David Bowie es uno de los grandes artistas que ha dado el rock. Bowie se atrevió a experimentar con su música a lo largo de toda su carrera en donde recorrió desde el movimiento Swinging London, folk, glam rock, soul, blues, rhythm and blues, punk, new wave, industrial y demás géneros musicales, con los cuales creó un sincretismo sonoro que lo llevó a estar siempre a la vanguardia y ser influencia en jóvenes músicos. La discografía de David Bowie nos dejó grandes clásicos tales como The Rise and Fall Of Ziggy Stardust and The Spiders From Mars (1972), Aladdin Sane (1973), el álbum de covers Pin Ups (1973), Young Americans (1975), Low (1977), Heroes (1977), Let´s Dance (1983), Next Day (2013) y Blackstar (2016), entre muchos otros.

Después de su muerte, ocurrida el 10 de enero del 2016, han aparecido varias joyas discográficas póstumas, las cuales se pueden disfrutar tanto en formatos físicos como digitales, luego de que los herederos del artista vendieron su catálogo musical, a la empresa Warner Brothers, por la cantidad de 250 millones de dólares. De hecho podemos hallar varios conciertos, así como remixes, de Bowie que habían permanecido inéditos como Cracked Actor: Live Los Angeles 1974, Welcome To The Blackout: Live London 1978, Glass Spider: Live in Montreal 1987 y varios más. Hace unos meses atrás, en el mes de noviembre del 2021, se publicó una caja de lujo, titulada Brilliant Adventure (1992-2001) la cual recopiló los trabajos musicales de la década de los noventa hasta llegar a la parte inicial del nuevo milenio. Entre álbumes como Black Tie White Noise (1993), 1. Outside (1995), Earthling (1997) y Hours (1999), se incluyó un disco que solamente se conocía a través de ediciones bootleg, el famoso álbum Toy.

Al igual que algunos discos que se grabaron pero no se publicaron en su momento, como el caso de la obra Black Album de Prince o The Ties That Bind (la primera versión de lo que saldría tiempo después como The River) de Bruce Springsteen, que tuvieron que pasar varios años para que vieran la luz de manera oficial (aunque también se conocieron gracias a sus placas piratas), ya sea individual o como parte de un Boxset. Con Toy (2001), hubo problemas con las empresas discográficas, porque en este álbum, David Bowie realizó nuevas versiones de canciones que creó durante la década de los sesenta y que son propiedad de la empresa EMI. En ese periodo en el cual el músico jamás imaginó que se convertiría en un ícono cultural, sus canciones tenían el estilo que marcaba el rock británico con agrupaciones como The Beatles,The Kinks, The Who,  The Hollies y The Yardbirds, temas melódicos que representaron a ese Bowie que aún no había viajado a la ciudad de Nueva York para conocer a The Velvet Underground, a Andy Warhol y a todo lo que representó la corriente artística pop de The Factory.

Según la historia, referente a la creación del álbum Toy, se explica que durante la gira que promovió la obra Hours (1999), Bowie se presentó en programas especiales que realizó para la televisión, como VH1 Storytellers y el especial de la BBC en donde realizó un show en vivo en el BBC Theatre, el músico rescató dos temas de los sesenta, uno de ellos fue Can´t Help Me Thinking About Me (para VH1, grabado el 23 de agosto de 1999) del año de 1966, cuando pertenecía al grupo The Lower Third y el otro fue The London Boys (para el especial de la BBC grabado el 27  de junio del 2000 y que se editó completo para la caja Brilliant Adventure) el cual apareció como lado b del single Rubber Band de 1966. Con esto Bowie se dio cuenta que valía la pena desempolvar esas canciones, trabajarlas y darles un nuevo sonido para el inicio del siglo XXI.

Bowie, acompañado de los músicos (quienes estuvieron con él en el tour Hours) Gail Ann Dorsey en el bajo, Earl Slick, Mark Plati y Gerry Leonard en las guitarras, Mike Garson en los teclados y Sterling Campbell en la batería , inició las sesiones de grabación en julio del 2000 en la Ciudad de Nueva York, en donde reversionó su viejo material, al cual lo hizo más fresco con los nuevos arreglos que desaparecieron ese sonido sesentero. Si la situación legal hubiera sido la idónea el álbum hubiera aparecido posterior a Hours y previo a Heathen (2002), pero la historia fue otra y la obra quedó olvidada (claro que no para los piratas que se hicieron de las cintas y las lanzaron en discos bootlegs).

Primeramente Toy apareció como parte de la colección Brilliant Adventure del 2021, pero se prometió un lanzamiento exclusivo para este álbum, el cual se publicó en una caja, con tres discos, bajo el nombre Toy Box. Esta edición contiene el álbum tal como se concibió, así como una serie de temas descartados, ensayos y versiones acústicas contenidas en dos compact discs (aunque claro que no podía faltar la edición en viniles) con los títulos Alternative and Extras y Unplugged and Somewhat Slightly Electric.

En el primer disco tenemos los 12 temas que componen Toy, cada una de las canciones nos lleva a esa historia inicial de Bowie, pero ese estilo se va diluyendo con los nuevos arreglos, por ejemplo una pieza como In The Heat Of The Moment (1968) pierde ese encanto de Swinging London y se emparenta con cualquier tema de Hours, como si fuera una continuación melódica de Thursday Child o como lo mencionó un crítico de música, “al actualizar la canción Baby Loves That Way (1965), bastante agradable que, sin embargo, traiciona su inspiración: You Really Got a Hold On Me de Smokey Robinson”. Claro que al llevar a cabo estas nuevas versiones la idea de Bowie era que las nuevas generaciones de seguidores descubrieran temas como Conversation Piece de 1967 (que apareció como lado b de Prettiest Star en 1970), The London Boys, Silly Boy Blue (publicada en su primer larga duración en 1967), Liza Jane y I Dig Everything que fueron poco a poco olvidadas.

Los discos extras nos presentan bellas versiones como la acústica de You´ve Got a Habit of Leaving, Karma Man, Shadow Man, entre otras. Las tomas alternas nos muestran la fuerza de cada canción si demasiadas mezclas de producción hechas por el productor Mark Plati. Toy Box tardó más de 20 años para su publicación oficial, un trabajo que le dio muchas satisfacciones a David Bowie en su momento, aunque ahora él no se encuentra más entre nosotros, su legado musical continuará sorprendiendo a viejas y nuevas generaciones y Toy Box es una muestra de ello.

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