Estamos a días de comenzar la cita del deporte universal de cada cuatro años. Los Juegos Olímpicos en esta ocasión serán realizados en este año 2024 en la Ciudad de París. En lo personal es un evento que yo he seguido desde el año de 1976 cuando se realizaron en la Ciudad de Montreal, Canadá. Al paso de las ediciones realizadas, siempre ha sido el pretexto perfecto para que la música quede ligada a los juegos. Muchos artistas famosos prestaron sus voces para promover los Juegos Olímpicos, pero pocos grabaron su nombre en la historia con canciones memorables como el de “Barcelona” de Freddie Mercury para los juegos de Barcelona 1992 o el tema de Atlanta 1996: “The Power of the Dream” interpretado por Celine Dion.

Hubo una melodía que a mí me llamó la atención desde que se dio a conocer y que fue uno de los temas ligados a los Juegos de Los Ángeles 1984, probablemente no la recuerdan (o nunca han oído hablar de ella), es la canción llamada “Olympia” que Sérgio Mendes grabó por encargo para esos Juegos Olímpicos, cuenta con la voz principal de Joe Pizzulo, y fue lanzado el mismo año en el álbum “Confetti”.

Para la Ciudad de Los Ángeles, esa fue la segunda vez que albergaron los Juegos, la primera fue en 1932. Estos fueron los primeros Juegos Olímpicos de Verano bajo la presidencia del COI (Comité Olímpico Internacional) de Juan Antonio Samaranch. Muchos recuerdan que estos juegos fueron boicoteados por un total de catorce países del Bloque Comunista, incluyendo la Unión Soviética y Alemania del Este, en respuesta al boicot que fue liderado por Estados Unidos de los Juegos Olímpicos anteriores de Verano de 1980 en Moscú. El boicot americano para Moscú fue en protesta por la invasión soviética de Afganistán; Rumania fue el único país del Bloque del Este que optó por si asistir a los Juegos de 1984.

Regresando al aspecto musical de esta justa veraniega, fue  una ocasión en que Latinoamérica se hizo presente dentro del movimiento olímpico por medio de uno de sus más grandes representantes musicales universales, cuyo talento representa al gigante sudamericano Brasil: Sérgio Mendes, para los que no lo saben, es uno de los nombres más importantes del movimiento del Bossa Nova y no ha estado precisamente inactivo desde entonces. Este excelente músico se hizo más conocido en estos juegos por este tema “Olympia en donde dejó un poco del lado el ritmo del Bossa Nova.

Con una carrera de casi 60 años, Sérgio Mendes ha dejado su huella por merito propio dentro de los músicos reconocidos universalmente. El pianista, arreglista y compositor brasileño es mundialmente conocido por canciones de éxito como “Mais Que Nada” y “Usted Abusó”.

El músico inició su carrera a comienzos el año 1961 al formar el exitoso Sexteto Bossa Río, y, tras viajar por el mundo, se trasladó y se estableció definitivamente en los Estados Unidos en el año 1964, donde gozó de amplia popularidad e inclusive llegó a ofrecer conciertos para los presidentes Lyndon B. Johnson y Richard Nixon. Allí alcanzaría la fama mundial. Tiene más de 55 publicaciones, y toca bossa nova fuertemente cruzada con jazz y funk. Sus esfuerzos le han valido hasta la fecha un Grammy, dos Grammy Latinos y una nominación al Óscar en el año 2012 en la categoría de Mejor canción original, esta ultima gracias a su trabajo de la banda sonora de la película Rio. Sus éxitos han dejado huella permanente ya que incluso varias de sus melodías fueron incluidas en el popurrí éxito Disco Samba de Two Man Sound del año 1978.

