“Children, don’t do what I have done.
I couldn’t walk and I tried to run”.
(“Chicos no hagan lo que yo he hecho.
No podía caminar y traté de correr”.)
John Lennon, “Mother”.

Si bien la dupla Lennon & McCartney inicia un camino compositivo en colaboración durante los tempranos 60, a medida que se vayan afianzando como autores, sus estilos y formas también se irán diferenciando. En otras oportunidades hemos abordado en este sitio, algunas de las especificidades creativas de la dupla (https://elcirculobeatle.com/la-fundacion-sonora-de-liverpool-is-in-my-ears-and-in-my-eyes ; https://elcirculobeatle.com/los-suenos-de-paul). Queremos detenernos ahora en ciertas características que van apareciendo en el estilo compositivo de Lennon en su etapa Beatle y en sus primeros discos como solista, para desde allí realizar algunas conjeturas analíticas.

En mi vida

Parece imposible separar la obra de su autor.  Si bien un autor no es exactamente su obra, esta dice bastante de él, de sus circunstancias, de su mundo y del contexto en el que fue creada. Los datos de la vida personal, de la infancia, de la adolescencia, de las experiencias vividas, parecen establecer algún tipo de nexo con sus producciones particulares. En el caso puntual de Lennon, su vida, llena de contradicciones, parece trasvasarse como una confesión brutal en muchas entrevistas y también en gran parte de sus composiciones. Su hermanastra, Julia Baird (2020), afirma que Lennon no escribió su autobiografía, ya que el contenido de su vida aparece en las letras de sus canciones. La soledad, el temprano abandono paterno, la también temprana ausencia de su madre muerta en un incomprensible accidente de tránsito (un policía que conducía borracho la atropella), la crianza estricta de una tía cincelada por la moral victoriana, la construcción de máscaras para poder sobrellevar esas cargas, los excesos, los muchos excesos, las conductas violentas, la extrema sensibilidad, la transformación radical que significa su encuentro con Yoko Ono. Todo eso es Lennon. Quizá una de las diferencias compositivas más notables respecto de su coautor McCartney, sea la posibilidad de plasmar en palabras, y especialmente utilizando la primera persona del singular, las experiencias de su mundo interior, a veces inciertas, otras indescifrables, algunas desgarradoras. Sus líricas parecen, por momentos, girones autobiográficos; por ejemplo, el alarido desesperado de un niño clamando por su madre en “Mother” (1970) pidiéndole primero a ella que no se vaya y luego a su padre que vuelva.

Otro alarido, acompañado por un ascendente y repetitivo golpeteo sobre el piano, representa el desencanto con todo lo vivido y su expresión a modo de una letanía en “God” (“Dios”) (1970), que lleva como subtítulo: “Dream is over” (“El sueño terminó”). El estribillo repite, bajo una misma fórmula, su desilusión: “(…) I don’t believe in Hitler.  I don’t believe in Jesus.  I don’t believe in Kennedy. I don’t believe in Buddha.   I don’t believe in Mantra (…) I don’t believe in kings.  I don’t believe in Elvis.  I don’t believe in Beatles. I just believe in me. Yoko and me. And that’s reality.“

“No creo en Hitler. No creo en Jesús. No creo en Kennedy. No creo en Buda, No creo en el Mantra (…) No creo en los Reyes. No creo en Elvis.  No creo en Los Beatles. Sólo creo en mí. En Yoko y en mí. Es la realidad.”

En esa época los Lennon Ono, incursionan en la terapia propuesta por el psicólogo Arthur Janov conocida como “grito primal”, Para Janov las neurosis tienen su origen en la falta de amor paterno. Su propuesta terapéutica consistía en alentar al paciente a gritarle a sus padres ausentes; de este modo procuraba así exorcizar y alejar esos fantasmas. En 1970, año en que realiza esa terapia, Lennon edita el primer disco de la Plastic Ono Band, y allí traduce ese grito en una serie de canciones como las dos que hemos mencionado.

A través del universo

A Lennon, y es esta otra de las diferencias con su colega McCartney, no le resultaba fácil construir historias para la lírica de sus canciones. “No disfrutaba mucho de componer canciones en tercera persona sobre gente que vivía en departamentos de hormigón, o cosas así ̶ confiesa̶ (…) Ahora escribo sobre mí ¡Soy yo! Es real.” (Rolling Stone, 2015: 55). Su método compositivo no parece aludir a elaboraciones o periodizaciones ciertamente metodológicas; más bien y, sobre todo, promediando la década de los sesenta, la consigna parece resultar del dejar fluir ese cúmulo de experiencias. Por ejemplo, en el relato de la composición de “Across The Universe” (“A través del universo”) Lennon escucha la voz de su primera esposa, Cynthia Powell mientras está recostado en la cama, y sus palabras: “fluían como una corriente… en fin. No soy su dueño, sabés. Me llego así (…) Me sacó de la cama. No pude dormir hasta que las puse en el papel.” (Everett, 2013: 233). Y la continuación de esa experiencia queda plasmada en los primeros versos de la canción:

Words are flowing out like endless rain into a paper cup. They slither while they pass they slip. away across the universe” (“Las palabras fluyen como lluvia sin fin en una taza de papel. Se deslizan mientras pasan, se escabullen por el universo”).

