Hola queridas amigas y estimados amigos, espero que se encuentren bien en todos los aspectos y rodeados de sus seres queridos.

Preparémonos para hacer un viaje en el tiempo hasta las décadas de los 30, 40, 50, 60 y 70 para revisar una música que hizo soñar a nuestros padres, abuelos y hasta bisabuelos, con gran calidad en lo literario y musical.

Los tríos de boleros románticos, entre ellos de manera destacada los inmortales Panchos. Pero antes un poco de contexto, ¿Les parece bien?. El México de los años 30 era como otro planeta a los ojos de un observador contemporáneo.

Nuestro país era rural principalmente, con dos o tres ciudades importantes; por lo tanto era un país con alto grado de autoconsumo y de aislamiento geográfico tanto hacia su interior como hacia el mundo. Las principales necesidades en cuanto a artículos de consumo eran más bien modestas, lo que permitía una sociedad cerrada y atenta solo a sus usos y costumbres.

Una sociedad de orden estricto y patriarcal, donde cada uno de los miembros de la familia sabía perfectamente su lugar y papel a desempeñar en la vida.

Los jóvenes hacían la transición de la niñez al mundo adulto de manera abrupta sin tener un periodo de adaptación como lo hay ahora; ellos a los 16 años y ellas a los 15, si había suerte ya que en muchas ocasiones ambos tenían que iniciarse en la vida adulta con matrimonio incluido a edades más tempranas.

Sin embargo algunas cosas comenzaron a cambiar aunque con lentitud. La introducción de un aparato considerado en su época como fantástico y milagroso, contribuyó a que parte de la sociedad mexicana (sobre todo la citadina) iniciara una apertura al mundo. Dicho aparato fue la Radio.

Empresarios visionarios como los Azcárraga, Los Salas o los O’Farrill invirtieron sus capitales en la construcción de instalaciones apropiadas para transmitir la señal radial, no solo de la capital al interior del país, sino hacia lo que en forma propagandística se llamó América Latina.

Además el incipiente cine nacional retrataba la vida y drama de los habitantes del campo junto con música bien compuesta y con letras que ensalzaban lo que se llamaban valores familiares y patrios. Iniciaba la gran época de la canción bravía mexicana, con personas como: Ernesto Cortázar, Manuel Esperón y otros en la composición y en la interpretación Tito Guizar, Jorge Negrete, Lucha Reyes y agrupaciones como el Trio Garnica Ascencio.

Todos ellos y otros acompañándolos, fueron los cimientos para el triunfo y la difusión de la música ranchera a nivel internacional.

Pero sabemos que nuestro país es un gran mosaico intercultural. No es lo mismo el norte que el sur del país o la costa del golfo y la del Pacifico, ni el Bajío que el centro donde se asienta la Capital. En esa época era mas fácil ir a La Habana que llegar a los estados del sureste del país como Tabasco, Campeche, ni que decir de Yucatán y Chiapas que eran vistas -medio en serio medio en broma- como países extranjeros asociados al nuestro.

Eso era el aislamiento geográfico por falta de buenos medios de comunicación, por lo tanto cada región del país fue desarrollando sus propias características culturales, entre ellas como elemento principal la música.

Gracias al cine y a la Radio se extendió a nivel internacional la caracterización de la música ranchera bravía como la música que daba identidad al país; tendré que decir que eso no era cierto a nivel nacional, al son abajeño y la canción ranchera se tendrían que agregar muchos géneros musicales propios o adoptados por las demás regiones del país.

Ahora también, claro que hubieron influencias extranjeras en los gustos musicales de los mexicanos de la década de los 30. Los ritmos norteamericanos(Fox Trot, Cake Walk) argentinos(tango),peruanos (valsecitos), colombianos(bambucos), chilenos (valonas, pero sobre todo y proveniente del viejo mundo (España) llegó a México vía La Habana el BOLERO.

El bolero llegó a México por dos lugares: Yucatán, donde se nutrió de las poderosas influencias de grandes músicos y poetas originarios de esa región. El bolero se transformó en la invaluable Trova Yucateca, con músicos y compositores de la talla de Chan Cil (el mero pionero) el enorme Guty Cárdenas o el trascendental Ricardo Palmerín, además de finos letristas como el Vate Ricardo Lopez Méndez; tradición que se encargó de continuar hasta fechas recientes el gran Armando Manzanero, recientemente fallecido.

El otro lugar por donde llegó el Bolero a México fue el puerto de Veracruz. Esto fue por tener mejores comunicaciones, que fue más rápida y fácil su difusión hacia el resto del país.

