Una de las agrupaciones que surgieron durante la década de los ochenta fue la conformada por Roland Orzabal y Curt Smith, conocidos como Tears For Fears. El dueto es parte de una generación de bandas británicas, como Duran Duran, Simple Minds, Pet Shop Boys, The Smiths, The Cure, The Waterboys, Depeche Mode, entre muchos otros que a la fecha sigue siendo influencia para muchos músicos nuevos. Fue en el año de 1983, hace 39 años, cuando Tears For Fears publicó su primer álbum, The Hurting y ahora en este siglo XXI siguen vigentes con su obra The Tipping Point (2022).
De acuerdo con el libro Who´s Who in Rock and Roll (John Tobler, 1991) Tears For Fears se formó en Bath, Somerset, Inglaterra y en un principio Orzabal y Smith fueron parte de un quinteto de ska, llamado Graduate con quienes lanzaron un disco titulado Acting My Age, producido por Tony Hatch en el año de 1980. Posteriormente en 1981, luego de la separación de esta banda, colaboraron, como músicos de sesión, con el grupo Neon de Rob Fisher. En ese mismo año influenciados por el uso de sintetizadores decidieron comenzar su aventura como dueto por lo que se nombraron Tears For Fears nombre que salió del libro de Arthur Janov creador de la Terapia Primal esa misma que John Lennon tomó a principios de la década de los setenta y que dio origen al álbum Plastic Ono Band (1970).
Luego de editar algunos sencillos que pasaron desapercibidos, como Pale Shelter y Suffer The Children, en la parte final de 1982 lanzaron la canción Mad World que llamó la atención del público y se colocó en el tercer lugar de los charts británicos. Con esto tomaron confianza para lo que sería su primer álbum, The Hurting (1983), esta obra se volvió un éxito comercial en Reino Unido en donde llegó al puesto número uno de las listas de popularidad con canciones que trataban temas la depresión, el abuso infantil y los traumas psicológicos, además el dueto seguía con la idea de la Primal Therapy de Janov. Pero para su segunda obra, Songs From The Big Chair (1985), Tears For Fears se convertirían en un fenómeno mundial. En primer lugar el disco llegó a la cima del listado Billboard en Estados Unidos y al segundo lugar en Reino Unido, los sencillos como Shout y Everybody Wants To Rule The World serían bien recibidas por el público norteamericano que las llevaron a ser primer lugar en las listas de popularidad y sus videos sería transmitidos por la cadena MTV con lo que amarraron aún más su notoriedad entre el público joven, no sólo de Estados Unidos o Inglaterra sino de todo el mundo.
Para el año de 1989 la fama seguía acompañando al grupo cuando salió a la venta el álbum The Seeds Of Love. En esta obra encontramos una gama de sonidos que remiten al jazz (Badman´s Song) y a ese rock pop sesentero (Sowing The Seeds Of Love). Con este disco el dueto confirmaba su prestigio de creadores de productos musicales exitosos. En la década de los noventa Curt Smith dejó al grupo debido a algunos problemas personales y diferencias creativas con su compañero. Por lo que Roland Orzabal tomó la decisión de continuar con Tears For Fears y publicó dos platos más, Elemental (1993) y Raoul and The Kings Of Spain (1995). Fue hasta el año 2004 que los caminos de Orzabal y Smith se volvieron a cruzar y regresaron con el agradable disco, acertadamente titulado, Everybody Loves a Happy Ending. En este periodo el dueto se ha reunido para ofrecer algunos conciertos y luego de casi 18 años nos sorprenden con el álbum The Tipping Point.
En su séptimo álbum de estudio, The Tipping Point, Tears For Fears se presenta como un dueto maduro capaz de crear música que suena fresca al oído en este siglo. Curt Smith y Roland Orzabal nos entregan un obra intima con letras que nos llevan a meditar en los problemas actuales tanto sociales como de orden psicológico y de las pérdidas que tenemos como seres humanos y el aprender a aceptarlas, claro que sin pretender ser una terapia de tanatología.
