi asiento y estaba rodeada por toda esa gente. Estaba rodeada por gente blanca pero todos estábamos juntos de pie, gritando fuerte y cantando al mismo tiempo. Esa fue la primera vez que estaba rodeada por gente que era diferente, y por un momento las diferencias desaparecieron”.

3. Gino y Rosi

En el mes de julio de 1965 The Beatles se presentaron en España donde realizaron conciertos en dos ciudades: Madrid y Barcelona. El contexto social y político no parecía ser el más adecuado. Para  Francisco Franco, dictador en el poder, todo aquello que significase rebelión, descontento o pelo largo no era muy bien visto. La crónica da cuenta de las hostilidades y las férreas guardias de los “grises” que no permitían a los fans acercarse a sus ídolos. Luego, el precio de las entradas para los conciertos era exorbitante. “El concierto del 2 de julio en Madrid se realizó ante una plaza de toros semivacía. Mucha gente quedó afuera presa de los controles y las detenciones. Gino Pérez debió correr para que la policía no le dejara sin poder entrar: “Me incorporé y ya había perdido a mis amigos, así que corrí  (…) Un montón de jóvenes habían subido un seiscientos a la acera y sobre él estaban montando otro para poder subirse, saltar el muro y colarse”. Rosi Tasso, estaba embarazada y asistió con su marido: “es más que probable que fuese la única loca que en esas condiciones”. Y recuerda el final del concierto: “La gente salía tranquilamente pero la policía cargó sobre nosotros”. Ella se metió en el hueco de un árbol para proteger su barriga de los golpes mientras su marido la cubría. “Por un momento pensé: ‘¿Dónde te has metido?, ¿por qué has venido?, vas a perder a tu hijo”. Ahora lo recuerda con orgullo: ella estuvo allí y su hijo es un seguidor de The Beatles. En el monumental de Madrid abrieron con “Twist and shout” y cerraron con “Long Tall Sally”. No hubo bises. La cantidad de fuerzas de seguridad casi superaban a los espectadores. Paul McCartney dirá años después a la prensa que: “Lo que recuerdo es que los fans de verdad, que eran los que no tenían dinero, estaban fuera de la plaza de toros y la gente de dentro eran los ricos. Así que no disfrutamos mucho del concierto, hubiéramos preferido tocar para los de fuera”. Ya en Barcelona, el clima cambió y tocaron frente a una plaza colmada de público.

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4. Whoppi

The Beatles se presentan por primera vez en el Shea Stadium (estadio de béisbol, antiguo escenario de los Mets) de Nueva York, el 15 de agosto de 1965. Será el primer evento de esas características que realiza un grupo de música popular. Cincuenta y cinco mil entradas vendidas. Durante esa gira habían tocado en distintos estadios, pero ninguno con semejante convocatoria. Las tribunas se encontraban colmadas por miles de fans que gritaban, aullaban y se abalanzaban sobre los enrejados que los separaban del campo. El sonido resulta precario y retransmitido por los parlantes del estadio por lo que es prácticamente imposible escucharlo ante el ensordecedor y constante griterío.

“Cuando anunciaron el concierto le pregunté a mi madre si podíamos ir. Me dijo: No tenemos dinero para eso. Entonces, no lo sé cómo lo hizo, pero consiguió dos boletos. Y no me lo dijo”. Quien recuerda con emoción ese momento es la actriz norteamericana Whopi Goldberg, en el film documental Eight days a week: The touring years (Ron Howard, 2016). Por ese entonces Whoppi contaba con diez años de edad.  “Ella me dijo debemos irnos. Le pregunté ¿a dónde?. Te diré cuando lleguemos. Tomamos el tren y yo no presté atención. Nos levantamos y le pregunté: ¿A dónde estamos? Ella dijo: Estamos en el estadio Shea. ¿Por qué?, dije. Ella me mostró los boletos. Sólo recuerdo que mi cabeza hizo ¡Pufff! Fue como una revelación. Cuando eres pequeño no puedes comprender algo así, pero todo mi mundo se iluminó. De pronto sentí que podía ser amiga de Los Beatles. Y soy de color. La gente me preguntaba: ¿Quieres ser blanca? ¿Por qué te gustan esos chicos? Nunca los vi como unos chicos blancos o de color. Eran Los Beatles; ellos no tenían color. Y eran tan increíbles. Los Beatles me daban la idea de que todo el mundo era bienvenido. Si no eras el más popular, no importaba; podías ser admirador de Los Beatles y eso me gustaba. Me ayudo para llegar a ser lo que soy ahora. Puedo ser lo que yo quiero y eso está bien. Eso lo aprendí específicamente de ellos”.

5. David

David Lebón, músico argentino (Pappo´s blues, Pescado rabioso y Serú Girán, entre otros) residía por esos días en Nueva York. “Tenía 11 o 12 años. Ya amaba a The Beatles. Escuché el primer tema de ellos en el ´62 cuando estábamos viajando a Estados Unidos en el barco con mi madre. Escuchamos el primer simple y vi la fotito de los cuatro con el flequillito y le dije a mi mamá: “no sé lo que es pero yo quiero ser esto”. Me pasó lo mismo que le pasó a todo el mundo: lloraba, me volvía loco… Y recuerdo que el concierto me dio mucho miedo porque eran puros gritos y agudos, y mucha policía. No se escuchaba nada. Había cuatro tipitos que se los veía en miniatura. Ringo se daba vuelta la batería él solo. El sonido eran dos columnas por lado y no se escuchaba nada. Ellos mismos me parece que nunca entendieron qué pasó. En Estados Unidos nadie daba mucho por ellos y se encontraron con esa histeria infernal”.

6. Meryl

En ese mismo concierto, una joven de unos diecisiete años escondida detrás de una gorra, se encuentra entre la multitud. Es retratada por azar por uno de los innumerables reporteros que buscaban captar las escenas de histeria en las tribunas. Meryl Streep, recuerda hoy que ese fue el inicio de un romance con los de Liverpool que sigue hasta la actualidad. La vida le deparará algunos encuentros más cercanos con sus ídolos, ya no desde las tribunas como en agosto de 1965. En 1990 será la encargada de entregar el premio Grammy a la trayectoria en mano al mismísimo Paul McCartney. Y en 2013 viajará a los míticos estudios londinenses de Abbey road para participar, junto a otros famosos, de la grabación del video de “Quennie eye”, canción que formará parte del disco New de McCartney.

Referencias:

-Beatles en España: Algunos de estos hechos quedaron registrados en el documental ¡Qué vienen Los Beatles! (Pedro Costa, RTVE, 1995).
-Los testimonios de Sigourney Weaver y Whoppi Goldberg fueron transcriptos del film documental Eight days a week. The touring years (Ron Howard, 2016).
-Testimonio de David Lebón: “David Lebón: Y además vi a los Beatles”, en Recordplay.com. En línea: http://www.recorplay.com/david-lebon-y-ademas-vi-los-beatles

 

Bernardo Suárez
Buenos Aires, 27 de marzo de 2022.

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