No existe nada insólito cuando tu pasatiempo es conducir a través del centro de Londres a 100 millas por hora.
Tara Browne

Tara Browne fue un joven socialité, famoso en la era de la psicodelia en Londres. Fue el tercer hijo de la pareja formada por la “Chica Dorada Guinness”, Oognah Guinness-Browne y de Lord Dominick Browne, el cuarto Barón Ornamore and Brown, que se divorciaron cuando Tara tenía cinco años.


Tara a los 13 años

Bisnieto del cervecero Edward Cecil Guinness, fue nombrado el heredero de una fortuna de un millón de libras a serle entregada en su cumpleaños 25. Sin embargo, murió a los 21.

Nacido en Dublín el 4 de marzo de 1945, Tara fue un niño hiperactivo, alerta y despierto que amaba la fotografía. Aprovechaba el gran número de personalidades mundiales que asistían a las fiestas que su madre ofrecía para fotografiarlos sin que se dieran cuenta mientras bebían a lo grande. Después vendía las fotos a los periódicos que publicaban columnas de chismes.

Fue el niño rico que lo tuvo todo y lo disfrutó aún más. Conoció e interactuó con personas de la talla de Igor Stravinsky, Humphrey Bogart, Truman Capote y Samuel Beckett, todos amigos de sus padres.

Era un joven adolescente increíblemente sofisticado como resultado de las personas que conoció, los viajes que realizó y las experiencias que vivió pero no más; su alto nivel de vida le permitió jamás asistir a la escuela y los tutores privados que le fueron asignados lo calificaban de inteligente pero sin disposición a estudiar.

A los 18 años se casó en secreto en Francia con la hija de un granjero irlandés llamada Noreen (Nicky) Macsherry ante el rechazo de su madre.


Tara y Nicky Browne

Tara y Nicky tuvieron dos hijos, Julian y Dorian.

El compromiso del matrimonio no le impidió al joven Tara continuar su vida como socialité. Interactuó e influyó en un sinnúmero de personalidades británicas como lo fueron Mick Jagger y Brian Jones de The Rolling Stones, John Paul Getty Junior, Robert Fraser y Paul McCartney. Nunca se sintió intimidado ante su popularidad dado que su alto nivel financiero le permitía jugar a las grandes ligas económicas con ellos.

En particular con Paul tuvo un relación cercana. Fue él quien lo introdujo al consumo de LSD en su casa en Eaton Row y lo presentó ante su fraternidad aristocrática. Paul se sentía cómodo en ese medio, uno en el cual sabía que nadie se le acercaba para conseguir algo de él. En realidad, Tara se conducía como un príncipe joven y, por lo mismo, Paul lo veía como su par.

Además, compartían aficiones. Ambos contrataron los servicios de un equipo de tres diseñadores visuales llamado BEV, integrado por Douglas Binder (B), Dudley Edwards (E) y David Vaughan (V). El trío se denominaba a sí mismo como un colectivo de arte pop y se especializaba en realizar murales psicodélicos en Londres. Decoraron el deportivo AC Cobra de Tara y el piano de Paul con el mismo estilo y bajo la misma orden de trabajo. A la fecha, miles de Maccafans lo saben, Paul continúa honrando la memoria de su amigo Tara al tocar este instrumentos sin igual en sus conciertos.

En diciembre de 1965, Tara era el acompañante de Paul cuando éste tuvo un accidente en moto cerca de Liverpool. El resultado de su aparatosa caída fue un labio abierto, un golpe severo en la ceja izquierda y un diente astillado, mismo que se muestra en el video de Rain. Y no, no sucedió porque Paul no sabía manejar motos… el consumo de LSD puede traer consecuencias de este tipo también.

El 4 de marzo de 1966 Tara ofreció una gran fiesta en la residencia gótica familiar en Luggala, Irlanda, para celebrar su cumpleaños número 21. Más de 200 personas fueron trasladadas al lugar en avión privado para celebrar al famoso heredero Guinness.

La fiesta fue amenizada por The Lovin’ Spoonful cuya música hizo bailar a cientos de invitados de primer nivel hasta la seis de la mañana del día siguiente. En ésta se mostraron al máximo los excesos de los vibrantes años de la década de los 1960. La mesa de alimentos, cómo no, además de la cena incluía bandejas de plata con drogas apiladas junto a aquellas que tenían las bebidas alcohólicas más caras de la época.

Sin embargo, las cosas se le empezaron a complicar a Tara unos meses después. Separado ya de su esposa Nicky, empezó a salir con modelos de alto nivel de Londres. Ante esta actitud, Nicky se llevó a los hijos de la pareja a España, en donde intentó abrir una boutique. Para octubre de 1966, Tara le pidió a los niños para llevarlos a Irlanda a visitar a su madre Oognah, quien se negó posteriormente a regresarlos. Como consecuencia, Nicky regresó a solicitar el divorcio ante la corte de Dublín así como la custodia de sus hijos.

Y justo a la mitad del juicio, lo impensable sucedió.

El domingo 18 de diciembre de 1966, el deportivo Lotus Elan conducido por Tara a 120 millas por hora se incrustó en la parte trasera de un camión estacionado en Recliffe Gardens, Chelsea, Londres. Venía acompañado de la modelo Suki Potier quien apenas salió lastimada mientras que Tara absorbió completamente el impacto del choque. Con el craneo destrozado fue llevado al hospital más cercano en donde murió unas horas después.

He blew his mind out in a car…

Su muerte impactó la vida de muchos. Keith Richards rompió en llanto al enterarse de ésta y hasta reportes de su intento de suicidio posterior se publicaron en la prensa londinense. Tanto él como John Paul Getty Junior le dieron le dieron el nombre Tara a sus respectivos hijos en honor al joven amigo que nunca entró en competencia con ellos.


La tumba de Tara Browne

Tara Browne fue enterrado junto a un lago en la propiedad de la familia en Irlanda en una ceremonia privada. Durante muchos años, una rosa roja apareció en su tumba en el aniversario de su muerte sin que se supiera jamás quién era el responsable de enviarla (NOTA DE LA AUTORA: si alguien pensó que Paul era el responsable, no fue el único. Varios artículos periodísticos de la época fueron consultados para la realización de este texto y un par de ellos sostenían esta teoría). Su lápida no se grabó ni con las fechas de muerte y nacimiento ni con epitafio alguno.

En 1989, sus hijos Dorian y Julian obtuvieron acceso a la herencia que le hubiera correspondido a Tara al llegar a los 25 años. Sin embargo, ésta se había reducido significativamente por los costos legales de más de 20 años de litigios para ser nombrados herederos de alguien que murió a una edad en la cual no se redactan testamentos.

Y sí, si lo pensaste en algún momento al leer esta columna, en este momento te lo confirmo: no fue Paul quien inmortalizó a Tara Browne en una de sus canciones sino John en la obra maestra A Day In The Life que inicia su letra diciendo que, a pesar de que la noticia de la muerte de Tara era triste, ésta sólo le generó risa.

Por supuesto, Tara era más el estilo de Paul que el estilo de John. ¿O no?

I read the news today, oh boy
About a lucky man who made the grade
And though the news was rather sad
Well, I just had to laugh
I saw the photograph
He blew his mind out in a car
He didn’t notice that the lights had changed
A crowd of people stood and stared
They’d seen his face before
Nobody was really sure if he was from the House of Lords…

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