¿Hay algo que se le pueda reprochar a Morrissey cuando se encuentra en el escenario? La respuesta es llanamente una negativa. Sin duda el cantante de Manchester, Inglaterra, es todo un showman a la hora de presentar su espectáculo del que fuimos testigos en la primera edición del Festival de Música y Arte Gastronómico, Roxy, que se llevó a cabo en Zapopan, Jalisco el día de ayer primero de abril, en donde Morrissey nos ofreció un paseo musical por su etapa con The Smiths así como muchos éxitos de su periodo como artista en solitario.
El Parque Trasloma fue testigo de uno de los eventos musicales importante de este año en México. La jornada sabatina se vivió, desde temprano, bajo un intenso sol primaveral en donde previo a Morrissey, los asistentes al festival tuvieron la oportunidad de presenciar las destacadas actuaciones del argentino Fito Páez, de la agrupación inglesa James la cual deleitó a los presentes con Laid, la conmovedora Moving On, Nothing But Love y Sit Down entre otras canciones; los estadounidenses de Smash Mouth prendieron al respetable con algunos one hit wonders como Walking On The Sun y el cover al grupo War, Why Can´t We Be Friends, y desde Australia llegaron los Empire Of The Sun que nos demostraron que también en este siglo XXI se ha hecho buena música.
La noche cayó en Jalisco, la espera para ver al llamado divo de Manchester se acentuaba cuando observábamos los relojes y veíamos que la medianoche se acercaba. El público asistente al Roxy fue variado, había gente que llegó de diferentes partes de la República Mexicana, jóvenes millennials (quienes muchos bailaron y corearon los temas de Empire of The Sun como High and Low) y adultos contemporáneos que fueron a disfrutar de sus artistas ochenteros y noventeros en donde la cereza en el pastel fue Morrissey. Aunque nunca pueden faltar aquellos, muy respetados, que no gustan de ninguna banda o tampoco de algún género musical en especial y que sólo fueron a ver a Caloncho “porque anda de moda y le gusta a mi novia” como expresó uno de ellos.
Después de una larga espera por fin salió al escenario Morrissey, los gritos y la ovación de los asistentes no se hizo esperar. Los primeros acordes de Suedehead, el clásico del álbum debut, como solista, Viva Hate de 1988 puso a brincar y a corear a todos los fans, de los cuales muchos ya lo habían visto en sus recitales previos en el Auditorio CitiBanamex en Monterrey y en El Palacio de los Deportes de la Ciudad de México. Y aunque se le haya visto varias veces en concierto, la emoción inicial siempre es la misma, la cual perdura a lo largo del show.
Para ese momento ya no importó el cansancio o el si fue un día caluroso, Morrissey, de casi 58 años, daba el saludo a sus seguidores para reafirmar aún más ese romance que existe entre ellos y el artista de Manchester en donde todos se entregaron a él. La bella Alma Matters continuó con el repertorio, “Alma matters in body, mind and soul in part and in the whole”. Nadie podía contener la emoción de estar frente a una leyenda musical, quien comenzó con el grupo mancuniano The Smiths en la década de los ochentas, de los cuales nos deleitó con las clásicas There Is A Light That Never Goes Out, How Soon is Now? Y Shoplifters Of The World Unite.
Morrissey, ahora con menos copete y más vientre, vestido de una ligera camisa blanca y un pantalón caqui, se paseó por todo el escenario, se acercaba al público para incrementar esa comunión entre el artista con sus simpatizantes. Una más del álbum Viva Hate, Everyday is Like Sunday, nadie podía dejar de festejar cada tema como Ouija Board Ouija Board, World Peace is None Of Your Business, Let Me Kiss o Jack The Ripper.
No se puede negar que esta primer edición del Roxy contó con un excelente cartel, cuando se anunció tiempo atrás que estaría Morrissey en él, muchos tuvimos el temor del fantasma de la cancelación por parte del británico, pero en la madrugada del domingo todos estos temores se habían disipado a ritmo de First Of The Gang To Die y You Have Killed Me. Con la garganta gastada de acompañar, a todo pulmón, cada una de las canciones del ex The Smiths. Vivimos un gran festival que fue coronado por este artista siempre polémico y aunque muchos de sus seguidores se quejaron de que su repertorio había sido más corto que en sus conciertos anteriores, creo que al final a nadie le importó. Morrissey simplemente brindó otro gran concierto del que nadie puede reprocharle nada.
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