Ese mismo fluir lo lleva hacia una frase del sánscrito “Jai guru deva om”, que significa: victoria al rey gurú. “Om”, por su parte, representa el más sagrado de los mantras; una conexión directa con la esencia del universo (234). George Martin solía afirmar que “las letras de Lennon conducían su música.” (233). Como en otras ocasiones, el producto artístico y sus efectos, parecen trascender por demás a su autor. En el año 2008 para conmemorar el cincuentenario de la creación de la agencia espacial estadounidense (NASA) como el cuarenta aniversario de la creación de la canción, se realizó el envío del tema por el cosmos. La transmisión se realizó, según la agencia EFE, a través del Deep Space Network de la NASA y con la ayuda de la antena de Robledo de Chavela, ubicada en Madrid. Tardará 430 años en llegar a la estrella Polaris, informó Alan Buis, portavoz del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. La canción viaja literalmente a través del universo, a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo. Paul McCartney quien figura como coautor, luego de dar el visto bueno para la transmisión agregó: “¡Fabuloso! Muy bien hecho, NASA. Transmitan mis saludos a los extraterrestres”. “Images of broken light which dance before me like a million eyes. They call me on and on across the universe”. (“Imágenes de luz quebrada que bailan ante mí como un millón de ojos. Me llaman una y otra vez en todo el universo”) cantaba Lennon, quizá de modo anticipatorio, allá por 1968, sin pensar que algún día esas ideas podrían convertirse en realidad.

Mientras la canción viaja por algún rincón del universo, nosotros en este pequeño planeta, podemos escucharla en la voz de su creador.

Yo soy la morsa

Otro dato importante a destacar es el temprano gusto que manifiesta Lennon por la literatura que recurre a los juegos de palabras y al non sense (sin sentido). Estaba fascinado por Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, y leía a Oscar Wilde. Por ejemplo, a partir del poema surrealista “La morsa y el carpintero” que aparece en una de sus obras preferidas: A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, de Lewis Carroll (1871), comienza a prefigurar lo que será “I am the walrus” (“Yo soy la morsa”). La canción matiza partes de la letra con sus propias ideas a partir de los viajes producidos por el LSD. Las aventuras de Alicia le proporcionan un escenario onírico fantástico como marco sus experiencias alucinatorias. Particularmente, el mundo a través del espejo y los juegos de palabras. Estos recursos aparecen también en la lírica de Lucy in the sky with diamonds” (“Lucy en un cielo con diamantes”, 1967). Durante mucho tiempo se especuló con las siglas que conforman las primeras letras del tema: “LSD”. Sin embargo, Lennon ha reiterado, en distintos reportajes, que la idea provino de un dibujo que trajo su primer hijo, Julian, quien por ese entonces estaba en el preescolar.

“Picture yourself in a boat on a river with tangerine trees and marmalade skies.
Somebody calls you, you answer quite slowly, a girl with caleidoscope eyes.
Cellophane flowers of yellow and green towering over your head.
Look for the girl with the sun in her eyes and she’s gone”.
(“Imagínate en un barco en un río con árboles de mandarina y cielos de mermelada
Si alguien te llama, respondes muy despacio. Una chica con ojos de caleidoscopio.
Flores de celofán amarillas y verdes se elevan sobre tu cabeza
Busca a la chica con el Sol en sus ojos. Y ella se ha ido”.)

Inversiones, fusiones de palabras, juegos fonéticos, representarán un arsenal lingüístico para las líricas. Pero Lennon también intenta que la musicalidad de la lírica juegue en un todo con la música en sí. Para ello recurre a construcciones melódicas que se desenvuelven dentro de una octava y a veces repitiendo las mismas notas. Es el caso de “I´m only sleeping” (“Sólo estoy durmiendo”, 1966), donde la repetición y la letra a modo de golpe, generan un clima de ensoñación que juega con el sentido de la canción:  “And after all, I’m only sleeping” (“Y después de todo, solo estoy durmiendo”). La repetición como forma estilística lo lleva a la construcción de motivos breves que sufren pequeñas variaciones en la letra para acercarse a la letanía. Lennon parece recurrir a esta forma expresiva breve en la que evidentemente se siente cómodo para dejar fluir así su lírica. Puede rastrearse su uso desde el álbum Revolver (1966), particularmente cuando comienzan a producir el primer tema de esas jornadas de grabación, “Tomorrow never knows” (“El mañana nunca se sabe”). Esta forma expresiva puede observarse también en la construcción motívica de “Imagine” (“Imagina”).

Componer, escribir poner en palabras un contenido que a veces proviene del material de los sueños.  Así le responde Lennon al especialista en el tema de los medios de comunicación Marshal McLuhan, durante una conferencia en Canadá en 1969: “Para mí el lenguaje y la canción, aparte de ser vibraciones puras, son exactamente como tratar de describir un sueño (…) No importa como lo digamos; nunca es como queríamos decirlo.” (Goldman, 2010:351).

En síntesis, un artista pone en escena sus contradicciones, las visibiliza en su obra de maneras muy disímiles: en forma directa o configurándolas retóricamente. En la expresión artística se agigantan las contradicciones que comparten con el resto de la humanidad, sólo que para la humanidad en general  quedan más o menos ocultas. El arte resulta, en fin, del tejido de esas emociones: caos, esperanza, desilusión, ansiedad, alegría, pesar, optimismo, desaliento, dispuestos mediante la magia de algún artificio estético.

Referencias:

Baird, J. (2020) Imagine this. Creciendo con mi hermano, John Lennon. Madrid, Teófilo ediciones.
Everett, W. (2013) Los Beatles como músicos. De revolver a la Antología. Buenos Aires, Eterna cadencia.
Goldman, A. (2010) Las muchas vidas de John Lennon. Madrid, Lumen.
Rolling Stone (2015) John Lennon. La guía definitiva de su vida, música y leyenda. Buenos Aires, La Nación.

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