Miguel Ríos ha recorrido un largo camino dentro de la historia del rock español. A sus 77 años, el originario de Granada, siempre nos ha demostrado su pasión por el género musical que conoció e influyó cuando era un joven. Después saltó a la fama, durante el franquismo, como Mike Ríos El Rey del Twist en donde consiguió éxitos, en la década de los sesenta, con Extended Plays (EPs) que incluyeron temas como Pera Madura, Locomotion y El Anillito. También participó con grupos entre ellos Los Relámpagos con quienes publicó canciones como Popotitos, Spanish Twist y la agrupación Los Sonor con los cuales logro éxitos con los temas Oh Mi Señor,Drip Drop y Bailando Surfing, pero además ha experimentado en diversos estilos como Big Band, asimismo ha colaborado con músicos importantes de la Península Ibérica como Víctor Manuel, Ana Belén, Joan Manuel Serrat y figuras del rock latinoamericano en las que contamos a Fito Páez, Charly García y Alejandro Lora entre muchos más.
Por su parte sus álbumes se han convertido en clásicos y referentes del rock en el idioma español. Desde su primer obra Mira Hacia Ti (1969) que incluía temas como El Río o la rockera Yo sólo Soy un Hombre, Miguel Rios nos entregó discos entrañables como La Huerta Atómica (1976), Los Viejos Roqueros Nunca Mueren (1979), el grabado en directo Rock & Ríos (1982), La Encrucijada (1984), El año del Cometa (1986) y 60 Mp3 (2004). Ni que decir del gran éxito que consiguió con el tema Himno a la Alegría en 1969, basada en la Novena Sinfonía de Beethoven, que en su versión en inglés se colocó en el lugar 14 del listado Billboard en los Estados Unidos. Los que hemos tenido la oportunidad de verlo en vivo hemos sido testigos presenciales de su calidad como artista arriba de un escenario. En México él ha ofrecido varios recitales en distintos años, uno de los más recordados (por todos lo que pudimos asistir y soportar estoicamente una tarde-noche lluviosa) sin duda fue el de La Plaza de Toros México en abril de 1988, en donde el músico promovía su álbum El Año del Cometa.
En este siglo XXI, Miguel Ríos solamente había publicado dos discos de estudio el primero en el año del 2004, 60 Mp3 producido por John Parsons y el segundo en 2008, Solo o en Compañía de Otros bajo la producción de José Nortes. Además el cantante había anunciado su presunto retiro con una gira de la cual se desprendió el disco Bye Bye Rios (2010) y todavía nos ofreció un álbum sinfónico, Symphonic Ríos (2018). Pero después de más de 12 años Miguel Ríos nos ha sorprendido, en tiempos “casi” postpandémicos, con la publicación de un nuevo álbum titulado Un Largo Tiempo, una obra con letras reflexivas e intimistas, en donde crea paisajes melancólicos con arreglos completamente acústicos interpretados por el grupo Black Betty Trío, integrado por el productor del álbum José Nortes (quien también trabajó en el anterior de 2008), Luis Prado y Edu Ortega, quienes tocan el piano, las guitarras acústicas, el violín, la steel guitar, la mandolina y demás arreglos de cuerdas, aquí curiosamente brilla por su ausencia la batería.
En una entrevista publicada por el portal Secretolivo, el cantante afirmó con respecto al estilo del álbum: “Siento que con este formato acústico vamos a disfrutar. En los ensayos estamos descubriendo una forma nueva de comunicar en mi carrera, cosa que no es fácil cuando llevas sesenta años en el oficio. Para la guitarra siempre he sido un negado. Mi falta de independencia motora es lamentable. Pero con los Black Betty tengo un poco de espacio para rasgar la guitarra acústica. Y sí, tengo nervios. Siempre se tienen. Al menos yo. En eso consiste la adicción”.
Un Largo Tiempo nos presenta una colección de diez cortes de los cuales ocho son temas originales y dos de ellos covers. El álbum abre con el blues llamado Memphis-Granada, en donde Miguel Ríos hace un recuento de su carrera dentro de la música estando bajo el régimen de Francisco Franco (España era un país donde la tradición aplastó a la juventud por orden del dictador) pero el escuchar rock and roll en la voz de Elvis Presley le dio un respiro (Desde Memphis a Granada, libertad y rocanrol), esta letra autobiográfica nos recuerda a lo que nos narraba en el tema Todo se lo Debo al Rocanrol de disco El Año del Cometa, en cual agradecía por permanecer 25 años en la música, ahora con sus 77 años se ha vuelto más reflexivo, finalmente la piel se arruga pero el espíritu permanece joven.
