A unas semanas de recibir en este 2024 en nuestro país una nueva visita de Sir Paul McCartney, siempre habrá en la mente de los fanáticos de la generación 60, 70, y algunos de los 80, el recuerdo de lo que fue la primera visita del Beatle zurdo a México en aquel ya lejano 1993.
México es un país singular, cuando he estado fuera de mi patria y alguien me pide una descripción acerca de la tierra que me vió nacer simplemente les digo que: “México es el país más ingenioso sobre la tierra, el país más bizarro, donde todo lo imposible puede ser posible y donde lo absurdo es real”.
El afamado cuarteto de Liverpool, The Beatles, jamás pudieron ofrecer un concierto en nuestro país, siempre hubo una frustración por ello y parece curioso que el país donde nunca se presentaron en vivo como agrupación, sea tal vez donde más discos venden y donde se les toque con mayor frecuencia en la radio y emita “estaciones de radio” por internet dedicadas a promover la obra y legado del cuarteto.
La estación de Radio 620 AM en la CDMX fue, de acuerdo a mis investigaciones, la primera emisora en programarlos en México y Grupo Radio Centro a través de sus frecuencias en AM y FM, no ha dejado de trasmitir la música del cuarteto, a través de programas como “Siete minutos y noventa segundos con Los Beatles”, “La hora de los Beatles” y “El Club de los Beatles”, llegando a un momento de clímax en el que se trasmitían en dicho consorcio tres horas diarias de música exclusivamente de los oriundos de Liverpool, claro en una sola frecuencia, y en las frecuencias alternas de dicho grupo, cualquier pretexto era bueno para tocar alguna composición de la mancuerna Lennon/McCartney, tanto en su interpretación como en la de los más variados covers a las piezas originales, desde Cesar Costa hasta Frank Sinatra, pasando por Elvis Presley, Roberto Carlos, Sara Vauhgan, Santo y Johnny Farina, Frank Purcell, etc.
Asimismo contamos en México, con gran orgullo, de la autora del primer programa transmitido vía internet en idioma español a nivel mundial y Embajadora Global de la Beatlemanía por México ante el Museo Oficial The Beatles Story en Liverpool, hablamos de la gran Tere Chacón.
Esta afición popular en México, que me atrevería a afirmar que es única en el Mundo, hace que The Beatles estén presentes todos los días del año, ya que mientras en Estados Unidos y Europa sólo se les recuerda en determinadas fechas, en México son objeto de idolatría y fetichismo los 365 días de cada año.
LA NOTICIA EN AQUEL 1993…
Todo sucedió como un vendaval, era la mañana del 1 de Septiembre de 1993 y recuerdo que estaba en casa de mis padres. Como cada día, encendí a la 1 PM la radio (No fue día laborable por el informe presidencial). La voz de Enrique Rojas decía algo así como “…imagínense ahora lo van a tener al alcance de la mano con sólo tomar el metro o un microbús, la noticia se ha confirmado y en todos los periódicos ya se puede leer los horarios para la preventa de los boletos …”
Inmediatamente corrí por el periódico, que hasta la fecha conservo, y ahí estaba en la página 18 de la sección de espectáculos de El Universal, casi me desmayo al ver la publicidad. ¡Por fin se realizaría un concierto de Paul McCartney en nuestro país!. Cuando comenzó a correrse la noticia entre los fans fue la locura colectiva, por fin después de varios intentos se lograba este anhelo para todos sus seguidores en México. Además de 1965 con The Beatles, se dice que Paul trató de venir a tocar a nuestro País en los años 70, pero debido a las políticas de evitar concentraciones masivas que imperaban en nuestro país, esto no fue posible.
Para mí era un sueño hecho realidad. Era el momento perfecto en mi vida; tenía 4 meses de mi segundo empleo formal y con lo anterior terminaba con muchas frustraciones. Ejemplo de esto fue la gira 89-90 cuando yo siendo estudiante y con recursos limitados, me tenía que conformar con escuchar las cintas piratas de los conciertos, no me podía dar el lujo de ir a verlo tocar personalmente a Los Ángeles o a Dallas. Ahora ya contaba con los medios y Paul venía a mi encuentro hasta la mismísima Ciudad de México Tenochtitlan.
