Para la grabación de la música, dentro de la industria discográfica, existen estudios que se han vuelto importantes, gracias a las instalaciones y tecnología con la que cuentan, como los Capitol, Electric Lady, Plant, Trident y Air, entre otros, en donde se crearon grande obras musicales. Dentro de estos lugares podemos destacar, sin duda alguna, los estudios de  Abbey Road, en la ciudad de Londres, un sitio con una rica historia que inició en año de 1931 y que fueron previamente conocidos como EMI, posteriormente en el año de 1976 cambiaron su nombre a Abbey Road. En este inmueble se originaron álbumes importantes dentro de la música (no solamente de The Beates o de Pink Floyd) tales como Living Doll de Cliff Richard and The Shadows, Hollies Sing Hollies de The Hollies, Tales of Mystery and Imagination de The Alan Parsons Project, Kid A de Radiohead, Sam’s Town de The Killers, entre muchos otros. Actualmente los estudios Abbey Road también son una atracción turística londinense por el famoso paso de cebra en donde The Beatles se tomaron la foto para la portada del último disco que grabaron.

En el documental If These Walls Could Sing, dirigido por Mary McCartney quien ha tenido experiencia realizando algunos videos musicales, nos presenta una parte de la historia e importancia que han tenido los estudios Abbey Road en la grabación de música y cómo en ellos se han creado grandes obras clásicas dentro de distintos géneros musicales. A través de los testimonios de Paul McCartney, Elton John, Jimmy Page, Cliff Richards, Roger Waters, John Williams, Ringo Starr, Niles Rodgers, David Gilmour, Lester Smith, Liam y Noel Gallagher, entre otros, nos acercamos a conocer un poco más de la trascendencia, a lo largo de nueve décadas, de esas cuatro paredes dentro de la industria de la grabación.

En un inicio, dentro de su propio documental y a manera de hacerlo más personal, la realizadora Mary McCartney se coloca como un personaje que nos guía por la historia de ese lugar e incluso nos habla de lo que significan los estudios para ella, al llegar como un bebé mientras su padre se encontraba grabando un álbum e incluso presenta una fotografía como evidencia de ese hecho, para después narrarnos a través de imágenes de archivo una breve historia del inmueble ubicado en el número 3 de Abbey Road, St John´s Wood, en City Of Westminster. Pero McCartney decide no ahondar en la historia del lugar, de manera muy breve se nos explica que en un principio los estudios se dedicaron a grabar música clásica de la cual destaca la grabación, con la Orquesta Sinfónica de Londres dirigida por el  compositor Edward Elgar, de Pomp and Circuntance que fue la primera piezaa que se grabó en los estudios conocidos como EMI (debido a la asociación de The Gramophone Company con Columbia Gramophone Industry para crear Electric and Musical Industries en 1931).

En una elipsis dentro de la cronología histórica damos el salto de la música clásica a la música pop con la llegada de Cliff Richards que fue todo un éxito comercial y por supuesto con la contratación de George Martin como productor de los estudios, quien junto a The Beatles marcarán un punto importante para la trascendencia de los estudios. Mary McCartney desequilibra su película y la vuelve por momentos un escueto documental dedicado al cuarteto de Liverpool, en donde se enfoca en la grabación del álbum Please Please Me de 1963, nos describe la importancia de Sgt Pepper´s Lonely Hearts Club Band (1967), además de algunos pormenores de las sesiones del Álbum Blanco (1968) y llega al momento final del grupo con la grabación del disco Abbey Road (1969).

Pero aunque el documental pierde un poco su propia identidad, la directora retoma su tesis central que es presentarnos la historia de los estudios, gracias a un buen montaje narrativo a cargo de Paul Carlin, nos ubica en años clave, como aquel momento de crisis económica a finales de la década de los setenta que amenazó con cierre del lugar para derrumbarlo y convertirlo en otra cosa y fue a través de la grabación de soundtracks, para películas como The Raiders Of The Lost Ark (Steven Spielberg, 1981) y la saga de Star Wars, ambas creadas por John Williams, que los estudios pudieron recuperarse.

Quizá la fortaleza del documental If These Walls Coul Sing radica más en las anécdotas de vida que pasaron varios músicos, productores y técnicos dentro de esas paredes, las cuales son entrañables y muy disfrutables . Por su parte Jimmy Page narra cómo fue el estar dentro de la grabación del tema para la película Goldfinger (Guy Hamilton, 1964), bajo la producción de George Martin, en donde las exigencias del compositor John Barry, no sólo llevaron a repetir tomas tras toma, sino que además la cantante Shirley Bassey se desmayó por alcanzar notas muy altas. Ni que decir de los hermanos Liam y Noel Gallagher de Oasis que nos cuentan que fueron expulsados de los estudios por ruidosos, al poner los discos de The Beatles a todo volumen y reventar una bocina.

Por otra parte Elton John remite sus recuerdos a las sesiones de grabación en donde acompañó al grupo The Hollies, con varios temas entre ellos He Ain´t Heavy He´s My Brother, y se coloca como un entusiasmado testigo cuando vio a Paul McCartney tocar Hey Jude en una sesión. Mientras que David Gilmour, Roger Waters y Nick Mason, describen que  grabaron su primer álbum con Pink Floyd, The Piper At The Gates Of Dawn, a un lado del estudio en donde se gestó Sgt Pepper´s Lonely Hearts Club Band y además nos relatan algunos pormenores de  la creación de su propio álbum Dark Side Of The Moon (1973); de igual manera se explorara  la participación de la chelista Jacqueline du Pré (a quien le hicieron un emotivo biopic llamado Hilary and Jackie dirigido por Anand Tucker en 1998) y su bella interpretación del Concierto para Chelo de Edward Helgar en el año de 1967.

If These Walls Could Sing cumple con mostrarnos la importancia de los estudios Abbey Road, quizá no profundiza en su historia, pero se nutre de cada relato que se entreteje a los largo de documental. Mary McCartney logra llevar su película a buen puerto y darnos un destello de la importancia de los estudios Abbey Road en la historia de la música grabada y como bien apunta Noel Gallagher, ahí se crearon la mayoría de los discos que tenemos en nuestra colección.

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