Comenzaban los setenta. Los Beatles se habían separado. Y el rock se multiplicaba en diferentes vertientes: rock sinfónico, jazz rock. Continuaban las mezclas con el pop, el soul. Ganaría terreno la música disco. Y en medio de esa maraña de sonidos, una voz suave canturreaba melodías, casi como un susurro y con una gran orquestación como fondo. Cantaba canciones que invitaban a cantar, valga la redundancia. Y que se seguirán escuchando por mucho tiempo más. Una breve, brillante y trágica trayectoria marcaría la historia del dúo Carpenters.

La baterista que canta

Originarios de Connecticut, Karen y Richard Carpenter formaron un grupo musical allá por 1965. Basados en la destreza musical de Richard, quien había tomado clases de piano, y en la de Karen en la batería, se presentaron como Richard Carpenter trio. Por ese entonces ejecutaban piezas de jazz. Luego cambiaron el nombre por Spectrum. Al firmar su primer contrato de grabación en 1969 decidieron llamarse simplemente “Carpenters”. El  primer álbum se llamó Offering e incluía una versión en tono melódico del tema de The Beatles, “Ticket To Ride”. Así lograron ubicarse en la lista de los cien más populares de Billboard. Y al año siguiente, con el comienzo de la década, llegaría el primer gran éxito: “(They Long to Be) Close to You”. Tema que aparece en el segundo álbum de estudio Close to you (1970) y que fue compuesto nada menos que por Burt Bacharach y Hal David. La versión del dúo permanecerá en lo más alto de las listas norteamericanas durante cuatro semanas. En la ejecución que realizaron para el Show de Ed Sullivan, Karen aún se encontraba tocando la batería.

Karen se sentía muy cómoda entre parches y platillos: “Todo lo que siempre me repetían era ‘las chicas no tocan la batería’”, contaría luego en una entrevista. “Es lo que se dice una y otra vez, pero yo empecé de todos modos. Cuando agarré un par de palos, tuve el sentimiento musical más natural de mi vida”.

Pero Richard sabía que más allá de su talento para la batería, Karen contaba con una voz privilegiada. Y allí comenzaron los conflictos.  Richard le pide que deje la batería y se convierta en una especie de “crooner”, cantando frente al público. Karen contaba con un  estilo vocal de “contra alto con fraseo largo, vibrato discreto y nada de agudos al estilo de Barbra Streisand”. Según Karen Tongson tenía una voz “desapasionadamente apasionada”; cantaba sin forzarla, como un discurrir al modo de una confesión, o como quien naturalmente habla. Todas esas características juntas colaboraban para que las melodías sonaran más bellas en su voz. La decisión no resulto fácil.  “Los parches eran una especie de manta de seguridad para ella, que creía poder esconder ahí su gordura”, explicaba el manager Sherwin Bash. Sin embargo, Karen enfrentó al público y dejo entrever un gran carisma. Motivo que pareció ensombrecer a su hermano.

En la cima del mundo

Por esos años se habían vuelto habituales los grupos musicales conformados por hermanos. Algunos ya venían actuando desde la década anterior. Por citar algunos, The Osmonds, o The Jackson Five, del que surgiría el rey del pop, Michael Jackson. Esa experiencia  musical familiar fue llevada a la televisión en la exitosa serie “The Patridge Family” (1970-74), de la que se desprendería para realizar también una exitosa carrera musical, uno de sus protagonistas, David Cassidy.

Sin embargo, The Carpenters se convirtió en el dúo más famoso en toda la historia de los Estados Unidos. Entre 1970 y 1975 publicaron una serie importante de éxitos. Tres números uno, cinco números dos, más de ciento cincuenta millones de discos vendidos. La gira que realizaron por Japón fue la de mayor éxito emprendida por un artista occidental. En esa oportunidad se presentaron en el mítico Budokan, escenario sobre el que también habían estado en 1966, The Beatles.  Las innumerables giras, presentaciones (más de doscientas anuales) y grabaciones, con la presión que eso significa, fueron minando también la salud de sus integrantes. Karen hizo visible sus trastornos alimenticios (anorexia nerviosa) y Richard sufría adicción a los somníferos. Un temblequeo en sus manos le dificultaron seguir tocando el piano. Mientras su hermano estaba internado en rehabilitación, el productor Phil Ramone la anima a lanzar un disco solista. El álbum fue registrado a comienzos de 1980. Cuando Richard se enteró boicoteó el lanzamiento temiendo que significara el fin del dúo. El disco vería la luz en 1996, mucho después de la muerte de Karen. Terminaba una década de éxitos en la que  parecía que el dúo había alcanzado la cima del mundo, pero junto con la cima convivían también sus propios abismos.

La chica de la voz increíble

Ya con el grupo disuelto, Karen se instala en Nueva York para tratar sus problemas alimenticios. Según se cuenta, “uno de esos días cuando se encontraba caminando, se le acercó John Lennon y tímidamente le lanzó: “¿Puedo decirte algo, mi amor? Tienes una voz increíble que me encanta”. Ella, emocionada y confundida, le preguntó más tarde a un acompañante: “¿Qué quiso decir? Y éste le respondió: “Lo que dijo. ¡Es John Lennon!”. Incluso cuando el ex beatle fue asesinado, ella no dejaba de recordar aquel episodio”. La otra mitad de la dupla compositora de The Beatles, también opinó al respecto: “La mejor voz femenina del mundo, melodiosa, armoniosa y distintiva”, diría Paul McCartney. A pesar de ello, algunas voces criticaron el estilo del dúo por acercarse a un soft  “demasiado blando”. Mientras que   otros  se detuvieron en las virtudes musicales de sus integrantes. Por ejemplo, el guitarrista Pat Metheny se ha declarado admirador de los hermanos, y en especial de Karen. “La voz de Karen siempre ha sido una referencia para mí, y su fraseo siempre ha sido una inspiración. Cuando pienso en The Carpenters pienso, por ejemplo, el nivel de maestría musical que representan, y la profundidad y la emotividad representadas en la voz de Karen. El tipo de habilidades que hacen a esas canciones, y lo que hacen musicalmente… Yo abrazo todo eso, completamente. (…) Posee una atemporalidad resonante de la música en sí”.

Y si bien Karen se fue un 4 de febrero de 1983, una voz tan bella es muy difícil que pueda desaparecer de los oídos, del aire. Por eso sigue sonando tan melodiosa como siempre e invitándonos a cantar una canción.

“Canta, canta una canción. Canta muy fuerte. Canta cosas buenas no malas. Canta de felicidad no de tristeza. Canta, canta una canción. Hazlo simplemente para que dure. Para toda tu vida No te preocupes si no le parece buena a los demás (…) Solo canta, canta una canción. Deja que el mundo la cante también. Canta el amor que pueda haber. Canta por ti y por mí. Solo canta, canta una canción”.

Fuentes:

Pereyra, M. (2020) “Karen Carpenter: Una voz que no deja de estremecer”. En Indie hoy. En línea: https://indiehoy.com/indieayer/karen-carpenter-una-voz-que-no-deja-de-estremecer/
Schanton, P. (2020) “A 50 años del primer hit. Karen Carpenter: los secretos de una vida breve y trágica”. En Clarín. Revista Viva. (31-8-2020). En línea: https://www.clarin.com/viva/karen-carpenter-secretos-vida-breve-tragica_0_7zZQNlFuk.html
Diario La Razón: http://www.larazon.com.ar/show/Karen-The-Carpenters-elogio-Lennon_0_547500141.html

 

Bernardo Suárez.
Buenos Aires, 21 de junio de 2022.

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