A finales de la década de los ochenta Paul McCartney regresó a los escenarios mundiales con el álbum Flowers in the Dirt (1989), en ese entonces la gira se llamó sencillamente World Tour realizada entre 1989 y 1990. Tres años después el ex beatle publicó su obra Off The Ground (1993), que lo llevó nuevamente a presentarse en concierto con el ahora New World Tour con lo que visitó localidades en Estados Unidos, Europa, Australia, Nueva Zelanda y Japón, así como Argentina, Chile, Brasil (nación que visitó en 1990) y México. Este tour, a diferencia del anterior, sólo duró un año, el cual inició en Milán, Italia, el 18 de febrero en el Forum di Assago y culminó el 16 de diciembre en el Estadio Nacional de Santiago de Chile.

Los músicos que lo acompañaron fueron los mismos de 1989-90, a excepción de el baterista Chris Whitten que fue sustituido por Blair Cunningham, con lo que en la guitarra principal estuvo Robbie McIntosh, en guitarra y bajo Hamish Stuart, en los teclados Paul “Wix” Wickens y Linda McCartney. También recordemos que esta serie de conciertos serían los últimos dentro de una gira durante los noventa; debido a la enfermedad y muerte de Linda McCartney en el año de 1998, el ex beatle dejó por un tiempo los escenarios y sólo grabaría la obra Flaming Pie (1997), para regresar dos años después, antes de fin de siglo, con un álbum de covers, Run Devil Run, y un recital en The Cavern Club, pero eso es otra historia.

La fechas señaladas para los conciertos en la Ciudad de México de Paul McCartney fueron los días 25 y 27 de noviembre de 1993 y el lugar que recibió los recitales fue el Autódromo Hermanos Rodríguez, el cual se acondicionó con unas estructuras metálicas para levantar las tribunas y para la parte de pista se colocaron sillas para las diferentes secciones en las que se dividió el improvisado recinto. Posteriormente esa misma infraestructura sirvió para los conciertos de Madonna en los primeros días de noviembre de ese mismo año, el de Pink Floyd de 1994 y los de The Rolling Stones en enero de 1995, todo esto previo a que se construyera el Foro Sol, en ese terreno, que fue inaugurado en 1997 y que tuvo la presencia de David Bowie con su tour Earthling.

Los boletos para el evento, que se vendieron desde el mes de septiembre, se agotaron en horas como lo reportó Idalia Barrera, para el informativo Reforma, en donde un vocero de la empresa promotora Ocesa declaró: “Los boletos se comenzaron a vender en México desde septiembre y fue increíble; realmente la gente reaccionó como se esperaba, no era para menos con un espectáculo de esta magnitud”.

De acuerdo con la información que se manejó en la prensa mexicana, en una nota aparecida el día 26 de noviembre en el periódico Reforma, los reporteros Hugo Lazcano y Carlos Meraz, señalaron que McCartney llegó a la Ciudad de México el jueves 24 aproximadamente a las 4:20pm de la tarde procedente de Japón en donde había realizado recitales en Tokio y Fukuoka. La nota dice: “Aunque en un principio se mantuvo total hermetismo por la llegada del músico inglés a tierra azteca, el ex beatle arribó en un vuelo comercial con capacidad para 12 pasajeros. La pareja, junto con otro acompañante, abordó una limusina que los estaba esperando para llevarlos directamente al Autódromo Hermanos Rodríguez, donde tres horas después ofrecieron una conferencia”. 

La conferencia de prensa fue un hecho curioso que McCartney ya no volvería a realizar en sus futuras visitas a México. Durante ésta se le realizaron todo tipo de preguntas que el músico respondió amablemente y por momentos con sentido del humor. El diario La Jornada el día 26 de noviembre, a través del periodista Luis Enrique Ramírez, dio cuenta de ello. En algún momento se le preguntó al ex beatle si se reuniría con Ringo Starr y George Harrison  en un programa de televisión e incluso si existían planes de  grabar nueva música, a lo que Paul respondió “con teatral turbación para provocar la risa: – Eh… Hay planes para hacer una serie de televisión el próximo año, pero en realidad es un recorrido por la historia de The Beatles. Cada uno de nosotros hemos grabado ya entrevistas para ello. Si se necesita música para la serie, nosotros podríamos reunirnos en enero en un estudio y, si descubrimos que disfrutamos juntos nuevamente y pensamos en algo interesante, podríamos volver a tocar”. Con esto McCartney ya daba las primeras pistas del proyecto Anthology.

En la reunión con los reporteros el artista habló del futuro de la música e indicó: “Después del auge de las computadoras y sintetizadores, seguramente ahora hay un regreso a la música acústica”, además consideró que “también el rap es una forma de música interesante que ha sobrevivido”.  Y agregó que “cada generación necesita tener una forma de música propia, a través de la cual demuestre su rebelión”. Por supuesto que no faltó el “periodista” que no se preparó y preguntó a Paul si tenía planes de grabar la cantata que hizo en 1991, a petición de la Orquesta Filarmónica de Liverpool (el Liverpool Oratorio publicado en 1991), a lo que McCartney contestó de forma irónica: -“Ya la grabé. Si quiere, le puedo regalar un disco. Si me da el número de su habitación, puedo entregarle dos”.

