Hablar de tecnología en estos tiempos es algo común, tan natural como debatir sobre el resultado de un juego de fútbol mientras te tomas una cerveza fría, o dar una opinión a tus amigos sobre el último film de los héroes de Marvel. Pero a comienzos de la década de los ochenta esto no era así, la computación y los avances en el mundo de la informática eran algo relacionado con la ciencia ficción, sólo sería en 1984 que conoceremos la primera computadora personal Apple.

En 1983 una agrupación de pop rock de la ciudad de Chicago publicó un álbum conceptual muy interesante del cual se desprendió un sencillo que fue toda una sensación y un éxito comercial; se trata de Styx y su Mr. Roboto.  La canción aborda una preocupación relacionada con el avance de la tecnología  acompañada por un proceso de deshumanización de la sociedad.

Aquí en México, Styx tuvo mucha difusión, sobre todo en la radio. La primera vez que escuché algo de ellos y en forma inconsciente fue la canción Come Sail Away. Esta canción se utilizaba para las cortinillas de entrada y salida del programa Contrapunto de Jacobo Zabludovsky que se transmitía por el canal 9 de Televisa. Estuve indagando de quien era la música de dichas cortinillas para terminar enterándome que era de Styx. Y cuando por fin la pude escuchar completa quedé impresionado con esta maravilla de canción, por su calidad creativa y su compleja estructura musical. La intro con el piano tenía un corte clásico soberbio y la parte cantada por Dennis era impecable. Luego de la segunda estrofa, entraban los riffs de guitarra con el estribillo de “come sail away, come sail away with me”, para empalmar con el sonido del sintetizador como si se tratara de un viaje espacial y luego rematar la parte final nuevamente con las guitarras y el estribillo final. Una verdadera joya que me hizo valorar a la banda.

Esta banda, oriunda de Chicago se caracterizaba por tener su origen dentro del rock progresivo en los sesentas, y a partir de navegar por ese estilo fueron evolucionando hasta ser una banda que llenaba estadios en los 70s y que una década después se dedicaba a experimentar nuevos sonidos influenciados por el synthpop y la vuelta a los viejos acordes progresivos. A raíz de ese camino recorrido, el 28 de Febrero del año 1983 sale a la venta Kilroy Was Here, un disco conceptual cuya temática iba ligada a una historia futurista de un país gobernado por gente fascista y que había prohibido el rock, por considerarlo una basura para la sociedad.

Mr. Roboto, de dicho álbum, es una pieza emblemática de la década de los 80 que combina elementos del rock progresivo. La letra de la canción nos introduce a un personaje que se debate entre su humanidad y su apariencia robótica, utilizando la frase “Domo arigato, Mr. Roboto” (Muchas gracias Sr. Roboto, en japonés) como un estribillo pegajoso que agradece a la tecnología por su asistencia, pero también revela una dependencia preocupante.

El protagonista de la canción, que se identifica como un “Modern Man”, es una metáfora de la lucha interna entre la identidad personal y la faceta que mostramos al mundo, una máscara que oculta nuestra verdadera esencia. La referencia a “My brain IBM”’ alude a la integración de la tecnología en la vida humana, sugiriendo que incluso nuestros pensamientos y emociones pueden estar influenciados o controlados por máquinas. La canción también toca temas de control y libertad, destacando cómo las circunstancias pueden forzar a una persona a esconderse detrás de una fachada para sobrevivir.

Hacia el final de la canción, se revela que el personaje es Kilroy, un nombre que evoca la figura de un icono cultural de la Segunda Guerra Mundial que simbolizaba la presencia de soldados estadounidenses. La canción concluye con una crítica a la deshumanización causada por la tecnología excesiva, un tema aún relevante en la era digital actual. Mr. Roboto es un recordatorio de la importancia de mantener nuestra humanidad en un mundo cada vez más automatizado.

La frase “Kilroy Was Here” fue tomada de un famoso grafiti que se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial, que aparentemente tiene su origen en un supervisor de los astilleros de Quincy, Massachusetts, llamado Jim Kilroy, quien revisaba los remaches de la planchas de acero. Al terminar con cada una de ellas le hacia una marca con una gis, sin embargo comenzó a percatarse que le estaban mandando a revisar varias laminas que ya habían pasado por sus manos y se debía a que el gis se borraba. A partir de ese momento comenzó a usar pintura para marcarlas colocando la frase “Kilroy Was Here” (Kilroy estuvo aquí). Es así como en aquellos buques que transportaron tropas estadounidenses se encontraba con frecuencia esta frase que acompañó a los soldados y que ellos mismos repetían por donde pasaban.

 

Cuando se le preguntó a Dennis DeYoung  en una entrevista de 2017 para Songwriter Universe cómo se le ocurrió la idea de Mr. Roboto y el álbum Kilroy Was Here, DeYoung dijo:“Fue en las noticias que estos hermanos fundamentalistas en Nebraska o Iowa estaban quemando discos porque afirmaban que tenían mensajes satánicos. Y estábamos concentrados allí, no por lo que estábamos haciendo, sino por nuestro nombre, Styx. Entonces vi en el programa de TV “Nightline”, en el show de Phil Donahue, que estaban hablando de censura, porque esta gente quería quemar todos estas grabaciones. Entonces estaba pensando sobre esto. Pero luego nos fuimos a Japón, y de lo que me di cuenta en Japón, fue que los japoneses eran bastante educados. Tienen una muy formal y estructurada sociedad que se basa en el respeto, la dignidad y la cortesía. Y Domo Arigato (que significa muchas gracias) se dice a donde quiera que vayas . Y entonces … ni siquiera sé cómo sucedió, pero me di cuenta de que la palabra para robot en japonés era roboto. Así que llegué a casa y veo un documental sobre el uso de la robótica en las fábricas. Y hay un tipo en esta gigantesca habitación de la fábrica, y las máquinas están activas con los brazos en movimiento, como una planta de estampado. Y sólo hay un tipo en todo el lugar en esta enorme sala. Y entonces las máquinas se están yendo, y él va a irse, y cuando se va, abre la puerta, apaga las luces de la habitación y cierra la puerta. Y todo lo que escuchas es que las máquinas continúan trabajando. Y Empecé a pensar … en algún momento, el hombre debe hacer un trato con las máquinas que crea. Y tomé esas tres ideas: censura musical, tecnología, y lo japonés, y creé una historia de 12 páginas que escribí (para explicar la historia de ‘Kilroy Was Here’). Fue extremadamente complicado”.