TOMAR LA CALLE PARA CONSEGUIR MI BOLETO…
Ahora tenía que conseguir ese trozo de cartón que sería mi pasaporte a la magia (El boleto). Me comuniqué con un amigo de andanzas beatle de aquellos años y nos decidimos a ir a acampar y realizar vela permanente a donde se anunció serían la venta de los boletos desde dos días antes de la fecha anunciada; todo esto a las afueras de Plaza Coyoacán donde había una tienda Mixup de discos y que fue anunciada como sede de los centros de ventas de boletos. Esto para las nuevas generaciones tal vez les llame la atención por los mecanismos de venta de boletos en línea con los que contamos actualmente, pero en aquel 1993, el Internet estaba en pañales en México y no había portal de Ticketmaster para ventas vía la web. Lo que viví en esos dos días fue algo como para morir de la desesperación; ver las aglomeraciones de personas, los empujones, los gritos, los malos tratos de los “lobos” (era un escuadrón de seguridad privada contratado por OCESA), los rumores de boletos agotados y un servidor que andaba vestido de traje para darme escapadas a la oficina y regresar a ratos al “plantón”. Todo lo anterior dió frutos y para la noche del día cero, yo ya tenía sobre mi mesa de trabajo el boleto de la fila 10 del flamante Nuevo Foro Autódromo (Aún no se llamaba Foro Sol).
Lo había conseguido, ahora era cuestión de aguardar dos meses y 22 días impacientemente para estar por fin ante el gran Paul. Entre más lo pensaba, más increíble se me hacía. El CD Paul is live que tenía canciones de esta gira salió a la venta en México faltando una semana para el primer concierto. Recuerdo que lo compré pero me decidí a no escucharlo para no restarle emoción al momento, así entonces el disco se quedó en su celofán sellado hasta que hubieran pasado los conciertos de noviembre en México.
EL PRIMER CONCIERTO – 25 DE NOVIEMBRE DE 1993.
Y llegó el jueves esperado, yo recién cumplidos los 27 años me sentía el rey del mundo con mi boleto en el bolsillo y las horas pasaban desde la mañana contándolas para cumplir uno de mis mas grandes anhelos de toda la vida… Ver a un Beatle en vivo…. Si Paul McCartney tocaba por primera vez en México. Era la emoción más grande de mi existencia desde que me hice Beatle fan, recuerdo ahora con gracia algunos “arreglos” que hice, como el llegar con mi jefe en la oficina a informarle unos días antes que así me despidiera no pensaba ir a laborar el gran día para poder llegar al Autódromo Hermanos Rodríguez temprano. El sólo sonrió y atinó a decir: “Bueno, me compras una taza”.
¡Qué gran emoción! ¡Por fin! Paul llegó al aeropuerto de Toluca y descendió desde un jet privado que lo traía desde los Ángeles, al asomar por la puerta del jet tomó su cámara e imprimió una foto y saludo a todos. Inmediatamente demostrando una sencillez de la que ahora muchos artistas adolecen, se dedicó a posar para las fotografías de la prensa mexicana junto a su banda y a contestar preguntas. Comenzó con un “Hola Amigos” en un español aceptable y afirmó durante la improvisada rueda de prensa, que incluso poseía dos guitarras fabricadas en Guadalajara.
Mientras tanto yo me reuní con los amigos que me iban a acompañar en ese gran día, fans como yo, que conocí cuando Enrique Rojas nos invitó en 1990 a la cabina de la estación Expresión 7-90 en el ahora ya mítico programa “La hora de los Beatles”. Haríamos ese viaje en metro hacia el Nuevo Foro Autódromo. Llegamos temprano, 3 o 4 PM; eso lo recuerdo muy bien, era un día soleado, hermoso, digno de la ocasión. Llegamos a los improvisados accesos iniciales en la pista, obviamente estos aún no habían sido abiertos (eso sería hasta dos horas después) y esperamos pacientemente. Tanto fue la espera (o mis nervios tal vez) que cuando los accesos se abrieron y todo mundo inició una frenética carrera corriendo por la pista ¡Yo no podía mover un solo pie!, mis piernas se durmieron de tanto estar parado, bueno como pude me moví y alcance la puerta que me correspondía y después de recoger mi tour program que en esa ocasión fue gratuito, me enfilé hacia mi lugar privilegiado, ahí alcancé a mi hermano menor y su novia con quien compartí los lugares, trascurrieron las horas y cuando el reloj marcó las 9 PM en punto…. Se apagaron las luces y comenzó el audiovisual del pre-show…. WOW a ese volumen impresionante y entonces después de 10 minutos del documental en las pantallas, las luces se apagaron completamente y el conteo regresivo se mostró en las pantallas gigantes: 3…2…1…0. El número 0 se quedo fijo para transformarse en la palabras NOW y fue cuando apareció la figura de Paul con su bajo Höfner con forma de violín. La ovación contenida 30 años duró unos cinco minutos sin parar y la cara de Paul alzando los brazos emocionado sin saber que hacer lo decía todo y solo atinó a decir después de tocar Drive my car y Coming up un alegre “Hola México”.