Las estaciones radiales ya tenían sus propios staffs de cantantes y compositores tanto nacionales como extranjeros hacia la década de los 30. Grandes y brillantes nombres como Agustín Lara, Pedro Vargas, Emilio Tuero, Las Hermanas Landín, el Doctor Ortiz Tirado o Jose Mojica se paseaban por los pasillos y estudios de las radiodifusoras, formando así también un incipiente Star System a la mexicana, donde se fomentaba la ilusión de que el asombrado y cándido público pudiera encontrarse con sus ídolos musicales de frente.

Pero hasta entre los artistas habían clases. No todos estaban en la cima, por uno que llegara a ella habían treinta o cuarenta que no veían llegar su oportunidad, a menos que se la fabricaran por sí mismos. Ese fue el caso de un conjunto dedicado a la música bravía mexicana y liderado por un descendiente de un emigrante libanés. Dicho descendiente era Felipe Bojalil Gil, de apodo “el Charro” y el grupo eran Los Caporales.

Entre sus integrantes también estuvo un joven nacido en Irapuato, Guanajuato, que había venido a la capital a temprana edad para estudiar, y a quien solo le faltaba la tesis para graduarse como médico. Cabe recordar que en esa época todavía era requisito para graduarse como médico cirujano la elaboración de una tesis.

El joven se llamaba José de Jesús Navarro Moreno,nacido el 20 de enero de 1913. Fue hijo de un director de banda militar que quedó huérfano de padre a los tres años de edad. Su madre abrió una fonda (lugar para comer) para sostener a la familia. Ahí Chucho inició su relación con la música ya que junto a su hermana cantaban para sacar un poco de dinero entre los parroquianos y clientes. Es de hacer notar que su hermana lo traía marcando el paso -como se dice coloquialmente-pero también lo quiso mucho y de paso le enseñó a tocar la guitarra.

Esto le fue de gran utilidad ya que al venir a la Ciudad de México a hacer sus estudios de Medicina tuvo que pedirle de favor a su abuelo paterno que lo hospedara en su casa; el abuelo aceptó con la condición de que Chucho no llevara su guitarra a su casa.

Sin embargo, en sus tiempos libres Chucho se iba a vagar en las estaciones radiales XEB y XEW donde ocasionalmente tomaba trabajos eventuales, acompañando a orquestas e intérpretes de renombre como Rafael Hernández o Gonzalo Curiel.

Al final, Chucho tomó la decisión de abandonar la casa de su abuelo y se fue a vivir con unos amigos, Juan y su hermana Amalia Mendoza (que a la sazón se llamaban artísticamente Los Tariácuri) con ellos se siguió fogueando musicalmente hablando, hasta que conoce a Felipe Bojalil, quien lo invita a formar parte de su conjunto Los Caporales.

En 1937 al interrumpir sus estudios de medicina se une a la agrupación de Los Caporales y en 1938 el grupo decide partir hacia Nueva York para contratarse en alguna de las estaciones radiales del lugar.

Se ven obligados para poder trabajar en Nueva York a nacionalizarse como norteamericanos; claro está, con las obligaciones inherentes a esa situación, como por ejemplo ir al frente durante la guerra mundial.

En esa ciudad conoce y se hace amigo de un hermano menor de Felipe Bojalil, de nombre Alfredo Bojalil Gil que se había integrado al grupo.

Alfredo Bojalil Gil era hermano menor de Felipe El Charro Gil y era un diestro guitarrista que inició su carrera acompañando a sus primos Los Hermanos Martinez Gil. En el año 1940 se separó de ellos y se unió al grupo de su hermano mayor en Nueva York.

Así se logran mantener en el medio artístico norteamericano, hasta que en el año de 1944 Felipe conoció a la cantante Eva Garza y decidió casarse con ella, abandonando al grupo y por consiguiente provocando su separación.

Chucho y Alfredo deciden quedarse en Nueva York y seguir en el medio artístico. Para ello, decidieron buscar un cantante que les hiciera la primera voz;el elegido fue un cantante portorriqueño de nombre Hernando Avilés, quien cantaba tango con orquesta en locales de Manhattan. El 14 de mayo de 1944 hicieron su debut como trío llamándose Los Panchos.

La razón del nombre estuvo en que se reconocía en esa época como señal de identidad mexicana el nombre de Pancho y ellos nunca olvidaron su país de origen.

