Steven Patrick Morrissey nos acostumbró durante mucho tiempo a los buenos trabajos musicales, ya sea con The Smiths o en su actual etapa como solista. Últimamente no había tenido trabajos que se asemejaran con su época dorada, en I am Not a Dog On a Chain regresa a lo bueno y desde una forma más fresca en materia musical.
El artista de origen inglés nos muestra un trabajo más comprometido y de la mano con toques electrónicos nos da una experiencia dentro del rock/pop. De igual manera Morrissey demuestra que sigue cantando y manteniendo una buena voz, la cual utiliza como firma en todas sus canciones.
Sin duda es difícil quitarse el peso de una banda que te marcó en los años ochenta, más de treinta años han pasado y no importa que The Smiths sólo estuviera menos de cinco años activa, Morrissey continua relacionado con aquella mítica banda para gente solitaria y que no encajaba en esta sociedad.
Este álbum está muy alejado de The Smiths, resultaría ser una obviedad, pero hay personas que todavía creen en un reencuentro o en que Morrissey volverá a sonar como dicha banda; esto no es así, pero llevamos treinta años disfrutando de un artista con muchas etapas, y diferentes canciones, ya sea una balada o algo un poco más “oscuro” y pesado.
Este nuevo álbum está lleno de optimismo musical, las canciones son tan diferentes pero siguen una misma línea y sin duda lo que más destaca son los arreglos musicales que si bien no los hace Morrissey, no dejan de ser su visión y es que a lo largo de los años hemos sabido de algunas situaciones polémicas que tienen que ver con sus gustos y peticiones.
Y es precisamente esto lo que tenemos que apartar del artista originario de Manchester, ya que aunque pueda definirlo como persona difícil de tratar y con un temperamento especial, esto no lo termina de enterrar, y lo que puede salvarlo siempre será su música, la cual utiliza de escudo.
Y es que este álbum tiene canciones muy diferentes entre sí pero con un sonido que mezcla todo lo que es Morrissey, el tema que da el nombre al disco, I am Not a Dog On a Chain funciona como una buena canción, con un ritmo pegadizo y tranquilo, mientras que The Truth About Ruth es más un relato con toques musicales destacables y es que resulta ser una pieza muy bonita desde ese punto. Once I Saw the River Clean tienen un beat rítmico que hace que quieras moverte un poco de la mano de Morrissey.
Y es que en este álbum hay tantos ritmos y sonidos que es imposible la monotonía y en algunos casos cuenta con voces invitadas como Thelma Houston para Bobby, Don’t You Think They Know?, que termina por ser una gran producción vocal por parte de estos dos artistas, una canción que va de menos a más, terminando con algo más fuerte que algunas canciones, al contrario de Darling, I Hug a Pillow, donde es algo más tranquilo y destaca más lo musical, unas trompetas que poco hemos escuchado en Morrissey.
Este disco es de lo mejor que ha hecho Morrissey en los últimos años, con esto nos demuestra que está muy lejos del retiro y todavía le quedan algunos años de grandes piezas y letras musicales, con este disco sin duda hará una gira, ¿Vendrá a México?, lo más probable es que esté en nuestro país a finales de 2020 o principios del 2021, así que solo nos queda esperar y disfrutar de este buen disco que nos trajo el buen Morrissey.
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