El 7 de abril de 1967, durante un viaje a San Francisco, Paul McCartney le tomó varias fotos en un parque a su novia Jane Asher. La hizo caminar entre la maleza y los árboles y, de esa imagen, le llegó una idea fantástica: un especial de televisión que presentara un viaje un tanto mágico y misterioso de The Beatles.

Dos semanas después y en pleno cierre de las grabaciones del álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, The Beatles iniciaron trabajos en Magical Mystery Tour, un proyecto visual y musical que fue aprobado inmediatamente por el representante del grupo, Brian Epstein, dado que era un medio perfecto para el lucimiento de sus cuatro integrantes.

Magical Mystery Tour era algo en lo que Paul había trabajado con Mal (Evans). Me enseñó cuál era su idea, cómo había iniciado, la historia que pensaba y dijo que ya lo tenía todo; la producción y todo lo demás. Paul tenía la tendencia de llegar y decir que había escrito diez canciones nuevas y que quería grabarlas ya y yo le contestaba: ‘Bueno, dame unos días y traeré algunas más’, o algo así.
John Lennon

Después de la inesperada muerte de Brian Epstein, acontecida el 27 de agosto en ese año, The Beatles se reunieron en la casa de Paul de Londres para discutir sus siguientes movimientos. La primera decisión que tomaron fue seguir adelante con el proyecto Magical Mystery Tour, la película y el álbum.

Denis O’Dell, productor de A Hard Day’s Night y How I Won The War fue contratado para ejercer el mismo cargo en el filme. Los papeles principales de éste, por supuesto, fueron asignados por favoritismo de los cuatro protagonistas y en el elenco participaron, además de Mal Evans, Neil Aspinall, Michael McCartney, Arthur Kelly (amigo de The Beatles desde la época de Liverpool) y su esposa, la presidenta del club de fans de The Beatles, Freda Kelly, las actrices Jeni Crowley, Barbara King y Silvia Nightingale así como el amigo de John, Magic Alex (Alexis Mardas).

Para el resto del elenco que viajaría en el autobús y que no tendría parlamentos ni mayor participación, The Beatles contrataron a la agencia artística Spotlight, que le asignó el casting a su empleada, Jenny Wilkes.

Wilkes inició el reclutamiento con la gente que más conocía… sus familiares. Entre las primeras personas aceptadas estuvo su tía, Amy Smedley, que tenía junto con su esposo James un restaurante especializado en la venta del popular platillo a base de pescado y papas, conocido como fish and chips -mismo que proporcionó dicho alimento en un descanso de la filmación-.

Teniendo un lugar en el Magical Mystery Tour asegurado, Amy Smedley invitó a su hija (prima de Jenny Wilkes) Pam Hale a acompañarla y como ésta no podía dejar a su pequeña Nicola de cuatro años sola, decidió que la pequeña Nikki también tendría que ser parte de la película.

Nikki Hale fue toda una revelación en el set de filmación de cuatro llantas que recorrió Kent, Devon y Cornwall, entre otras locaciones. Esta pequeña, sin tener líneas asignadas, se permitió contradecir abiertamente y sin aviso alguno lo que los personajes principales del filme decían y hasta saltarles encima cuando no le hacían caso.

Tengo recuerdos de pelear a golpes con Paul McCartney en el piso de un hotel y jugar futbol de mesa con John Lennon y Ringo Starr. También una vez John le pidió a mi mamá que le prestara seis peniques. Hubo una fiesta en donde toda la familia se vistió muy raro de brujas y hechiceros. Aún el personal de la película estaba vestido con trajes de Superman y me sentía fuera de lugar. Recuerdo que Ringo jugó soccer conmigo y hasta me regaló un pequeño tambor africano. ¡También me consintieron mucho!
Nikki Hale

A sus más de 55 años, actualmente la pequeña Nicola lleva 30 años viviendo en Forest Park, Illinois, en donde se desempeña como capacitadora y facilitadora en sistemas que propician el cambio y crean habilidades en la juventud a través de su empresa Nikki Hale Consulting, Inc.

Y sí, también participa ocasionalmente en convenciones beatleras en donde recibe todo tipo de Beatlefans que recuerdan su tierna insistencia en contradecir cualquier cosa que dijeran los cuatro Beatles.

¡No cualquiera!

 



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