Después de casi dos décadas detrás del éxito de Mais que nada, el brasileño volvió en 1984 a los primeros lugares de las listas musicales con “Never Gonna Let You Go”. El éxito del tema, le abrió las puertas para que le fuera solicitado realizar y grabar una canción alusiva a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y Mendes grabó Olympia, la canción a le que hoy hacemos mención en esta colaboración. Olympia es un tema que llegaba con toda su fuerza para hacer eco en todas las latitudes que serían testigos de unos juegos olímpicos que están considerados hasta la fecha uno de los mejores organizados y que fueron los primeros juegos en romper una racha de pérdidas económicas para el país organizador, al ser, los juegos de 1984, los primeros juegos que reportaron cuantiosas ganancias.

El videoclip incluye un interesante preludio de la propia canción. Nos presenta una afirmación como el hombre desde que se ha decidido a formar sociedades, sus diferencias y problemas entre ellas los ha tratado de resolver casi siempre con violencia y agresión. Esto se liga en la introducción del clip con la referencia a la historia del origen de los Juegos Olímpicos de la Grecia Antigua y como han permeado hasta nuestros días. Tiene una duración de poco más de cinco minutos, incluida la introducción.

Aparentemente la persona que contrató a Sérgio Mendes para este encargo, es también una persona de rara perspicacia espiritual, porque la letra de Olympia (y también la melodía) es un hermoso trabajo sobre la forma en que el ideal de competencia deportiva y trascendencia, puede usarse para que los seres humanos aprenden a canalizar sus instintos de agresión y disputa de forma constructiva. Una escena del clip incluso muestra a un gimnasta saltando sobre un hongo de una explosión atómica de fondo, probablemente simbolizando el triunfo de la trascendencia consciente sobre el botín de la agresión instintiva.

 

La letra de la canción merece que hagamos un análisis a detalle. Algunos aspectos se detectan en ella son:

1.-La transmisión de ideales, logros, responsabilidades y glorias de una persona (o generación) a la siguiente generación. Se evidencia en la letra cuando se habla de escribir los nombres de quienes existieron y en el coro que menciona encender la antorcha y dejarla arder; de hecho, la mejor y probablemente la única manera de encontrar el verdadero significado de la existencia es registrar respetuosamente los logros de quienes nos precedieron, combinado con la dedicación confiada de nuestros propios esfuerzos a quienes vendrán después de nosotros (o durante nuestro propio tiempo). .

2.- Sacrificio con un propósito. No sólo el segundo párrafo habla de entregar el alma y la vida al desafío del juego , y el coro declara que el triunfo del espíritu es el futuro del hombre (o mejor dicho, de la humanidad), sino de la historia misma que se cuenta en la introducción, se muestra una secuencia de sacrificios con propósitos claros en busca de armonía y sabiduría; primero, cuando las mujeres griegas se niegan a aceptar a sus hombres hasta que abracen la paz y, finalmente, cuando los hombres aceptan sacrificar su sed de sangre a cambio de la oportunidad de competir y disputar de una manera menos agresiva.

3.- Dificultades como liga que une a toda la humanidad. Véase, por ejemplo, la afirmación en la letra de que sólo en el viaje por caminos solitarios de dolor cada uno puede encontrar su propia identidad, seguida inmediatamente por que se acercan unos a otros para hacernos conscientes de que celebramos nuestra hermandad a través de los problemas y éxitos que compartimos.

4.- Humildad para competir y aprender las lecciones. Evocando el espíritu del lema del Baron Pierre de Coubertin y sobre todo el estar consciente que esta vida es una competencia de la que siempre aprenderemos de nuestros triunfos y ¿por qué no?, también de nuestros fracasos. Pero con el ideal de realizar todo lo anterior en el marco de la paz universal.

Olympia es un gran tema que se dio a conocer hace 40 años y que tal vez no merece estar sepultado en el laberinto del olvido. La cita olímpica de Paris 2024 es un buen pretexto para darla a conocer a las nuevas generaciones esperando que su mensaje de paz, armonía y esperanza en un futuro del ser humano pueda permear por siempre y no solo con el pretexto de la cita del deporte universal de cada cuatro años.

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