No exagero al hablar de la calidad de Robbie Williams, que desde muy joven comenzó en la música, formó un grupo llamado Take That, esta era una de las muchas bandas formadas en los años 90’ con una temática juvenil relacionada al pop. Es bien sabido que comparando su carrera como solista y la de su anterior banda, podemos hablar de dos cosas totalmente diferentes.

Robbie Williams se presentó como artista principal en el Corona Capital 2018, este es uno de los festivales más importantes de México. Asistí a este concierto después de 12 años del último en 2006 y me resultó uno de los mejores que he presenciado, claro, no es que haya ido a una infinidad, ni he visto a todos los mayores exponentes de la música en vivo, pero este me pareció un artista completo y en este texto explicaré las razones.

Llegué el sábado 17 de noviembre al Autódromo Hermanos Rodríguez para una edición más del Corona Capital a lado de mi novia Elena; este es un festival que disfruto mucho por la calidad de artistas que se presentan año con año. En este cartel destacaba Robbie Williams, New Order, The Chemical Brothers, Imagine Dragons, entre otros.

La espera fue larga para ver al cantante inglés, íbamos de un escenario a otro buscando buena música y poder pasarla bien con todas las actividades que tiene un festival de esta categoría. Yo estaba muy emocionado por ver a Robbie aunque mis expectativas no eran muy altas, me gustaba mucho antes de ese día pero no esperaba mucho del show.

Llegó el momento del concierto el cual comenzó de una manera muy particular, una parodia del himno de Estados Unidos pero adaptado a Robbie Williams, pensé que era algo muy original en materia musical y que nos preparaba para lo que es este hombre, alguien muy irreverente y con tendencias cómicas que nos daría una de las mejores noches de nuestra vida.       

El señor Robbie Fucking Williams como el mismo se nombró al presentarse salió al escenario vistiendo una playera negra con un decorado y una falda. En lo que a mi respecta nunca había visto algo parecido en su género. Comenzó con mucha fuerza y entusiasmo, se notaba que estaba feliz por volver al país después de muchos años de ausencia.

Comienza a decir unas palabras en español para generar una simpatía exquisita a los que se le suman momentos graciosos dentro de las canciones, como lo es poner a la mitad de una de sus canciones a Village People y “molestarse” con su banda por eso. Se destaca también esta última la cual combinaba de buena manera con las bailarinas que dieron un gran espectáculo visual y artístico.

En algunos momentos tenía un jugueteo con la gente al propio estilo de Freddie Mercury, todo natural y a su manera sin pretender más de lo que es, una prueba de esto es cuando habla de George Michael para introducirnos a un cover que hace de Freedom. Posteriormente el juego con el público seguiría y éste tenía que completar la letra de canciones de personajes como Bon Jovi, Prince y Amy Winehouse.

Nos contó de su vida y de lo feliz que era siendo papá de tres pequeños, a la par esto servía de introducción de canciones poco reconocidas del cantante. Robbie Williams se ganó al público antes de tener más de 30 minutos arriba del escenario y lo hizo de una manera fresca y natural sin el afán de pretender las cosas, esa noche todos éramos Robbie.

Lo más increíble de la noche fue cuando subió a una fan, esto lo hizo a su manera, colocó un sillón en el escenario y le dedicó Something Stupid a la chica mexicana, culminó el encuentro con un tierno beso y un coqueteo demasiado cómico que hizo que todos quisiéramos estar arriba con él.

Para cerrar la noche regresó para cantar Better Man a lado de su padre, Peter Williams, poniéndole la cereza a un concierto lleno de emociones donde todos gritaban y coreaban sus canciones. No podían faltar sus mayores éxitos como Angel, Rock DJ y Feel.

Al último cuando la música había parado regresó para hacer un pequeño karaoke con el público con algunas canciones famosas de la historia de la música. Agradeció a todos los asistentes prometiendo volver pronto al país y traer música nueva y un nuevo show.

Robbie Williams dejó uno de los mejores sabores después de casi dos horas de concierto. Siendo (para mi gusto) la mejor presentación ese día de Corona Capital y que perdurará en la memoria como uno de los mejores showman que siguen vigentes hoy en día.

Y es que el momento fue muy especial ya que estar con este presentador tan carismático hizo que valiera cada centavo y cada minuto estar vivo esa noche. A eso sumarle que estuve con una de las personas más especiales para mi hizo que simplemente diera gracias por todo lo que estaba sintiendo.

Sin duda ha sido de los mejores conciertos y presentaciones de las que he sido testigo, me gustaría que más artistas tuvieron el compromiso que el tuvo esa noche. No se trató nunca de la calidad musical o no, no importaba si nunca habías escuchado su música, fue algo que miles de personas disfrutaron.

 

 

 

 

 

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