¡Y qué clase de debut tuvieron! Entre los locales que llenaron estaba nada menos que el Carnegie Hall. Se pasaron cuatro años de triunfos en la Gran Manzana y volvieron después de diez años en Estados Unidos a su añorado país, ya con un nombre y fama en el año 1948 .

Tanto Chucho Navarro como Alfredo Gil aparte de ser buenos guitarristas, descubrieron sus capacidades para la composición. Para muestra este botón, Como Un Rayito de Luna,de la inspiración de Navarro:

O esta otra clásica de la inspiración conjunta de Navarro y Gil , Sin un Amor:

También grabaron a otros autores tanto mexicanos como extranjeros. En el siguiente audio que les ofrezco, la canción es Caminemos de la autoría del compositor brasileño Herivelto Martins, compuesta en 1947 y grabado por el trío en octubre de 1948:

El trío llegó a México con todos los triunfos posibles ganados en Estados Unidos, lo que les valió un buen contrato de grabación para la marca Columbia en México, ya que ellos habían trabajado para la Columbia Broadcasting System como estación radial en New York.

México durante la posguerra había aprovechado las muchas oportunidades que se presentaron para hacer buenos negocios. Fue proveedor de los países aliados, lo que desembocó en una apertura al mundo tanto cultural como comercialmente.

Tanto Jorge Negrete como Los Panchos eran representantes de la mexicanidad ( cualquier cosa que sea esta) en dos vertientes diferentes.Por un lado la gallardía y altivez del Charro Mexicano y por otro la vertiente suave y sentimental del romanticismo de la lírica mexicana.

Se debe hacer notar que las armonías a tres voces y las habilidades musicales en las guitarras de Navarro y Gil , además de las capacidades como compositores de ambos fueron las bases del éxito del trío.

Escuchemos otra clásica con Los Panchos, de la autoría del gran músico Claudio Estrada y con la bella voz solista de Hernando Avilés les presento la canción Contigo:

O esta otra de Pepe Guízar con los portentosos Panchos, Sin Ti:

Y qué les parece esta otra, de Chucho Navarro, Una Copa Más:

Los Panchos lograron una enorme fama sobre todo en América Latina con este tipo de canciones que a través de los años han vendido decenas de millones de discos a nivel mundial. No solo conquistaron a América sino que también incursionaron con éxito en Europa, con presentaciones muy concurridas en España,Francia e Italia (en donde grabaron un LP con Gigliola Cinquetti), pero también de manera muy sorprendente en Japón, donde fueron muy admirados.

Tienen discos grabados en francés, italiano, inglés y japonés. Participaron en 50 películas de la Época de Oro del cine nacional y por su alineación desfilaron grandes voces como la del citado Hernando Avilés, Julito Rodríguez, Raul Shaw Moreno, Johnny Albino, Enrique Cáceres, Ovidio Hernández y Rafael Basurto.

También en la década de los 60 grabaron varios LPs con la cantante norteamericana de origen sefardí Eydie Gorme (Gormezano), de exitosa carrera tanto solista como con su esposo Steve Lawrence. Del primer memorable álbum, grabado en 1964 surgieron estas dos bellas canciones. La primera, Luna Lunera:

https://www.youtube.com/watch?v=OrbUwjCsiUo&feature=share

Y esta otra muy destacada, con la voz característica de Johnny Albino y la participación estelar de Eydie Gorme, No Te Vayas Sin Mí:

Todavía en la década de los 60 con la música A Go Go, y el maravilloso Rock que se hacía en México, los Panchos colocaron en la cima de la popularidad del año 1967 la canción Celoso; en este video con otro de sus cantantes estelares, Enrique Cáceres:

Cover a la canción Jealous Heart que contó con interpretaciones de Patti Page y de Connie Francis, aunque el cover de Los Panchos se basó en la versión de Tab Hunter.

Como todos los grandes ídolos también el trío Los Panchos tuvo su lado oscuro, que no voy a comentar. Prefiero dejarlos con su bella música. El señor Alfredo Gil se retiró del grupo en 1981 y falleció en 1999. Chucho Navarro siguió con el grupo hasta su muerte en 1993.

Esta fue una lista muy somera de sus canciones, por fuerza hay omisiones y pido a mis lectores completar con las rolas que más les gusten del trío. El legado musical de Los Panchos es muy vasto como para ser abarcado en un trabajo breve como este.

De igual manera, les prometo hacer una columna dedicada a otros importantes trios mexicanos y extranjeros que siguieron la pauta marcada por Los Panchos. ¡Nos leemos la siguiente semana amigos!

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