Recuerdos del futuro era el título de un libro escrito por el suizo  Erich Von Dâniken en 1956.  El autor planteaba la hipótesis acerca de que civilizaciones milenarias en la tierra habían sido visitadas por extraterrestres que los proveyeron de conocimientos tecnológicos. Así explica, por ejemplo, la construcción de las pirámides de Egipto o las asombrosas líneas de Nazca en Perú. Hay numerosos relatos de mensajes enterrados en cápsulas para ser rescatados mucho tiempo después. Algunos ejemplos. El cineasta George Lucas asegura haber enterrado una cápsula con objetos de merchandising de Star Wars en su rancho, Skywalker. Es conocida también la cápsula del milenio, un mensaje hacia el futuro que contiene entre otros objetos, un pedazo del muro de Berlín, la trompeta de Louis Armstrong y los anteojos de Ray Charles. Por su parte, el naturalista norteamericano, Ivan Sanderson (1911-1973) utiliza el término Oopart (del inglés, out of place artifact; en español: artefacto fuera de lugar) para dar cuenta de un objeto que presenta interés histórico o arqueológico que se encuentra en un contexto inusual que hasta puede desafiar la cronología convencional. Esas pueden ser, tal vez, algunas de las sensaciones que quedan dando vueltas al espectador que acaba de presenciar los tres episodios de Get Back (Peter Jackson, 2021). Y seguidamente, luego de pasado el estupor, se preguntará ¿cómo es que este tesoro de la cultura contemporánea estuvo arrumbado por medio siglo? Tal vez, algo parecido le haya ocurrido al cineasta Peter Jackson quien se lo topó en forma casi accidental.

En un reportaje publicado en “La Revista” de La Nación, comenta que en medio de una reunión con dos ejecutivos de Apple Corps en Londres que lo habían citado para pedirle consejo técnico para una muestra itinerante que finalmente no se hizo “me di cuenta de que era mi oportunidad para hacerles una pregunta que había estado dentro de mí durante los últimos 30 años: ¿Qué pasó con las sobras del film Let it Be? (Nada menos que 57 horas de película y 130 horas de audio inéditas registradas durante las sesiones del proyecto Get Back de los Beatles). Me contaron que las tenían ellos, que estaban pensando en usarlas para armar un documental. Entonces levanté la mano y les dije que si estaban buscando a alguien que lo hiciera, aquí estaba yo. Voluntario, me ofrecí a ser esa persona”. Hay en su trabajo de artesano audiovisual, una labor arqueológica de restauración: “El problema es que la película estaba hecha en 16 mm y el sonido había sido grabado de forma separada. Había que juntarlos. Fue difícil porque no había sincronización, ni siquiera había habido claqueta, tuvimos que hacer todo leyendo los labios (…) Era muy consciente de que aquello que no iba a usar quedaría en una bóveda, sin verse, durante otros 50 años. Así que lo terminé con todo lo que yo mismo querría ver”. A modo de muñecas rusas, Jackson se propone mostrar  el making  of de lo que finalmente fue Let it be, de hecho se lo ve a su director  Michael Lindsay–Hogg, pero sin recurrir a las escenas ya editadas de ese film. Como un reality show anticipatorio, recorre lo sucedido durante el mes de enero de 1969 entre los estudios Twickenham y Apple, en Londres: “planeando un concierto que nunca se lleva a cabo” y “un concierto que sí se lleva a cabo, que no fue planeado”, sostiene Jackson en un artículo en The Guardian. La distancia temporal parece obrar a favor de Jackson ya que mucho de ese material resultó descartado en su oportunidad, entre otras cosas, porque la banda se encontraba en proceso de desvinculación en medio de una contienda personal y comercial. Como suele pasar con los hechos ocurridos a tan larga data, el mismo McCartney no recordaba muchos de los detalles, nunca había visto ese material guardado y, según Jackson, estaba bastante nervioso con lo que allí aparecería: “Yo había comprado el lado oscuro de nuestro final y llegué a pensar que era el responsable. En el fondo de mi mente siempre tuve la idea de que esto no era realmente así, pero no tenía las pruebas”, confesó McCartney.

