“…well my mind is going through so many changes…”

Buddy Miles, 1970

Estamos ante el inicio de una nueva década, la cual espero que sea excelente para todos nosotros. Felicidades a los que seguimos vivos para ver qué nos trae de nuevo. Pregunta seria dirigida a todos los que estamos en el quinto piso y más allá, ¿No les ha pasado que hacen un alto en el camino y se ponen a reflexionar como ha cambiado todo en lo que consideramos tan poco tiempo?

Y no es que no nos hayamos dado cuenta del paso real del tiempo, nada de eso. Más bien, es que nos ha tocado realmente vivir a los de mi generación cambios – a veces muy radicales- en nuestros conceptos de vida de cuando éramos niños a nuestra adultez inmediata, en donde muchos de nuestros valores cotidianos se fueron muchísimo a… la quinta dimensión , o algún otro grupo de los sesenta.

La corrección política imperante en nuestros días ha transformado nuestras formas de expresarnos a límites inimaginables en los años sesenta, por citar un lapso, ni que decir para las personas que nacieron en los años anteriores; sin entrar en juicios de valor sobre si está bien o no el auto censurarse al hablar u opinar sobre ciertas condiciones o puntos de vista personales, será bueno recordar que antes se tenía una franqueza rayana en la grosería sobre estos temas y que lo que opinaran las mayorías era lo que se hacía y se respetaba.

Uno de los aspectos por lo que viene a cuenta todo el rollo anterior, es el breve y sustancioso análisis de letras de canciones populares de aquellos días que eran tomadas con la mayor normalidad dado que reflejaban la situación imperante de aquellos días y que hoy serían satanizadas y proscritas por esta sociedad actual a la que todo le ofende. ¿Me acompañan a darle una revisada?

Wives and Lovers, Jack Jones, 1963

Esta grabación contó con muchos de los ingredientes para ser un éxito en el año de su lanzamiento; una de las voces más populares de los cincuenta y sesenta, el talento en los arreglos y composición de Burt Bacharach, varias versiones simultáneas con artistas de renombre como Connie Francis y Dionne Warwick, y la distribución de la importante disquera (en esos días) Kapp Records. ¿Qué habría de malo o diferente en todo esto?

Bien, pues echémosle un ojo a la letra:

Hey, little girl
Comb your hair, fix your make-up
Soon he will open the door
Don’t think because
There’s a ring on your finger
You needn’t try any more

For wives should always be lovers, too
Run to his arms the moment he comes home to you
I’m warning you

Day after day
There are girls at the office
And men will always be men
Don’t send him off
With your hair still in curlers
You may not see him again

For wives should always be lovers, too
Run to his arms the moment he comes home to you
He’s almost here

Hey, little girl
Better wear something pretty
Something you’d wear to go to the city
And dim all the lights
Pour the wine, start the music
Time to get ready for love

Quizás desde la comodidad cínica de ser hombre, te podría contar amigo lector que esto estaba muy bien y que así deberían ser las cosas; finalmente, así era la vida en aquellos días tan excelentemente recreados por series de TV como Mad Men. Pero intentando ser empáticos con el género femenino actual, lo mínimo que nos hubiéramos merecido al gustar de esta canción era que nos mentaran la madre. Sin embargo, 1963 es un año ya muy lejano y hasta las mujeres de esos tiempos podrían estar resignadas a que ese era su destino, atender y mimar a su hombre, quien volvía de la oficina – donde veía otras mujeres en vestido y tacones- y que ni se le ocurriera recibirlo en tubos, válgame María.

No obstante lo anterior, hasta las belicosas mujeres norteamericanas de los sesenta aceptaban de buen grado el mensaje. Pero quizás no por mucho tiempo.

For The Love Of Him, Bobby Martin, 1970

Al igual que en el caso anterior, una excelente intérprete y grabación-arreglo impecables le dieron a esta agraciada cantante un éxito en el Top 40 norteamericano y un status de One-Hit Wonder muy bien ganado. Y de igual manera, el análisis de la letra de la canción nos revelará cosas interesantes, añoradas por muchos (me incluyo) pero que reflejaban la contraparte femenina sobre del trato al hombre. Y dice:

When he opens the door says “I’m home”
Be aware of the look in his eyes
They tell you the mood he’s in
What kind of day it’s been
For the love of him
Make it your reason for living
Give all the love you can give him
All the love you can

There’ll be times when he won’t say a word
And you wonder if it’s something you said
The gentle touch of your hand
Tell him you understand
For the love of him
Make it your reason for living
Give all the love you can give him
All the love you can

Little things he forgets to do
Have you told him today I love you
When he reaches out be there
Show him that someone cares

He’s a man and a man has to try
Let him run, let him fall, let him cry
His world won’t fall apart
If you take him into your heart

Cualquier avispado lector hombre me podrá decir algo en lo que estaría 100% de acuerdo: que en la historia de la canción moderna hay un predominio casi totalitario de rolas de amor escritas por hombres hacia mujeres en donde les decimos de maneras rimbombantes, románticas y hasta empalagosas todo lo que significan líricamente para nosotros. Aquí lo interesante es que la misma Martin escribe esta letra (y su productor Henry Jerome la música, bajo el seudónimo Al Mortimer), para enojo de los miembros femeninos del POW –decir miembras sería una estupidez; eso del lenguaje quesque inclusivo es ridículo en mi opinión, además de poco práctico- y de un montón de enardecidas damas que andaban quemando sus brassieres en manifestaciones en Norteamérica, quienes agarraron de encargo a Martin por andar cantando canciones tan machistas, ¿tenía algo de malo, digo yo?

