A cualquier fanático de la música debería de emocionarse al escuchar uno de los mejores discos que han existido en la historia del rock, y en la industria, estoy hablando de The Dark Side of The Moon de la banda británica Pink Floyd.

Dicho álbum ya cumplió 47 años y se siente más fresco que nunca. Pink Floyd ha sido una banda con muchas vueltas en la música, la cual nos ha regalado un sonido sacado de otro mundo desde 1965, con una gran influencia por la cultura pop, Pink Floyd supo meterse y figurar en la escena del rock británico a pesar de The Rolling Stones y The Beatles.

Hablar de la banda formada por Roger Waters y Syd Barrett en una publicación sería algo totalmente equivocado ya que la historia detrás de la agrupación nos da para cientos de textos.

Es por eso que en esta ocasión nos enfocaremos en el disco de 1973 de la banda titulado The Dark Side of The Moon, este enigmático álbum comienza a llamar la atención desde la portada, que hoy en día no podemos dejar de asociar con los ingleses. Esta portada nos muestra la refracción de la luz a través de un prisma, un principio sacado del estudio de  la óptica.

El nombre del material tenía un problema, y es que una agrupación de folk llamado Medicine Head lanzó un disco con el nombre The Dark Side of the Moon, pero como el material no fue popular ni tuvo éxito, Pink Floyd decidió seguir y llamar al suyo igual, el segundo nombre que se tenía pensado era Eclipse (A piece for assorted lunatics).

Los temas que se tocan en el disco son dignos de análisis, el conflicto, la avaricia, envejecimiento, enfermedades mentales, es un asombroso y oscuro viaje a través de sólo diez canciones y 42 minutos. Un álbum grabado en los estudios EMI en Abbey Road y usando técnicas avanzadas para la grabación. Los sintetizadores formaron parte importante para el desarrollo del mismo. 

Es importante saber que Alan Parsons fue el responsable de algunos aspectos sonoros que innovaron por parte del álbum. 

Comercialmente hablando, el disco tuvo un gran éxito, permaneciendo 19 años en las listas Billboard, siendo el que más tiempo ha permanecido en las listas de la historia musical. Es el tercer álbum más vendido con 45 millones de copias tan solo detrás de Thriller de Michael Jackson y Back in Black de AC/DC. 

Un gran éxito para Pink Floyd que ha sido remasterizado, reeditado y versionado miles de veces por artistas de todo el mundo; del disco destacan los sencillos Money y Us and Them.

La idea del álbum fue propuesta por el bajista Roger Waters que quería que el disco fuera parte de la gira. Su idea era que se tratara sobre cosas que hacen enojar a la gente, tomando en cuenta las presiones de la banda que tuvo por cómo vivía, así como la situación mental de su antiguo líder Syd Barrett. Esta idea se puso en práctica anteriormente en The Man and the Journey, pieza musical conceptual que fue tocada en sus conciertos de 1969.

El nombre de la primera canción originalmente iba a ser Nick’s Section, este hacía referencia a los cuestionarios para obtener grabaciones de voz. Alan Parsons repetía la frase “Speak to me” (Háblame) para probar el volumen de los micrófonos al hablar, por lo que este título fue finalmente utilizado para la primera canción del álbum.

El disco comienza de manera tranquila con Speak to Me, un tenue latido se va haciendo más ruidoso mientras voces, sonidos de monedas y risas explotan con un grito femenino, de pronto entra la banda con una guitarra tranquila y un ritmo de batería agradable, ahí comienza la siguiente canción, Breathe (In the Air), los sintetizadores están presentes, bienvenidos los años setentas.

En este álbum no vamos a encontrar largas canciones dignas de una sinfonía como tiempo después la banda fue caracterizada, estas eran piezas más cortas pero con una calidad nada cuestionable, en lo que menos lo piensas ya han pasado las primeras tres canciones del disco. Esto se debe a que no hay pausas entre las canciones, solo cambios de ritmo propios de un DJ.

On The Run comienza con un sonido que puede ser fácilmente utilizado en una película de ciencia ficción de aquella época, incluso algo adelantado a su tiempo, estamos viviendo una carrera espacial de la mano de Pink Floyd. Esta pieza no contiene voz por lo que resulta una experiencia sensorial más allá de lo común.

Esta canción se iba a llamar The Travel Sequence (La secuencia de viaje), pretende dar una sensación de movimiento. Se puede escuchar de fondo un locutor anunciando salidas de vuelos, mientras que la guitarra de David Gilmour simulaba turbinas de avión. En este tema se aborda el miedo a la muerte y a volar.

Se va desvaneciendo la prisa y comienza Time con unos relojes sonando al unísono, es hora de despertar que ya llegó un sonido más significativo de la banda, de manera gradual nos va metiendo en un sonido propio de sintetizadores y percusiones limpias. Como dato esta canción en vivo resulta ser aún mejor que la grabación. La voz de David Gilmour entra perfectamente siguiendo el ritmo de la canción, David nos sigue llevando en este viaje. 