Mr. Roboto fue una de las primeras canciones en la década de los 80 que contenía letra en otro idioma que no fuera el inglés y muy particularmente frases en japonés y es una interesante canción que va abordando varios elementos que recibe una capa de barniz que le permite brillar, sobre ellas se puede ver en relieve críticas agudas sobre algunas situaciones que estaban ocurriendo en la sociedad de los Estados Unidos. Luego de una introducción sacada de un sintetizador la cual nos lleva a algún lugar del futuro, se escuchan unas frases en japonés pronunciadas por un sintetizador que emula a un robot.

El país que derrotó a los japoneses en la Segunda Guerra Mundial está recibiendo una invasión silenciosa por parte de la gente de la “Tierra del Sol Naciente”, la tecnología de los nipones está sustituyendo a la estadounidense, el modelo Toyotista empieza a desplazar el Fordista que dominó desde los 50s hasta los 70s. Además de esta preocupación, lanza una crítica hacia IBM, cuestionando la calidad de estos cuando dice “…mi cerebro IBM, así que si me ves actuando extraño no te sorprendas”, recordemos que los ochenta fue la década del posicionamiento de Macintosh.

En fin, esta canción contiene un discurso potente y sólido sobre la deshumanización de la clase obrera. Hasta ahí la idea de Dennis DeYoung iba viento en popa, aunque con el paso de los días tras su publicación, la prensa especializada y la fanaticada de la banda no quedó muy a gusto con este trabajo musical, ya que no entendían de manera total el significado de la historia. Tampoco entendían el por qué la banda se había dado la media vuelta hacía la experimentación de nuevos sonidos mezclada con imágenes cinematográficas, lo cual aparte de ser innovador dentro de la escena musical también era arriesgado para los gerentes de su discográfica, quienes todo lo analizaban en base a dinero y costos.

El disco Kilroy Was Here fue acompañado por un film dirigido por Brian Gibson, donde el propio Dennis DeYoung fue el encargado de personalizar a Kilroy. La película es una rareza que vale la pena buscar y verla con cuidado. El final de esta canción da paso a lo que se seguirá contando en el resto de las piezas del disco, el robot realmente es un ser humano: “El momento ha llegado por fin para deshacerse de esta máscara. Ahora todos pueden ver mi verdadera identidad, soy Kilroy…”.

Aunque parezca contradictorio, esta canción no tuvo un gran éxito en las listas, de hecho logró la posición N° 90 en la UK Charts Single de Inglaterra, manteniéndose en la lista por seis semanas. Sin embargo, al álbum le fue un poco mejor ya que él mismo si apareció en la lista del UK Charts Albums, tanto así que el disco Kilroy Was Here, al cual pertenece la pista comentada, ocupó la posición 67 de dicha lista manteniéndose en ella durante seis semanas. En Estados Unidos, el sencillo alcanzó la tercera posición de la lista del Billboard Hot 100, manteniéndose en ella durante 18 semanas.  El álbum Kilroy Was Here ocupó el lugar tres de la lista del Billboard 200 manteniéndose durante 34 semanas en dicha cartelera.

Finalmente a más de 40 años de su lanzamiento, tal vez necesitemos meditar como la humanidad que Styx planteó  con Mr. Roboto, es tal vez una realidad que nos está alcanzando peligrosamente. La verdad es que todos necesitamos establecer nuestros controles. Esto comienza con maximizar nuestras capacidades y comprender nuestras limitaciones.

¿Hay demasiada tecnología? Quizás, pero hemos creado una sociedad que depende de estos desarrollos y comodidades. Al mismo tiempo, lamentamos la falta de independencia e individualidad. Estamos caminando sobre el filo de la navaja en muchos sentidos. Es una paradoja, pero curiosamente no es nada nuevo. Como siempre, los artistas pintan el retrato de una sociedad, pero mientras cantamos, ¿estamos realmente prestando atención al mensaje?

La robótica y la inteligencia artificial pueden hablar de la altura en constante evolución de nuestras capacidades tecnológicas, pero nunca restarán valor a la verdadera experiencia humana. En otras palabras, no podemos pedirle a una máquina que escuche una canción y nos diga cómo nos hace sentir. Eso nunca cambiará. Esto es algo que debemos entender. La naturaleza evocadora de la música tiene el mismo potencial para cambiar vidas.

Mr. Roboto pasó a entrar al selecto soundtrack de la década de los ochenta, como una de las melodías que no puede faltar en una fiesta temática que haga pasear por los recuerdos, pero la próxima vez que la escuchemos, detengámonos un momento a meditar hacia donde estamos llevando nuestra vida junto a la tecnología a nuestro alcance.

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