Hoy se cumplen 56 años de la partida de uno de los íconos rocanroleros mexicanos más importantes e imprescindibles de todos los tiempos, uno de los forjadores del llamado ritmo de la juventud y que influiría no sólo en México sino en países como Argentina y Venezuela donde grabó material junto a Los Locos del Ritmo.

El cantante rocanrolero que le dio verdadera identidad al rocanrol en México, junto a Enrique Guzmán, con su limpia tesitura, su presencia alegre y simpática, es hoy por hoy el símbolo de la eterna juventud junto a leyendas mexicanas acaecidas ese mismo año como René Ferrer ex Blue Cap, ex Play Boy y ex Salvaje y Charles Lee de Los Sparks.

Pero haciendo historia, Juan Antonio Verdes Sánchez, mejor conocido como Toño de la Villa, nació el 22 de febrero de 1940 en París, Francia, tomó su nombre artístico de su abuela y desde muy joven fue atrapado por la música llegando a cantar ranchero, sin embargo fue con el naciente género del Rock and Roll que daría en el blanco convirtiéndose en uno de sus más grandes exponentes.

Fue el fundador y primer cantante de Los Rebeldes del Rock y posteriormente formó con Pepe Negrete, Pepe y sus Locos con quienes gana el concurso de “La Hora internacional del aficionado” en 1958 trasmitido por el Canal 2 de televisión. Gracias a esto obtienen como premio viajar a Nueva York para concursar en el Show de Ted Mack donde obtuvieron el honroso segundo lugar.

José Alberto Figueroa y Alvaro González participaron en este concurso y en el primer LP del grupo. Rafael Acosta y Jesús González entrarían después para participar también en dicho material. Ya para el segundo Long Play entran en escena Mario Sanabria en el bajo y Manuel Reyes en la guitarra.

Toño de la Villa grabó dos discos de larga duración con su grupo y dejó contratos y presentaciones pendientes en España, así mismo como ya se mencionó dejó material registrado en Venezuela y Argentina.

Admirado por todos sus compañeros, dentro y fuera de Los Locos del Ritmo, conmocionó de tal manera con su muerte que verdaderamente dejó un hueco imposible de llenar. El amor que prodigaba a su grupo fue muy bien definido por él mismo en un mensaje que le escribió a su gran amigo y colega, Pepe Negrete: “Estoy seguro que encontrarán algún cantante con mucho mejor voz y personalidad que yo, pero difícilmente podrás encontrar alguno que los quiera más que yo”.

Esto se comprueba también por su negativa en reiteradas ocasiones a convertirse en solista, diciendo que él no abandonaba a su conjunto. Su alma estaba enlazada indefinidamente a Los Locos del Ritmo que aún hoy en día a más de medio siglo continúa captando la atención de las nuevas generaciones.

El joven de 22 años fue diagnosticado con cáncer en la garganta, afección que no quiso atenderse, siendo ya demasiado tarde cuando se le operó en mayo de 1962 con nulos resultados. Había quedado afónico, pero a pesar de que el mal lo laceraba cada vez más, nunca perdió el espíritu rocanrolero y sobretodo su energía y amor por lo que hacía.

Ejemplo para muchos que sólo hacen música por ganar dinero o sobresalir sin esfuerzo, Toño era, es y sigue siendo el motor que impulsó al grupo en todos y cada uno de los proyectos.

El 5 de mayo de 1962 todas las radiodifusoras dieron cuenta de la temprana y trágica muerte del llamado ídolo de la juventud rocanrolera, muchos sintieron y supieron por primera vez lo que era perder a un ídolo juvenil en pleno ascenso.

Su legado queda implícito para la eternidad en temas inolvidables como “Tus Ojos” escrita por el baterista Rafael Acosta Córdova y “Yo no soy Rebelde” del requintista Jesús González Biestro, himnos que le dieron identidad al Rock and Roll mexicano en prácticamente todos los países de habla hispana.

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Además De la Villa participó también en los coros de la canción “La Rebeldona” de Los Gliders, mismos que grababan para Orfeón donde Los Locos del Ritmo tenían contrato en ese momento. Incluso realizó la letra de “Twist Español” grabado por Bill Haley y sus Cometas también para Orfeón.

Así mismo participó en películas como “Limosneros con garrote” del año 1961 junto a los comediantes “Viruta” y “Capulina” y donde interpretó junto a su grupo, precisamente “Tus Ojos” (Aunque claro, al final la cantó Kippy Casado por ser muy buena amiga del productor) y “Yo no soy rebelde”.

En tanto “Twist locura de Juventud” marcó no sólo el debut de Enrique Guzmán en el cine sino la despedida de los sets cinematográficos de Toño de la Villa, quien fallecería el 5 de mayo de 1962 en San Antonio Texas a la corta edad de 22 años. En el momento de su muerte cursaba el tercer año de la carrera de Ciencias Químicas.

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Toño de la Villa sigue latiendo en cada track que realizó y sobretodo sigue vivo en el recuerdo de todos los que lo conocieron y afirman que era un gran amigo, un gran hijo, un gran cantante, pero sobre todo el que forjó el camino que habrían de seguir hasta el final Los Locos del Ritmo.

Ya Víctor Blanco Labra lo decía en una de sus columnas: ”El corazón de la juventud sangra y llora amargamente la muerte de su ídolo consentido: Antonio de la Villa”.

Hoy después de 56 años su nombre y legado continúan impulsando y recreando la verdadera esencia rocanrolera, esa misma que nació a fines de la década de los años 50.

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Algunos temas que nos regaló para la posteridad: “Nena no me importa”, “Un gran pedazo de amor”, covers a Elvis Presley, “Avientense todos”, originalmente cantada por Eddie Cochran, “Qué voy a hacer”, compuesta y llevada a las listas de éxitos por Ray Charles, “Ten mi corazón” de la inspiración de Rafael Acosta y “Chica Alborotada”, interpretada en su versión en inglés por Freddy Cannon y con letra al español de Chucho González.

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