El segunda tema, Que Salgan los Clowns, cover a Send Me The Clown de Stephen Sondheim interpretada por muchos artistas como Frank Sinatra y Sarah Vaugham, es la melancolía total, Miguel Ríos se envuelve en la atmósfera de la canción y nos estremece al escucharla (Triste Final para un amor, yo que quería triunfar y tú soñar. Que salgan los clowns que nos hagan reír). El músico también es consciente de su edad y lo refleja en la historia de una mujer llamada Ana, quien con una vida espartana y una taza de café disfruta ver el amanecer, en el tema El Blues de la Tercera Edad. Aquí Miguel Rios ha declarado en entrevistas que esas personas de la tercera edad fueron esos jóvenes insurrectos en los sesenta que fincaron las libertades sociales, artísticas y de expresión de las cuales hoy gozamos y ahora como adultos mayores viven en la soledad pero mantienen su espíritu combativo (En su corazón suena el blues de la tercera edad, un sutil aguijón de nostalgia llamado soledad. Ana da gracias a la vida porque hasta el final de la partida le quedan sueños por soñar).
En la Estirpe de Caín, Miguel Ríos no es ajeno al momento de aislamiento que se ha vivido con la pandemia del virus Covid-19 en el año veinte del tercer milenio. Una canción con ese estilo folk que se adorna con las figuras hechas con el violín y la mandolina tocadas por Edu Ortega y la guitarra principal de José Nortes. La letra de la canción no es optimista porque afirma que el linaje del bíblico Caín sale a relucir entre los seres humanos, muchas veces egoístas, que no vemos por nuestros hermanos y los dejamos a su suerte (Mes de abril, creció el desasosiego, la primavera se estrelló en un hospital. En la sociedad del riesgo triunfa la desigualdad. Los héroes cotidianos quieren respirar. Y la estirpe de Caín siembra la cizaña entre el maíz incendia el polvorín, arde el planeta). En la plática con Secretolivo explica: “La Estirpe de Caín es la crónica musicada (sic) de lo que estaba viendo en vivo y en directo. Ahí no hay adivinación sino desolación. Los estilos musicales son sólo carcasas que la conciencia rellena según la ideología del individuo. Hay rockeros insurgentes y rockeros complacientes”.
En Para Que Yo me Llame Ángel González, Miguel Ríos musicaliza precisamente ese poema de Ángel González, algo que ya había hecho con En Donde Pongo la Vida, del disco Solo o en Compañía de otros. Miguel Ríos asegura que “Para que yo me llame Ángel González es uno de sus poemas más hermosos y representativos, no sólo de él, sino del ser humano, por eso estará siempre vigente. Estoy muy agradecido a Susana Rivera, su viuda, por autorizarnos a convertir en canción ese poema tan emblemático”.
El mito de los pactos luciferinos para lograr el éxito se encuentra en la canción Cruce de Caminos, ese crossroad en el que Robert Johnson se convirtió en uno de los mejores guitarristas de blues. El personaje de la canción firma el contrato para de repente cantar al lado de Ray Charles y unas coristas turgentes (Carajo como me mola este trabajo aunque apeste a azufre). Por San Juan y en Esplendor en la Hierba son un par de bellas melodías con estupendos arreglos de cuerdas que nos llevan por su cadencia rítmica. A Contra Ley es un track que tiene un estilo Country y con las más pura tradición “ballad” norteamericana nos narra la vida forajida de Jesse James. El disco cierra con un cover a la canción de Pearl Jam escrita por Eddie Veder, Come Then Goes de su obra Gigaton (2020), titulada Viene y Luego Va. Miguel Ríos comentó de esta canción en el portal Secretolivo: “Parece que Mister Vedder es un tipo muy espiritual, además de uno de los mejores cantantes de rock del planeta. Comes then goes’ es un tema algo críptico que me sedujo a primera escucha. Que en el título original cupiera su traducción literal en castellano, y que encajara sin fórceps en el corsé de las tres sílabas originales mi -Viene y luego va- además de su prodigiosa melodía, fue lo que me decidió a adaptar su texto que, como ya he dicho, es bastante original”.
Los viejos roqueros nunca mueren y aunque dejen pasar un Largo Tiempo regresan como el ave fénix de la imaginación, Miguel Ríos se encumbra como una de las grandes figuras del rock español y además anunció una nueva gira que comenzará el 19 de junio en Marbella, la cual esperamos podamos ver y disfrutar de esta leyenda de la música.
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