Cuando comenzaba en mis andares por las redes sociales, todavía principiante en YouTube, elegí algunos vídeos antiguos en blanco y negro para compartir, principalmente para probar el sistema, convencido de que no tendrían gran éxito y difusión, dada su “antigüedad”. Después de un tiempo, para mi sorpresa, tuve que cambiar de opinión y ver un éxito realmente sorprendente en algunos de esos vídeos, con decenas de usuarios. Uno en particular llamó mucho la atención, una magistral interpretación de Unforgettable a cargo del extraordinario artista Nat King Cole, que incluso superó las mil vistas y además recogió cientos de comentarios entusiastas.

Habiendo constatado así la gran popularidad de la que aún hoy goza este famoso cantante y recordando la anécdota que le encantaba platicar a mi señor padre, que cuando este gran crooner visitó México y ofreció una serie de presentaciones en el centro de espectáculos El Patio, al descubrir entre el público al gran “flaco de oro” Agustín Lara, King Cole se acercó a su mesa para inesperadamente besarle la mano y decirle en un perfecto español: “Es un honor maestro”. En ese momento ya era una estrella internacional, una estrella muy aclamada, quizás superada en fama sólo por su amigo Frank Sinatra. Muchos todavía conocen sus canciones más populares, que, hace unos quince años, también fueron versionadas por la atractiva y talentosa cantante y pianista canadiense Diana Krall en el álbum All for You – A Dedication to Nat King Cole Trio .

A más de 100 años de su nacimiento, Nat King Cole hace palidecer a sus imitadores. Sus canciones han sido cantadas por otros, pero aún a un siglo posterior a su nacimiento, la belleza de su voz y su alma hacen que otras versiones sean copias pálidas. Hay muchos millones de personas para quienes estas canciones llevan recuerdos románticos de años pasados pero, como todo arte consumado, no son simplemente piezas de nostalgia. Su nombre real era Nathaniel Adams Coles, nació en la ciudad de Montgomery, Alabama, Estados Unidos, el 17 de marzo de 1919. Fue hijo de Edward Coles y Perlina Adams. Su padre tenía una carnicería, negocio que sostenía la economía familiar, y además era diácono de una Iglesia Bautista. Su madre se dedicaba a los quehaceres del hogar, pero acompañaba a su esposo en la Iglesia, donde tocaba el órgano. Ella fue la única maestra que tuvo Nat para aprender piano, desde la música clásica, el jazz y el góspel. La familia se mudó a la ciudad de Chicago, Illinois, en el barrio de Bornzeville, donde la vida nocturna y los clubes de jazz abundaban. Allí, siendo un adolescente, Nat escuchaba a artistas como Louis Armstrong y Earl Hines. Este último lo animó a formar una banda de jazz, donde su hermano Eddie se integró como bajista.

 

En ese momento se hizo llamar Nat Cole, dejando de lado la letra “s” de su apellido. Tuvo mucho éxito en la ciudad de Chicago, donde recibió el apodo de “King”. Un tiempo después se mudó a Los Angeles, California, donde formó los grupos King Cole Swingers y King Cole Trio. Fue considerado un pianista de jazz brillante y fue un pionero al formar grupos de jazz compuesto sólo por piano guitarra y bajo, a diferencia de las grandes orquestas que era lo usual en la época. No hace falta decir que su padre no aprobó que abandonara la escuela secundaria ni que se convirtiera en un músico como su hermano mayor, pero el progenitor decidió no ponerle trabas y pronto The Nat Cole Trio estuvo muy transitado y muy solicitado. En cuanto su transición de ejecutante de piano a cantante, hay una historia curiosa; esta se dio un día sin pensarlo cuando un cliente borracho de un club de jazz le gritó que además del piano, también cantara una canción, Nat lo intentó con la canción Sweet Lorraine. Al público le encantó y ahí comenzó una faceta como cantante que llegó a mucha más gente de la que pudo llegar con su trío de jazz.

En cuanto a Unforgettable, canción que es considerada su sello personal, esta fue escrita por Irving Gordon un compositor estadounidense que cuenta con un extenso repertorio pero que es conocido especialmente por ser el autor de esta balada. Nat King Cole no fue su único intérprete, pero si al que se le debe una de las versiones antiguas más conocidas de este ya clásico inolvidable. Su primer éxito como cantante de Cole fue en realidad fue Straighten up and fly right una canción que se considera una de las precursoras de lo que es el Rock & Roll. No hay más que oírla para ver que la afirmación tiene fundamento. Unforgettable se tituló originalmente como Incomparable (Uncomparable), pero a petición de la discográfica y con el beneplácito del autor, fue cambiado. Así, el cambio del nombre fue cosa de Capitol Records, Cole puso su prodigiosa voz y del resto se ocupó el arreglista y director de orquesta Nelson Riddle. Para Capitol, Nat King Cole fue la estrella indiscutible con más ventas entre los años 40 y 50. En ese periodo grabó muchos trabajos en simbiosis con Riddle, pero Unforgettable fue precisamente la primera dónde este apareció oficialmente en los créditos. Algo más tarde Nelson haría también muchas cosas para Frank Sinatra tras que este se uniera también al sello.