El álbum inicia con el tema No Small Things, una balada escrita por Smith y Orazbal que nos dice que nosotros limitamos nuestra propia libertad (Porque la libertad no es poca cosa. Castigamos al niño por volar demasiado alto, por correr como el viento) un tema del cual Roland Orzabal comentó en una entrevista: “A principios de 2020, Curt y yo nos sentamos juntos con solo un par de guitarras acústicas. La primera vez en décadas. Necesitábamos un encuentro de mentes, un encuentro psíquico. Literalmente estábamos volviendo a la mesa de dibujo buscando algo de profundidad, corazón y alma con los que completar nuestro álbum. A Curt se le ocurrió este sencillo riff de folk/country, un poco de Dylan, un poco de Johnny Cash, y luego nos fuimos. Era todo lo contrario de lo que habíamos estado tratando de hacer durante muchos años: buscar el hit sencillo moderno y escurridizo. De repente nos sentimos libres de trabas, libres si se quiere, ya no preocupándonos por el mercado, por el éxito, sino aprovechando las influencias de nuestra infancia. Fue en este punto que todo el álbum comenzó a abrirse. No Small Thing fue la clave, lo que convirtió una luz roja en verde”.
Luego de este inicio para el segundo corte, que le da nombre al álbum, The Tipping Point, nos presentan un tema coescrito por el mismo Orzabal y el productor Charlton Pettus con una melodía que nos remite a lo hecho en The Hurting. Un disco que habla acerca de la muerte de la esposa del músico, Caroline, quien perdiera la vida en el año 2017. La esposa de Orzabal cayó en depresión, debido a la menopausia, que la volvió alcohólica, en un entrevista con el periódico The Guardian, mencionó esto: “Ella pasó se de ser extremadamente enérgica y animada y tan carismática a golpear la depresión,quizá esto fue una cortina de humo. Se sabe que el alcohol es mucho más peligroso para una mujer que para un hombre y el problema era que Caroline solía coincidir conmigo. Pero de nuevo, mi propia ignorancia y estupidez por lo que estaba pasando, porque en ese momento no debería haber habido alcohol por ninguna parte”. En la letra de la canción habla precisamente de ese punto de inflexión entre la vida y la muerte de alguien cercano lo cual cambia nuestra cosmovisión (La vida es cruel, la vida es dura. La vida es una locura, luego todo se convierte en polvo ¿Alguna vez sabrás cuándo es el punto de inflexión?).
El disco continua con tracks como Long, Long Time, Break The Man el cual habla de la fortaleza de la mujer y el fin del patriarcado. En una plática con Rolling Stone, Curt Smith, autor del tema, explica que habla de una mujer fuerte capaz de romper con el patriarcado, ya que él siente que “todos los problemas de su país y del mundo tienen que ver con el dominio masculino” (Ella es el fuego y las consecuencias. Ella te recuerda las cosas de las que nunca hablamos. Ella es la amante con el mejor plan para romper al hombre).
Cada una de las canciones son una introspección del alma que nos lleva a reflexionar acerca de las situaciones que pasamos, ya no se trata sólo de gritar como en la Terapia Primal de Janov explorada en su primer álbum, ahora el mundo y la sociedad ha cambiado, pero los sentimientos de dolor, tristeza y esperanza siguen siendo los mismos, como lo expresan en Rivers Of Mercy (Lava el dolor. Sálvame de las sombras. Llorar como una sirena ¿Me atrevo a imaginar algo de fe y comprensión? Déjame en ríos de misericordia. Saca a los muertos esta noche y báñalos en tu luz sagrada) y en la bella Masterplan (Me tienes tan creyendo en tu plan maestro. Me llevas a través de mi futuro como un superhombre, dime cosas que sólo Dios debe saber).
Tears For Fears luego de más de 40 años de haber iniciado su trayectoria musical siguen ofreciéndonos música que nos lleva por un carrusel de emociones líricas y sonoras como lo demuestran con canciones como My Demons, Stay o la agridulce Please Be Happy (Por favor se feliz, porque sabes que no puedo soportar verte en este estado de melancolía, acurrucado en tu silla. Por favor no te preocupes porque el mundo no se romperá tan fácil como el vaso). Sin duda The Tipping Point es un bocanada de aire fresco en estos tiempos difíciles.
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