La carrera musical de Nick Cave ha sido una constante de cambios, de exploración de melodías y estilos que le han generado una evolución artística, en donde junto a su grupo The Bad Seeds mantiene un sitio privilegiado dentro del rock. Muchas veces Cave ha logrado entregarnos obras que nos llevan de lo espiritual a lo terrenal de un corte a otro, en donde sus conceptos de religiosidad se mezclan con lo mundano y podemos reconocer en él su intelectualidad en donde hace referencias a la misma Biblia así como a autores como Emily Dickinson, Robert Burton, Vladimir Nabokov, Anton Chekhov y Jim Thompson, entre otros.

El grupo The Bad Seeds se formó en Melbourne, Australia , en 1983 cuando Nick Cave y el multi instrumentista Mick Harvey y el guitarrista Blixa Bargeld dejaron al grupo de punk llamado The Birthday Party (previamente con el nombre de The Boys Next Door), en donde también se encontraban el guitarrista Roland S. Howard, el bajista Tracy Pew y el baterista Phill Calvert, para iniciar el proyecto que se convertiría en Nick Cave and The Bad Seeds. Después de algún tiempo, en donde hubo cambio de sedes (de Australia a Inglaterra y viceversa) y de miembros del grupo, se publicó su primer álbum, From Her To Eternity (1984), con esto lograron alcanzar el lugar 40 en los charts británicos, convirtiéndose en una banda de culto que poco a poco fue conquistando un público más amplio e internacional, sin jamás ser grandes vendedores de discos.

En la década de los noventa se unió a The Bad Seeds el músico australiano Warren Ellis, quien fue un eslabón importante para el grupo. Ellis ha sido un miembro valioso que complementa el talento de Cave, tanto con Bad Seeds, con la banda  Grinderman y en otros proyectos alternos que incluyen bandas sonoras de filmes importantes como Hell Or Highwater (David Mackenzie,2016), The Assassination Of Jesse James By The Coward Robert Ford (Andrew Dominik, 2007), la película escrita por Nick Cave, The Proposition (John Hillcoat, 2005) y muchas más que han sido nominadas o ganadoras en diversas premiaciones.

Pero las tragedias nublaron la vida de Nick Cave, primeramente en 2015 cuando su hijo de 15 años, Arthur, murió al caer por un acantilado cerca de su casa en Brighton. Después de la muerte de Arthur, el artista, junto a The Bad Seeds, publicó los álbumes Skeleton Tree (2016) y Ghosteen (2019), en donde reflejó el dolor por la tragedia que vivió como padre. En una entrevista en 2017 expresó: “Siempre quise hacer cosas hermosas, pero al mismo tiempo se trata de no querer ser víctima de lo que le pasó a Arthur, no querer quedar paralizado por el resto de mi vida. Y, por supuesto, querer mostrarle a Earl (el hermano gemelo de Arthur) la mejor manera de sobrevivir a esto. Teníamos que mantener la calma por él y no dejar que sintiera miedo de perder a sus padres”.

No obstante el destino le tenía preparado otro infortunado hecho al músico cuando otro de sus hijos, Jethro Lanzeby, falleció en el 2022 a la edad de 31 años, dos días después de salir de prisión, acusado de violencia en contra de su madre. Además se sumó a esto, en el 2021, la muerte de su expareja, la cantante y compositora, Anita Lane (también parte de The Birthday Party y coautora de varios temas dentro de la discografía de Cave). Ahora Nick Cave and The Bad Seeds han lanzado un álbum que continúa con la exploración de la religiosidad y la fragilidad del ser humano, a lo largo de 10 canciones que nos cuentan  historias de fe, duda, optimismo y redención, llamado Wild God (2024).

Al momento de presentar el disco, Cave declaró que “los discos reflejan el estado emocional de los compositores y músicos que los interpretaron”. Además agregó: “Espero que el álbum tenga el mismo efecto en los oyentes que tuvo en mí. Es un disco complicado, pero también es contagioso, profunda y alegremente. Al escuchar esto, no sé, parece que estamos felices. Wild God… no hay que andarse con rodeos con este disco. Cuando pega, pega. Te eleva. Te conmueve. Eso es lo que me encanta de él“.

 

Wild God, producido por la dupla Cave/Ellis, inicia con The Song Of The Lake, una bella historia en donde un anciano observa a una mujer bañándose en un lago, una visión que puede evaporarse de un momento a otro. Una letra que hace referencia a la cultura popular que retoma una parte de la canción infantil  Humpty Dumpty (“Porque todos los caballos del rey y todos los hombres del rey no pudieron volver a juntarnos”). Una bella melodía que se fortalece con los coros dirigidos por Wendi Rose. Por su parte Wild God, segundo corte, nos habla de un personaje conocido como Dios Salvaje, que busca quien crea en él y se encuentra con diferentes seres y situaciones, una explosión sonora que se rodea de los sintetizadores de Ellis y le dan un toque melancólico que seguirá en temas como Joy (“Me desperté esta mañana con la cabeza llena de tristeza. Me sentí como si alguien de mi familia estuviera muerto”).

No sólo podemos tomar cada canción como historias que nos llevan por diferentes estados de ánimo, estamos ante la tercera parte de una trilogía que inició con The Skeleton Tree y siguió con Ghosteen, pero ahora es mucho más optimista en donde se ha podido, en parte, exorcizar el dolor. En los temas Final Rescue Attemp y Conversation se enlazan las historias, primero al conocer a un personaje que declara su amor a una mujer por ser una salvadora y después expresar: “Nunca te había visto tan hermosa”. Mientras que la parte espiritual se muestra en Frogs, en donde un hombre entra a la iglesia, en un domingo en la mañana con toda devoción y alegría (“Bajo la lluvia del domingo. Métete en mi abrigo bajo la lluvia del domingo. Las ranas saltan en las canaletas. Uh, saltando hacia Dios, asombradas del amor y asombradas del dolor. Asombradas de estar de nuevo en el agua“), con respecto a este tema Cave comentó: “La pura exuberancia de una canción como ‘Frogs’ simplemente me pone una gran sonrisa en la cara”.

Por su parte, Long Dark Night, está inspirada en el poema, Noche Más Oscura del Alma, del sacerdote católico español, del siglo XVI, San Juan de la Cruz. El músico la describe como “una hermosa melodía country”. La canción más personal del disco quizá sea O Wow O Wow (How Wonderful She Is), un hermoso tema dedicado a su finada exnovia Anita Lane, con quien coescribió varias canciones entre finales de la década de los setenta y parte de los ochenta. De una forma emotiva el corte termina con unas declaraciones de la misma Lane, que no dejan de ser todo un momento poético en un álbum que nos llena de esperanza en los momentos más oscuros:

“¿Recuerdas que solíamos divertirnos mucho, mucho?
Porque estábamos solos, jugando, muy relajados, sin presión. Supongo que así es como inventábamos canciones.
Recuerdo que estábamos en la cama y luego imaginamos a alguien arriba.
Ni siquiera sé si escuchamos pasos o imaginamos pasos y luego imaginamos la historia.
Eso fue en ese pequeño lugar frente a la prisión de Brixton.
Ni siquiera me di cuenta de que no todos eran así.
Intentamos escribir un contrato de amor.
Pero solo llegamos hasta la frontera.
Nunca había palabras en él.
Lo que pensé que decía mucho más que cualquier otra cosa”.

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