La canción Unforgettable es una canción de amor clásica que celebra el poder del amor duradero. La letra habla de un amor intenso e irresistible que tiene un efecto profundo en el cantante. El coro repite la palabra “inolvidable” para enfatizar la intensidad de este amor y cómo se queda con el cantante “en todos los sentidos” y “por siempre“. El primer verso nos dice cómo el pensamiento de la persona “se aferra” al cantante como una “canción de amor“. Esta imagen transmite lo profundamente que esta persona ha impactado la vida del cantante y la profunda respuesta emocional que evocan. La letra sugiere que esta persona tiene un efecto profundo en el cantante, provocando emociones y sentimientos que nunca antes habían experimentado. El segundo verso es igualmente apasionado y habla de la naturaleza increíble de este amor. El cantante está asombrado de que alguien tan “inolvidable” pueda pensar en él como “inolvidables también“. Esto sugiere que el cantante se siente increíblemente afortunado y agradecido de tener a esta persona en su vida y que su amor es mutuo.

En cuanto a la vida persona de Nat, fue un gran activista por los problemas raciales que habían en la época, negándose a cantar en locales donde había segregación y siendo el primer cantante afroamericano en tener un programa de radio propio y posteriormente de televisión. En su vida sentimental se casó dos veces, la primera vez con Nadine Robinson y posteriormente se casó en segundas nupcias con Maria Ellington (nada que ver con Duke, si exceptuamos haber cantado con él ocasionalmente) y con ella tuvo cinco hijos, dos de ellos adoptados. La mayor de las naturales, Natalie, fue también cantante, pero el cantante no vivió lo suficiente como para verla triunfar profesionalmente por un cáncer de pulmón que terminó con su vida.

Sobre su hija Natalie Cole, esta tuvo una carrera artística como una montaña rusa, con alturas de vértigo y caídas muy duras. Cuando contaba con seis años de edad actuaba en los álbumes navideños de su padre, quien ya era entonces una estrella, y en los años 70 ella misma producía sus éxitos como aquel conocido This Will Be (An Everlasting Love). En sus años veintes cayó en la adicción a las drogas, lo que produjo en su carrera una década de retroceso artístico, pero más tarde, en 1980, y tras la publicación de su octavo álbum Don’t Look Back, su carrera resurgió desembocando en el gran álbum de 1991 Unforgettable: With Love, un tributo a las canciones de su padre.

Entre ellas inevitablemente estaba Unforgettable, pero con la peculiaridad de superponer su voz sobre la de la grabación de su ya fallecido padre en un curioso dueto. La canción alcanzó el top 20 de las listas, pero hay que poner atención que estábamos en los años 90, una periodo en la que el grunge y el rap eran las grandes tendencias. Una época en la que un álbum con tintes de jazz clásico parecería ser la mejor receta para condenar un estreno al fracaso. Sin embargo el LP y este tema en particular, demostraron ser una buena alternativa contra la música más comercial del momento. Quizás su público fueron las personas menos jóvenes y que no tenían demasiado interés en gente como R.E.M, Red Hot Chili Peppers, Oasis, Nirvana, MC Hammer, Pearl Jam, etc. Y muchos de estos “otros” oyentes eran votantes del premio Grammy y seguramente también ayudaron a Natalie para que su disco se llevara ese año tres premios: Disco del año, Canción del año y Mejor interpretación de pop tradicional. De esta manera Irving Gordon recibió su premio 40 años después de escribir la canción Unforgettable y muchos otros artistas modernos echaron su vista hacia los clásicos entre los que podemos mencionar a Phil Collins, Cyndi Lauper y Robbie Williams. Para Natalie, una secuela derivada de su problema con las drogas fue el quedar enferma de hepatitis C que se le manifestó en los primeros años del siglo XXI y que serían el catalizador de una cadena de problemas de salud que la llevaron finalmente a reunirse con su padre en el otro mundo.

 

Muchos opinan que había algo de ironía en que el mayor éxito de Natalie fuera con canciones de su padre. Ella se esforzó en alejarse del mundo artístico para no tener que lidiar con superar expectativas al ser hija de quién era. Pero como el talento estaba allí, en sus últimos años de universidad comenzó a cantar, eso sí, con un estilo bien distinto basado en el rock y el funk para que no se le relacionara demasiado con Nat. Así logró distanciarse y conseguir sus metas por derecho propio, aunque con la edad empezó a sentirse más cómoda siendo la hija de Nat King Cole y finalmente grabó todas estas canciones que la consagraron.

También hay algo que generalmente no se sabe acerca de Nat King Cole: fue uno de los pioneros de lo que se ha dado en llamar “música mundial”: actuando en Cuba justo antes de la revolución de 1959, vio las bandas cubanas y decidió grabar un disco con ellos que tituló Cole Español. Aunque en ese momento no sabía ni una palabra de español ni de portugués. Esto tuvo una inspiración curiosa por un recuerdo de Cole, ya que había escuchado a un cantante en Suiza que hizo una copia casi perfecta del disco de Cole Route 66. Nat busco encontrarse con el chico y grande fue su sorpresa al enterarse en dicho encuentro que el cantante no sabía inglés excepto lo que había captado fonéticamente de los registros de Cole.

Nat King Cole era un gran fumador de los cigarrillos Kool y consumía tres cajetillas diarias, estaba tan convencido de que eran los cigarrillos los que originaban ese sonido especial de su voz, que llegó a desarrollar la costumbre de fumar varios seguidos antes de cantar o grabar. A finales de1964 Cole sufrió una aguda tos y un dolor en el pecho. Ingresado en el hospital de Santa Monica el mes de diciembre, se le descubrió un tumor en un pulmón, del que murió el 15 de febrero de 1965 a los 45 años Seguramente allá, en algún lugar de la Gloria que Dios que tiene reservada para sus hijos, Nat King Cole sigue entonando con su peculiar estilo las canciones que lo consagraron como un artista “inolvidable”. Su recuerdo vivirá en la memoria de las nuevas generaciones pues sin duda, su arte ha trascendido más allá de la música.

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