Ahora bien, cuando se traspasa la pantalla lo que allí se ve no deja de asombrar: unos Beatles cotidianos, joviales, íntimos; su atuendo y su música, claro, podría verse y escucharse en este 2021. Y es que una de las características que parecen signarlos como una de las bandas más influyentes de la música popular es esa extraña contemporaneidad que los acerca a muchas generaciones posteriores a las de ellos mismos. A medida que avanza el film, parece perderse la cronología, la época y, lejos de presentarse como un recuerdo del pasado, las escenas nos muestran a esos Beatles presentes, contemporáneos. Si alguna vez se deseó ser una mosca para estar en medio de ellos y contemplar su modo de trabajo, esta es la oportunidad para hacerlo casi en tiempo real.

Algunos momentos que se recatan de esa cápsula del tiempo:

  • Harrison ha dejado el grupo en forma intempestiva luego de sentirse ninguneado (“Creo que voy a dejar la banda”, dice Harrison. Lennon pregunta: “¿Cuándo?”; “Ahora”, responde el guitarrista. Al salir de Apple le dice a sus compañeros: “Nos vemos en los clubes”); Lennon no aparece y McCartney esboza apesadumbrado: “Ahora sólo quedamos dos”. La cámara se acerca a su rostro y de detiene en los  ojos cargados ¿al borde del llanto? ¿indignado? ¿dolido? ¿desolado? Esa frase: “Ahora quedamos dos”, vista medio siglo después, eriza la piel; y el adverbio demostrativo cargado de temporalidad “ahora”, ancla en un presente que parece  hasta asignarle el carácter de una premonición.

https://www.youtube.com/watch?v=RYzjNE0_NKY

  • Luego aparece Lennon y ambos comparten un almuerzo con el pedido expreso de que no sea filmado. Sin embargo, los encargados de registrar el día a día, colocan un audio en el florero de la mesa y así se registra el audio en el que hablan sobre la situación de Harrison. Un reflexivo Lennon argumenta que: “Es una herida supurante, y ayer permitimos que fuera aún más profunda. Y no le dimos ningún vendaje”. Harrison, quien parecía haberles mandado un mensaje en la letra de I me mine, retornará a su debido tiempo.
  • Pocas veces puede contemplarse el instante exacto de la creación. Uno de los tesoros guardados en esa cápsula fílmica es el momento mágico en que McCartney compone “Get Back”. De un modo poco usual, por lo general el instrumento más utilizado para componer es el piano o la guitarra, McCartney galopa sobre su bajo Hôfner 500/1 modelo violín, y a modo de una danza o ritual parece convocar a la música. La persistencia tiene sus frutos y la melodía va tomando forma y hasta atrae la atención de sus displicentes compañeros (Harrison y Starr) que se mostraban presos del hastío. Tal vez ese modo de composición en el que el ritmo llama a la melodía sea la causa de la potencia rítmica del tema.

https://bittube.video/w/gSfr59rrenSk3tcYapuYBc?fbclid=IwAR0fTLstLNz04jH85HyAlZME_Z85RaJ4gkFWOBbNfHraz2WG37495PMhgfs

En síntesis, aún las imágenes límpidas, brillantes, el sonido envolvente y los momentos de alegría y diversión que rescata Get Back -y es tal vez este uno de sus grandes logros- no ocultan las tensiones que también circulaban entre  Los Beatles. Tensiones que, a la distancia, dan cuenta de procesos humanos de crecimiento, diferenciación, de madurez. Sólo que en este caso todo quedaba expuesto como un gran reality. Pero también se observa de un modo claro –y este resulta otro acierto del trabajo arqueológico de Jackson y su equipo- que el momento de la reunión, del encuentro entre los cuatro para hacer música en el estudio, da cuenta de una química única, de larga data, y que a pesar del hastío, la tensiones, las peleas  y los desplantes, parece permanecer intacta.

Buenos Aires, 29 de noviembre de 2021.

Referencias:
Dell´Isola, S. (2021) “Sensación mundial. Habla el hombre que traerá de vuelta a los Beatles”, en La Revista de La Nación, 20 de noviembre de 2021, Buenos Aires. En línea: https://www.lanacion.com.ar/la-nacion-revista/sensacion-mundial-habla-el-hombre-que-traera-de-vuelta-a-los-beatles-nid20112021/
Freedland, J. (2021) “The Beatles were like aliens from the future in 1969 – and they are still as radical today”, en The Guardian, 26 de noviembre de 2021, Reino Unido. En línea: https://www.theguardian.com/commentisfree/2021/nov/26/get-back-past-beatles-present-fab-four?fbclid=IwAR0KfrQAdp7FqWTYtTmkYk949FcGk2PJjsGOI0CS969gk4-nmQoPOWtmMLc

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