Entre febrero y abril de 1980, Ringo estuvo Durango filmando  la película  “Caveman”, en el que compartió créditos con la actriz Barbara Bach (su esposa posteriormente),  Shelley Long, Dennis Quaid y el jugador de futbol americano, John Matuszak .Existen muchas anécdotas e historias alrededor de esta histórica visita de un beatle a Durango pero tal vez ninguna como la que le sucedió a Paty.

Patricia Sánchez Hernández, duranguense y maestra de profesión, es una de las personas que han vivido experiencias inolvidables durante su vida, a sus 60 años, es madre de familia y una amorosa abuela, aunque hay un hecho que la marcó de por vida en el año 1980 y que jamás se imaginó ¡Conocer, hablar y hasta bailar con un  beatle… Ringo Starr!

Con la sencillez que la caracteriza y aún con la sonrisa de recordar ese bello momento, Paty nos abre las puertas de su casa para  conocer  la historia  en una amena charla:

 ¿Primeramente qué  significan Los Beatles para usted, en qué momento llegan a su vida?

Bueno yo los conocí por mis compañeras de la escuela, en la secundaria, y era una música muy agradable, a todas nos gustaba pero tenía el rechazo de mi papá; en mi casa eran  “Los rebecos” (Los Beatles)  decía mi mamá: -son muy rebecos y esa música no sirve, ellos no son músicos- En mi casa jamás se escuchaba la música de esos tiempos, 70s y 80s no se escuchaba la música en inglés, claro que yo si la escuchaba pero en las tardeadas y a Los Beatles ahí los escuchábamos, a mí  me gustaban pero no podía (oírlos). Cuando era adolescente tenía la prohibición estricta de mis papás de escucharlos, pero a mí me gustaban, no era tan importante como para otras personas, a otras si porque ellos tenían el apoyo de sus familias de escucharlos y yo no. Me gustaban pero no lo podía expresar, tenía que decir que me gustaba otros cantantes, estaba los españoles Julio Iglesias y otros pero la música en inglés estaba también presente; recuerdo por ejemplo  la voz de Paul McCartney con   “Hey Jude”  era algo  bueno, realmente todas las canciones que iban saliendo eran bien aceptadas.

¿Cómo es la historia de cuando conoció a Ringo Starr?

Yo creo que fue una historia muy afortunada, una experiencia muy muy emotiva, para mí fue algo muy bello. Tenía una amiga de ese entonces y fuimos a la disco que se llamaba “Plaff” , dijimos  vamos a conocerla – creo que después se llamó “Movieland”- y fuimos  a bailar, nos gustaba a las dos. Nos sentamos  en una mesa, estaba todo el mundo bailando música en inglés y empezamos a bailar, cuando nos damos cuenta que en la segunda mesa estaba Ringo con todos los de la película (Caveman)  y no podíamos hacer nada, pero lo veíamos discretamente, luego llegó el mesero y nosotras pedimos algo de tomar, en ese entonces  yo tenía 30 kilos menos (risas) y 21 años, entonces se acercó el mesero y nos avisó “señoritas dice Ringo que si se quieren ir  a su mesa”, nos quedamos sorprendidísimas y las dos dijimos siiii , sin pensarlo,  y nos paramos; cuando llegamos a la mesa él estaba a la orilla cerca de la pista y todos los demás platicaban, realmente no ponían atención, estaban cada quien en su plática, entonces él me dice  -“Hey you, come on” –  y acercó una silla junto a él para que me sentara a su  lado  y eso hizo que  mi amiga se sintiera (decepcionada);  la verdad, ella era una mujer bonita, yo soy más morena, más mexicana, pienso que por eso tenía más significado y me eligió a mí; aparte yo quedaba con su físico, delgada así como de buena estatura.

Y aunque mi papá era traductor yo nunca he podido con el inglés, estudié todo el diccionario pero hablarlo no; en ese tiempo  sabía entenderlo y Ringo  no hablaba español; me decía cosas como  “Cómo te  llamas”,  “Quieres tomar algo”,  la verdad fue muy amable, muy caballeroso  y seductor, era seductor, conquistador,  nos sentíamos felices ,  había momentos que no hablábamos  por el ruido, algunos de los que estaban bailando dejaron de hacerlo por ver lo que había hecho Ringo que según supimos después  él no daba entrevistas, se negaba a firmar discos y no querían que se le acercaran, y luego me dice:  -Paty bailamos-, él estaba vestido con ropa muy ajustada y no bailaba bien, no llevaba muy bien el ritmo. Cuando pasó eso, todos dejaron de bailar e hicieron una rueda para vernos bailar, yo sólo trataba de pensar aquí había algo muy interesante que a él le gustó. Yo no estaba alucinada por  el  “artista”, sino por la persona, yo era más natural entonces,  él estaba a gusto, me abrazaba, me daba giros y lo disfrutaba, pegaba su mejilla con la mía,  fue solo una canción y nos sentamos, -Bueno ¿Quieres seguir tomando?- me decía, pero  las mujeres en ese tiempo no tomaban tanto, entonces bebimos algo ahí con ellos. La verdad fue muy impactante y ya no sabíamos que decir ni él ni yo.