Escuche la primera parte del concierto pasmado, desde All My Loving, Let Me Roll It, hasta que comenzó Penny Lane (Mi favorita de todos los tiempos), ahí ya no me pude contener y las lagrimas rodaron, fue increíble, una persona me vio tan emocionado que me pasó sin conocerme unos binoculares para ver mejor (a pesar de que estábamos en la fila 10 y lo teníamos solo a 20 metros de distancia). La convocatoria de los encendedores que realizaron Enrique Rojas y Manuel Guerrero tuvo una respuesta total, a ratos las tribunas del Nuevo Foro Autódromo parecían un reflejo de la Vía Láctea sobre la Tierra que Paul y su banda miraban complacidos. Pasaron casi tres horas y la gente no dejaba ir al ídolo.
Vinieron las canciones extras y los miembros de la banda incluidos los McCartney regresaron al escenario utilizando unos sombreros de charro para darle las gracias al público, lo cual hizo rugir al respetable y la porra cual si estuviéramos en unos Juegos Olímpicos era “México…México…México” y “Paul…Paul…Paul”, a diferencia de las recientes visitas donde siempre se corea el “Olé, Olé, Sir Paul, Sir Paul”. Inmediatamente después de prestarse unos segundos a la adoración pública, Paul atacó con Band on the Run que da nombre a su mejor trabajo solista post Beatles. Para el final, de pronto apareció al piano para Hey Jude y todos la coreamos (o gritamos), incluso el coro continuaba después de que Paul ya se había retirado del escenario con su consigna: “See you next time…”.
Me enfile a la salida afónico, con las piernas temblando de tanto saltar y con los ojos hinchados por las lágrimas. Al llegar a la calle, el capitán Jack Sparrow y todos sus bucaneros estaban a la orden del día ofreciendo la más variada mercancía referente a Paul y The Beatles: playeras ingeniosas, bonitas o nefastas tazas apócrifas, cancioneros, trading cards, posters, llaveros, plumas, ceniceros, encendedores, etc. Todo lo inimaginable para conmemorar la ocasión. Aquello era ver a los fans practicar el fetichismo en su máxima expresión. No me pude resistir a la tentación y me compre mi taza, una gorra, unos encendedores y mi sudadera apócrifa con la leyenda The New World Tour – México 1993, compré también algunas tazas para compañeros de la oficina y amigos. Además obtuve mi lata conmemorativa de Coca-Cola con la efigie de Paul grabada y la leyenda Paul McCartney -The New World Tour y al reverso con la frase Siempre tu música, siempre Coca-Cola. Aún la conservo integra sin abrir hasta la fecha.
En resumen, han pasado muchos años y he visto todos los conciertos de Sir Paul en sus giras por México y uno en la ciudad de Houston Texas. Por cierto, cuando vino por primera vez, Paul aún no había sido investido como Caballero del Imperio Británico, esto sucedería hasta el año 1996 y es por eso que no lo nombro Sir Paul en esta reseña. Y regresando a 1993, es cierto que nada se compara a la experiencia de estar en una actuación en vivo de un ex Beatle, pero nada igualará a la emoción de esa primera experiencia. Es única e irrepetible que te la llevarás en el alma y el corazón hasta la tumba. Está crónica tendrá una segunda parte narrando los detalles del segundo concierto.
La lista de canciones fue la siguiente:
1.- Drive My Car
2.- Coming Up
3.- Looking for Changes
4.- Jet
5.- All My Loving
6.- Let Me Roll It
7.- Peace in the Neighbourhood
8.- Off the Ground
9.- Can’t Buy Me Love
10.- Robbie’s Bit (Thanks Chet)
11.- Good Rocking Tonight
12.- We Can Work It Out
13.- I Lost My Little Girl
14.- Ain’t No Sunshine (cantada por Hamish Stuart) (Paul en la batería)
15.- Hope of Deliverance
16.- Michelle
17.- Biker Like an Icon
18.- Here, There and Everywhere
19.- Yesterday
20.- My Love
21.- Lady Madonna
22.- C’mon People
23.- Magical Mystery Tour
24.- Let It Be
25.- Live and Let Die
26.- Paperback Writer
27.- Back in the U.S.S.R.
28.- Penny Lane
29.- Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band
Encore:
30.- Band on the Run
31.- I Saw Her Standing There
32.- Hey Jude
Y la banda que lo acompañó:
Paul McCartney: Vocales, bajo, guitarra, piano, batería
Linda McCartney: Teclados y coros.
Hamish Stuart: Guitarra, Bajo y coros.
Robbie McIntosh: Guitarra y coros.
Paul “Wix” Wickens: Acordeón, Teclado y coros.
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