En Time podemos ser testigos de un gran solo de David Gilmour considerado en la lista de Guitar World como el número 21 de 100 solos de guitarra de la historia. 

Sobre el tema, Roger Waters incursiona en la canción con sus ideas y experimentación sobre  el tiempo, para él la vida no es prepararse para lo que viene, sino de tomar el control de su destino.

“Pasé una gran parte de mi vida, hasta los 28 años, esperando que mi vida comenzara. Pensé que en cierto punto, me convertiría de un capullo en una mariposa, que mi verdadera vida podría empezar. Si tuviera que vivir de nuevo esa etapa de mi vida, preferiría vivir el lapso entre los 18 y 28 años sabiendo que sería así, que nada ocurriría repentinamente, que el tiempo pasa, que eres lo que eres, y que haces lo que haces.”

Roger Waters, 1982

De manera tranquila entramos con un piano en The Great Gig in the Sky, un bajo acompaña este sonido gradual seguido del ya conocido sintetizador y unas voces a lo lejos para ambientar, la batería entra seguida de unos coros femeninos que te recuerdan que Pink Floyd es algo que no te esperas; la voz es de la cantante  Clare Torry, quien le da la da una personalidad a la canción. De la nada todo se vuelve a calmar, el ritmo cambia pero el coro continúa, sin decir nada esta canción expresa mucho ya que es una mezcla de sonidos y por lo tanto sentimientos.

Esta canción es inspirada por la tristeza y la inminencia de la muerte, Clare Torry hace un gran trabajo, los integrantes de la banda le daban indicaciones para su canto, le decían Piensa en la muerte o en algo horrible y canta, Clare terminó la grabación apenada por su interpretación, pidió disculpas, pero a la banda le encantó su improvisación. 

Todo se desvanece para abrirle paso al dinero, el sonido de este y un riff de bajo propio de Roger Waters, la canción en la voz de David Gilmour y un solo de saxofón le dan un sonido pesado para la canción, en este punto ya no sabes qué es lo que estás escuchando, no hay un estilo definido, eso es lo que caracteriza a la banda y se le otorgan como puntos buenos para su estilo. La canción es una completa experimentación de sonidos de los que se podía abusar en esos años.

Con unas voces de fondo y un órgano comienza Us and Them, con una batería a mayor velocidad pero con ritmo lento, entra un saxofón propio de la escena de jazz, Pink Floyd espera que comiences a imaginar escenarios; entra la voz de Gilmour con un eco agradable para tus oídos. Pink Floyd está llevando las baladas románticas hacia otro sitio, con un sube y baja de sonidos como de sentimientos esta canción se convierte en una de las más destacadas del disco. Así es el amor, a veces hay un solo saxofón y en otras ocasiones toca la orquesta completa.

Se acerca el final del viaje y se nota con Any Colour You Like, se vuelve a jugar con el sintetizador, una batería y el bajo de Waters, la experimentación no es la excepción en esta canción instrumental. Hemos llegado a Brain Damage, la penúltima canción del álbum,  justo lo que quería la banda era que el disco entrara e hiciera algo en nuestra cabeza. Waters aparece con una canción que inspira esperanza, coros, un órgano y variantes en el sonido, risas de fondo que darán paso al final.

https://www.youtube.com/watch?v=I3OdanjBYoM

Brain Damage tiene una historia curiosa y es que dicha canción tiene el arpegio de Dear Prudence de The Beatles, posteriormente no hubo ningún reclamo por derechos de autor, se dice que puede que existiera algún pacto para el uso de dicho arpegio.

Eclipse es el final del viaje por el que nos lleva Pink Floyd de la mano de Roger Waters, el coro característico del álbum, la batería por momentos callada y por otros siendo la más silenciosa, se escuchan latidos como al inicio del álbum para así cerrar el círculo con una frase dicha sin música There’s no dark side of the moon really. Matter of fact, it’s all dark” (No hay lado oscuro en la Luna, en realidad toda la Luna es oscura”)

El viaje acaba pero la historia de Pink Floyd no, a partir de aquí la banda tuvo más reconocimiento por parte del mundo, un sonido fresco e innovador que pocas veces se había escuchado. Algo que no se comparaba con otros monstruos del género, cada uno aportó algo al rock.

Pink Floyd nos dio las herramientas en un audio para comenzar un viaje y hacer una película en nuestras cabezas que comienza con un latido para cerrar con el mismo, sin dudarlo este disco ha sido un paradigma para la anda y para el rock a través de la historia, no tendremos nada igual, pero a partir de la influencia de este tendremos más bellezas en el género.

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