Nosotras nos retiramos, él nos presentó a los de la mesa y saludamos a todos los que estaban filmando, nos despedimos .Eso fue un sábado, al domingo siguiente en la mañana, todavía no se usaban los celulares, el  teléfono de mi casa sonaba de conocidos y amistades que se habían enterado de mi encuentro y me pedían que yo le dijera a Ringo que les firmara  fotografías  o un disco  y yo les decía: No, cómo crees, no lo voy hacer, qué pena que no te pueda complacer. Se corrió la voz, porque aunque lo conocí no paso de ahí. Pero ese domingo, a medio día, mi amiga y yo fuimos al hotel porque  teníamos un amigo que había llegado de Jalapa (Veracruz) y estaba en el (hotel) Presidente, no sabíamos que ahí estaban los de la película, nosotras fuimos con el amigo de Jalapa para invitarlo a salir y deberás que cuando a uno le toca algo el destino se acomoda.

Nosotros íbamos pasando por el área del comedor, hacia la alberca para ir  a las habitaciones en donde se hospedaba, cuando Ringo gritó desde el comedor !Paaaty¡  y  qué sorpresa gigante para nosotras,-¡Vengan!, dijo Ringo. Se encontraban todos los que estaban  la noche  anterior, estaban comiendo y la verdad nos olvidamos del amigo completamente y de nuevo hizo lo mismo, me llamó: “Paty come on”, ósea para que me sentara al lado de él. Era medio día ya había luz y era otro ambiente, nos ofrecieron de comer y todos nos saludaron amables, ahí pude hablar más con él. Ringo tenía una copa de vino, entonces  le pregunte  ¿Cómo que estas tomando vino?  En esos tiempos yo era vegetariana, bueno aún lo sigo siendo, hablamos sobre eso y me dijo “deberías tomar tú también” , quedé muy  cerca de su rostro y  me sorprendieron sus ojos porque eran azules, muy azules y le dije,  -el color de tus ojos es increíble-, es muy azul y  me pregunto ¿Te  gustan? y le dije que sí y me respondió: “Nos vemos en la noche”, o algo así,  y me dio mucha risa, no sé si me lo dijo en broma, no es que peque de inocente pero no se daba para eso. Nos reímos y yo después supe qué hacía sus fiestas  y por ser quien era podía tener a todas las mujeres que quisiera. Bueno, en ese sentido no había nada, era algo muy fraternal, él era muy amable, me hizo sentir muy bien, platicábamos de cosas intrascendentes; platicaba que estaba haciendo la película, que le gustaba Durango  entre otras cosas. Estuvimos un rato  y nos despedimos, luego se me quedó viendo y me dijo impresionado  ¿Paty no me vas a pedir un autógrafo? Él estaba sorprendido pero la verdad yo también, y ahora pienso que una fotografía o algo importante hubiera logrado, pero como las dos ocasiones  fue sorpresivo no fue así. Al final si me firmó en una servilleta “Con amor para Paty, de Ringo Starr”. Pasa el tiempo y yo se lo enseñaba a todo el mundo, pero después perdí el interés; es increíble pero perdí el autógrafo y todos me decían  “no puede ser, era para que lo enmarcaras”,  incluso hasta causaba envidias, pero  así suceden las cosas, fue algo muy bonito.

 

¿Al día de hoy,  sigue asimilando la importancia que tuvo este acontecimiento?

Claro que sí, agradezco a la vida porque  fue el contacto con  la  persona, no era sólo un gran artista, era una persona que sabía quién era él, es más grande, él sabía cuál era mi postura ante él. Fue acogedor, fue tierno y amable; hoy  me da tristeza no tener una evidencia porque al padre de mis hijos le fascinaban Los Beatles, él era el que le platicaba a todo el mundo, mis hijos siempre escuchaban a Los Beatles, por eso me preguntaban siempre…Me decían cuando estaban chiquitos -“Mamá  te hubieras casado con Ringo, hubiéramos sido hijos de Ringo y seriamos ricos” (ríe), y eso me daba risa. Me duele no tener el  autógrafo, unas fotos o algo, creo que él hubiera estado dispuesto a firmarlo, él estaba a gusto, en ambiente. Yo, aparte del físico, de la estatura, era del tipo mexicano, donde él tuvo la oportunidad de conocer a una nativa de Durango, del lugar donde estaba.

¿Y su  amiga con la que iba ese día, qué pasó con ella, siguió la amistad?

Si, ella estaba un poco sorprendida por la situación, incluso por ella supe que Ringo se casó con una chica que vino a filmar y lo decía como  “ándele que bueno”, pero también lo puedo entender, pues ella no entendía por qué la diferencia, pero era lógico, eran varias situaciones, además ella no decía ni una palabra en inglés  y yo al menos sí, la amistad siguió pero ella se fue de aquí.

*En 2011, Paty ganó  el Concurso  Nacional  de Expresión Literaria Sobre los Símbolos Patrios en el que participaron los maestros de educación básica de todo el  país. Actualmente vive en Durango feliz con familia y aún atesora en la memoria  ese recuerdo de joven junto a Ringo Starr.

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