El 25 de noviembre, el día del primer concierto en México, el cronista Pablo Espinosa, de La Jornada, redactó un texto en donde se podía leer: “Paul McCartney en México. Cantará por primera vez aquí, esta noche, ante alrededor de cincuenta mil fervorosos, curiosos, lennonianos rencorosos, fresas con crema y tacos, semieducados sentimentalmente por Michelle y muchos ayeres desde Yesterday. El nuevo foro de conciertos macro, ubicado en el  Autódromo Hermanos Rodríguez, se cimbrará esta noche con el egregio cincuentón, sin sus wings a la velocidad del sonido pero con un par de estupendos guitarristas Hamish Stuart y Robbie McIntosh y Blair Cunningham haciendo cunnilingus (sic) en la bataca y desde luego Linda Eastman (sic) en teclados y cámara fotográfica Eastmancolor (sic)”.

El día del primer concierto de Paul McCartney en la ciudad de México todo era expectación, el sueño de muchos seguidores de The Beatles se cumplía, en las inmediaciones del lugar se vendía la mercancía no oficial del concierto, como las playeras, posters, calcomanías, tazas, vasos y demás productos con el nombre e imagen del artistas grabados en ellos; así como los puestos de comida que atendían a los asistentes que esperaban el show. De acuerdo a una nota de Reforma, a cargo de Angélica de León, reportó que el superintendente de la Secretaría General de la Protección y Vialidad del Distrito Federal, José Luis Muñoz, señaló que para el concierto del ex beatle se montó “un operativo que contó con 150 granaderos, 100 policías de la femenil, 100 elementos de la policía montada y 100 de vialidad“.

Al ingresar al recinto, se entregó un programa con motivo del New World Tour, una revista que contenía información del tour, algunos datos de la gira pasada y de los integrantes de la banda que acompañó a McCartney, así como cuestiones ecológicas y vegetarianas. Una vez que llegó el momento del concierto, la emoción no se hizo esperar, en la reseña escrita por Jorge R. Soto, en el suplemento Nuevo Siglo, del periódico El Universal, redactó: “El espectáculo empezó ¡por fin! En punto de la hora señalada con un collage fílmico que, mediante la revisión de la música de The Beatles, recorrería la trayectoria del grupo hasta que Paul McCartney se convirtió en solista. -Hola México. Yo no hablo mucho español pero estoy muy contento de estar aquí- dijo el compositor al público que enarbolaba pancartas en las que se leía: Thanks Paul. We Love You, Beatles Forever y muchas otras leyendas”. Por cierto al comenzar el concierto los asistentes que se encontraban en los asientos de la zona de pista, se subieron a las sillas lo cual causó molestia y un descontrol en donde no quedó más remedio que trepar a los asientos.

Luego de la mencionada introducción con las imágenes dio inicio el recital como lo recuerda el periodista Eduardo García, en su crónica publicada por la Revista de Revistas del diario Excelsior: “Son las 20:46 y sobre las pantallas brinca de un lado a otro la palabra ¡Now!, y aparece en escena Paul McCartney que con su bajo inicia los acordes de Drive My Car. La locura colectiva es incontrolable y en las pantallas se dibuja: Beep-beep Yeah que ya es coreada por todos los asistentes”. Además de los éxitos como Jet, All My Loving, Yesterday, Band On The Run, Magical Mystery Tour, Michelle, Let It Be, My Love, Lady Madonna y Penny Lane, entre otros, el ex beatle ofreció varias canciones de su álbum Off The Ground, que en ese momento era lo más reciente, por lo que pudimos disfrutar de Looking For Changes, Hope Of Deliverance, Off The Ground, Peace In The Neighbourhood, Biker Like an Icon y por supuesto C´mon People en donde ese momento provocó los gritos de emoción y varias lágrimas de la audiencia al aparecer en las enormes pantallas la imagen de John Lennon.

De igual manera el espectáculo tuvo su momento acústico, herencia del programa de MTV Unplugged, que inició con el solo de guitarra de Robbie McIntosh, el llamado Robbie´s Bit (Thanks Chet), para dar paso a Good Rockin´ Tonight, We Can Work It Now, I Lost My Little Girl, Ain´t No Sunshine, Michelle, Here There and Everywhere y Yesterday. Hacia la parte final, después del encore Paul regresó con Band On The Run, I Saw Her Standing There y llegó el momento de escuchar Hey Jude, en la cual 50 mil almas se unieron en una sola voz para entonar el Na Na Na Na Hey Jude. Paul se despidió del público mexicano y desapareció del escenario para dejar detrás a una audiencia que seguía coreando la clásica canción de The Beatles. El mismo Jorge R. Soto remató su texto de manera acertada: “Paul McCartney ofreció un espectáculo que desencadenó una serie de emociones encontradas muy difíciles de transmitir con palabras. La belleza estética y la nostalgia que recorre el cuerpo cada vez que se evoca aquel momento. Decir -extraordinario- sería demeritar tan impresionante espectáculo”.  

El repertorio que eligió Paul para ambos conciertos fue el mismo, no hubo cambios, pero no fueron necesarios, porque fue perfecto:

Drive My Car
Coming Up
Looking for Changes
Jet
All My Loving
Let Me Roll It
Peace in the Neighbourhood
Off the Ground
Can’t Buy Me Love
Robbie’s Bit (Thanks Chet)
Good Rockin´ Tonight
We Can Work It Out
I Lost My Little Girl
Ain’t No Sunshine (with Hamish Stuart) (Paul on the drums)
Hope of Deliverance
Michelle
Biker Like an Icon
Here, There and Everywhere
Yesterday
My Love
Lady Madonna
C’mon People
Magical Mystery Tour
Let It Be
Live and Let Die
Paperback Writer
Back in the U.S.S.R.
Penny Lane
Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band

encore

Band on the Run
I Saw Her Standing There
Hey Jude

 

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