Martin Scorsese en uno de los directores más importantes dentro de la cinematografía mundial. Con obras como Taxi Driver (1976), Goodfellas (1990), Raging Bull (1980), After Hours (1985) y The Wolf Of Wall Street (2013), entre muchas otras, se ha ganado el respeto de la crítica especializada y de los cinéfilos que siempre esperan una nueva película del realizador. Pero también dentro de la filmografía de Scorsese nos encontramos con su pasión por la música, ya sea eligiendo las canciones que están dentro de los soundtracks o realizando documentales dedicados a grupos y solistas de rock como The Band en The Last Waltz (1978), The Rolling Stones con Shine a Light (2008), George Harrison: Living In The Material World (2011) y por supuesto No Direction Home: Bob Dylan (2005) para el serial American Masters. Ahora el cineasta nos presenta un nuevo documental, para la plataforma de streaming de Netflix, en donde se vuelve a centrar en Bob Dylan y ahora revisa la gira Rolling Thunder Revue que abarcó los años de 1975 y 1976.

Para el año de 1975, Bob Dylan salió en una caravana musical acompañado de un grupo de celebridades como Joan Baez (quien en el documental No Direction Home confesó que le molestó que Dylan decidiera cambiar la guitarra acústica por la eléctrica), Ramblin´ Jack Elliott, T Bone Burnett, Mick Ronson (guitarrista que acompañó durante algún tiempo a David Bowie), la violinista Scarlet Rivera, Joni Mitchell, Roger McGuinn y el poeta Allen Ginsberg quien terminará como roadie de lujo en el tour cuando es retirado del pizarrón de actos. Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story explora no sólo el contexto histórico en que se dio esta serie de recitales (incluido el escándalo  Watergate que involucró al entonces presidente Richard Nixon), sino que también nos presenta la preparación del show desde los ensayos y algunas reuniones a donde el músico asistió y se encontró con personajes como Patti Smith (a quien en los créditos la llaman la poeta punk) quien interpreta Archer´s Song en un pequeño bar. De igual manera podemos observar a Dylan conduciendo el remolque que llevó al elenco a las ciudades en donde se presentaron.

Bob Dylan dejó de hacer giras en el año de 1966 y regresó, como bien apunta el documental, hasta 1974 cuando se unió a The Band y tocaron en varias arenas de los Estados Unidos con localidades agotadas. Aunque recordemos que antes el músico se había presentado en un show en el festival de Isle Of Wight en Inglaterra en 1969 y también aceptó la invitación que le hizo George Harrison para pisar el escenario del Madison Square Garden en el famoso Concierto para Bangladesh en agosto de 1971. Al ver el éxito de Dylan con The Band el empresario Jim Gianopulos decidió invertir en el tour y como él mismo explica en la película de Scorsese: “La idea de la gira fue mía, si un concierto de Crosby, Stills, Nash y Young dejaba ganancias de 50 mil dólares por noche; una revista musical con Bob Dylan era una mina de oro. El dinero estaba ahí sólo era cuestión de recogerlo”. Aunque claro que Gianopulos no contó con que la gira se llevaría a cabo en lugares pequeños, como teatros o centros cívicos (curiosamente vemos una presentación en un local en donde varios ancianos juegan bingo o en una reserva india en donde le rinden tributo al jefe Rolling Thunder de quien tomaron el nombre para el espectáculo). Así mismo apreciamos al personal del tour repartiendo volantes para invitar a los transeúntes a presenciar el concierto. Incluso se rescatan testimonios de asistentes que se quedaron a acampar afuera de los inmuebles para poder entrar. Finalmente Gianopulos, al igual que Dylan, reconocen que en lo económico la gira fue un total fracaso.

La película nos presenta a un Dylan completamente relajado, incluso divertido, a quien el reportero de la revista Rolling Stone, Larry “Ratso Sloman, nunca puede sacarle una declaración y cuando interroga a los músicos que acompañan al artista tampoco le dicen nada. “Le pregunté Mick Ronson que le comentaba Dylan de la gira y me respondió que Dylan ni siquiera le habla”. Scorsese se encarga de presentarnos la fuerza del músico sobre todos los escenarios que pisó. Cada una de las canciones del repertorio es una muestra de ese rock setentero en donde las guitarras de Mick Ronson, T Bone Burnett, Steven Soles y David Mansfield más el bajo de Rob Stoner y la batería de Howie Wyeth le imprimen esa potencia a los clásicos del cantante. Aunque también permanecen sus momentos folk en donde canta a dueto con Joan Baez, quien en algún momento tienen una charla referente a las relaciones amorosas (“me casé con la persona que amo” dice Dylan. “En cambio yo me casé con la persona que creía amar” le responde Baez).

Mucho del material fílmico que rescató Scorsese para esta obra fue obtenido gracias al trabajo que el cineasta Martin Von Haselberg realizó al registrar en película (con los fotógrafos David Myers, Howard Alk, Paul Goldsmith y Michael Levine) la gira Rolling Thunder. Von Haselberg -quien por momentos se muestra en una actitud molesta durante las entrevistas para el documental- nunca pudo completar su proyecto en los setentas e incluso se convocó, por sugerencia del mismo Dylan, al actor y dramaturgo Sam Shepard para que escribiera algunas ideas y así poder aterrizar lo filmado por el realizador.

Sorpresivamente en la cinta vemos a una bella jovencita llamada Sharon Stone la cual, con divertida anécdota que involucra una playera de Kiss, se unirá como asistente al tour en donde Dylan le dirá que le compuso una canción llamada Just Like a Woman. “Me sentí feliz por la canción hasta que alguien me dijo que ese tema ya tenía diez años de haber salido”. El ahora premio Nobel aclara que Stone les decía que ella deseaba ser actriz cosa que finalmente consiguió.

Si en el documental No Direction Home: Bob Dylan, el cineasta nos mostraba el difícil camino que le costó recorrer a Dylan luego de cambiar su estilo folk al tocar la guitarra eléctrica, con un set rockero que inició con Maggie´s Farm, en el festival de folk de Newport en 1965 en donde lo abuchearon y le gritaron judas e incluso ser fuertemente criticado por personalidades como Woody Guthrie; aquí en Rolling Thunder Revue lo vemos desempeñándose como un excelente guitarrista de rock con temas como When I Paint My Masterpiece, A Hard Rain´s A-Gonna Fall, Isis o One More Cup of Coffe, en donde el violín de Scarlet Rivera acompaña bellamente la melodía. Pero también nos encontramos con el artista combativo quien protesta (e irrumpe en las oficinas de la compañía disquera) por el injusto encarcelamiento del boxeador Rubin Carter a quien visita en prisión y le compone la canción Hurricane que saldría en el álbum Desire (1976).

Una semana antes del estreno del documental de Scorsese, salió a la venta un Box Set llamado Rolling Thunder Revue, The 1975 Live Recordings que contiene 14 discos compactos que registran parte de ese tour el cual previamente había sido revisado en la colección Bootleg Series en su quinto volumen del 2002. De esos 14 discos los primeros tres son ensayos en el estudio mientras que el resto fueron grabados en sus presentaciones en lugares como Boston, Montreal, Cambridge y Providence entre otros lugares. Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese es una buena opción para conocer un poco más de la vida y obra de este creador a quien se ha considerado como una de las grandes influencias dentro del rock y la literatura.

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