Como en todo en la vida, los extremos son, han sido y serán malos.Hay cosas exclusivas de mujeres, así como hay cosas exclusivas de hombres, no todo tiene que ser igual para todos en nuestra existencia; sería curioso comprobar que como hombres criticáramos, persiguiéramos y condenáramos a alguien, por ejemplo Roberto Cantoral o Agustín Lara por componer rolas como reloj no marques las horas o María Bonita, por dedicarlas a enaltecer a la mujer o declararlas feministas. Así de absurdo.

You Don´t Own Me, Lesley Gore, 1963

John Madara y Dave White, (de la fama de At The Hop de Danny & The Juniors, primer lugar del Billboard en 1957) entre otras rolas, escribieron esta canción seguramente sin saber que estaban creando un himno norteamericano que quedaría para la posteridad.

Parecía poco plausible que una cantante adolescente para 1963, conocida por dos éxitos llamados It’s My Party y su pegajosa continuación Judy´s Turn To Cry, fuera tomada en serio y pudiera cantar una declaración de principios tan osada para esos días. Ambos compositores declararon después para la fundación American Anthem que la idea era reflejar el sentimiento que les provocó ver el inhumano trato que se le seguía dando a la población afro-americana (negra, pues) en el sur estadounidense, pero bien visto me suena a querer quedar bien con su público; es muy claro el mensaje que se quiso dar y que refleja la letra de la rola. Para demostrarlo:

You don’t own me, I’m not just one of your many toys
You don’t own me, don’t say I can’t go with other boys

And don’t tell me what to do
And don’t tell me what to say
And please when I go out with you
Don’t put me on display, ‘cause
You don’t own me, don’t try to change me in any way
You don’t own me, don’t tie me down ‘cause I’d never stay

Oh, I don’t tell you what to say
I don’t tell you what to do
So just let me be myself
That’s all I ask of you
I’m young and I love to be young
I’m free and I love to be free
To live my life the way I want
To say and do whatever I please

And don’t tell me what to do
Oh… don’t tell me what to say
And please, when I go out with you
Don’t put me on display

I don’t tell you what to say
Oh-h-h-h don’t tell you what to do
So just let me be myself
That’s all I ask of you
I’m young and I love to be young
I’m free and I love to be free
To live my life the way I want

 Era y es una protesta feminista. Ni más ni menos.

Lesley Gore vivió un período de tres años más en el candelero de las listas de popularidad, pero sobre todo, se reafirmó como una intérprete seria y exitosa, que lamentablemente vió su carrera musical terminada a los 21 años de edad por decisión propia. De ahí vivió un período de perfil bajo, ocasionalmente apareciendo en revivals rocanroleros y dedicándose a escribir un par de libros, una rola para el soundtrack de la película Fame y al apoyo de causas feministas.

La canción también le da nombre al libro biográfico de Lesley escrito por Trevor Tolliver, You Don´t Own Me: The Life And Times Of Lesley Gore, en donde entre otras cosas habla del trato tiránico que recibió en programas musicales como American Bandstand y Shindig, según ella por haberse atrevido a rebelarse contra la opresión masculina imperante en los medios de la época. Como era de esperarse, se declara lesbiana en 2005, presentando a su pareja Lois Sasson en público en un documental de la PBS.

Lesley Sue Goldstein, su nombre real, falleció de cáncer pulmonar el 16 de febrero de 2016, dejando un buen número de canciones exitosas y populares a su paso. Y esta rola ha trascendido como un estandarte de causas feministas a lo largo del tiempo, utilizándose incluso de forma fársica como parte del soundtrack de la película The First Wives Club. Amigo lector, como siempre tu opinión será la más acertada al respecto, la mía la comentaré en un artículo editorial posterior.

Revisé junto con ustedes un trío de canciones que parecen inocuas, que son hasta agradables a primera escucha y que forman parte del catálogo de oro de la nostalgia del Top 40 del pasado, pero habremos notado que en sus mensajes existió el gérmen de movimientos sociales que con sus ventajas y beneficios, pero sobre todo con excesos criticables el día de hoy forman parte de nuestra cotidianeidad.

Será de mucho interés para un servidor que me hagan llegar sus opiniones- se valen de todas, que conste- sobre el tema tratado, si consideran interesante el detallarlo abarcando otros campos (hoy me enfoqué un poco más sobre el machismo y una primera y tímida respuesta) y si consideran junto con un servidor que debemos conocer como fueron los tiempos anteriores, para entender más a cabalidad y de una mejor manera nuestro tiempo presente.

Espero que les haya gustado, ¡hasta la próxima!

“…en gustos se rompen géneros y hasta madres…”

Anónimo

 

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