El nombre de Mikis Theodorakis siempre estará asociado como heredero de la grandeza de los antiguos genios de su patria: Grecia. Además de ser mundialmente reconocido por el soundtrack del filme Zorba el Griego (Michael Cocoyannis, 1964), siempre será un referente para los fans de The Beatles por ser autor de The Honeymoon Song. Si decidimos adentrarnos en su extensa obra, nos encontraremos que está llena de simbolismo de la historia griega.

Theodorakis fue un compositor musical con una formación clásica total y con un fuerte componente popular y tradicional que traspasó fronteras no sólo con su música y sus canciones, sino especialmente por su alto compromiso intelectual marcado por un activismo político desplegado en distintas etapas de su vida comenzando en su oposición al fascismo italiano y al nazismo alemán; posteriormente, en 1963, con la fundación de Juventudes Lambrakis, una alianza de izquierda con la que obtuvo un escaño parlamentario de diputado. Tiempo después mantuvo una férrea oposición al golpe de estado de la extrema derecha (1967-1974) que le llevó a una lucha encubierta con su posterior detención, reclusión y destierro. La opinión y presión internacional logró su liberación y se decantó por el exilió en Francia en 1970. Su ausencia en Grecia duro algunos lustros hasta la nación optó por una nueva oportunidad del sistema democrático. A su regreso a su patria fue elegido diputado por el Partido Comunista en la década de los 80 y designado más tarde Ministro de Cultura en el Gobierno de coalición de Constantino Mitsotakis (1990–1993).

También fue importante su campaña contra la energía nuclear tras la catástrofe de Chernóbil. En sus últimos años realizó campañas a favor de diversas causas humanitarias y por los derechos humanos, fundamentalmente a través de conciertos. También expresó su oposición a la actuación de la OTAN en la Guerra de Kosovo o la Invasión de Iraq. En 2000 fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz y rechazó en varias ocasiones ocupar el sillón presidencial griego.

En cuanto a su talento artístico, además de sus cualidades como director de orquesta e instrumentista, cuenta con bastantes de obras cuyas raíces se asientan en el mundo poético griego y en los poemas de Pablo Neruda (“Canto General”) y García Lorca (“Romancero Gitano”), junto a su amplio legado de bandas sonoras cinematográficas, composiciones interpretadas por Édith Piaf o versiones instrumentalmente por orquestas como la de Frank Pourcel entre otros y sus incontables obras sinfónicas, rapsodias, óperas, música de cámara, oratorios y cantatas, música para bailes, ballets, teatro e himnos.

Dos ejemplos de su versatilidad y maestría están en las siguientes obras que analizaremos a continuación; la primera asociada al Movimiento Olímpico al cual Theodorakis siempre estuvo muy ligado por los orígenes del olimpismo en la cultura griega y el segundo ejemplo será una creación más que conocida por los fans de The Beatles.

De las múltiples ocasiones que Mikis colaboró para el olimpismo, una fue a solicitud del Comité Olímpico Internacional (COI). Años antes de la realización de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, la Comisión para musicalizar la Ceremonia de Inauguración comenzó a seleccionar a músicos que generaran obras dedicadas al espíritu del movimiento olímpico. Desde un inicio, el Presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, propuso a Mikis Theodorakis para formar parte de los autores convocados, significado aparte que al ser griego, sería algo genial contar con su talento para este gran evento.

Theodorakis acepto el encargo y para cumplir con esto, pensó en la idea de escribir una obra sobre el génesis de los Juegos Olímpicos, llegó a la conclusión de que el contenido y la forma de una obra musical presentada frente a millones de aficionados a los deportes deberían de ser simple y ser similar a una sencilla canción tanto como fuera posible.

Y así llegó al título para su contribución con el nombre de CANTO OLYMPICO, una suite-sinfónico orquestal en siete movimientos. Para su presentación en la ceremonia de Barcelona 92, se montó una representación con esta obra musical con el origen de los Juegos Olímpicos. Se ambientó con el visto bueno del propio Theodorakis de un modo impresionante. La cancha y la pista de atletismo del Estadio de Montjuic se convirtieron en las aguas con oleaje del Mar Mediterráneo, el mar olímpico y con Hércules como héroe de los héroes que sirvió como base del espectáculo. Por este mar ficticio navegaba un barco que partía simbólicamente desde Atenas 700 años antes de Jesucristo y después de toparse con diferentes monstruos y contratiempos durante 27 siglos, llegaban finalmente a la ciudad de Barcelona. Filosóficamente y también formalmente, el CANTO OLYMPICO pretendía desarrollar no sólo la idea olímpica, sino también la dimensión de eternidad que se deriva del alma del pueblo griego que legó al mundo su cultura y sus tradiciones, de las cuales Mikis fue un digno representante.

Dejando atrás los aspectos helenísticos, pasaremos a analizar el segundo ejemplo musical del griego asociado al aspecto popular. Analizaremos detalles sobre la canción titulada “Luna de Miel”, una canción que para nosotros los fans de The Beatles identificamos inmediatamente al escucharla con las sesiones de la BBC.

La historia de esta melodía comenzó en 1959 al ser compuesta para ser utilizada en la película homónima “Luna de miel” que fue dirigida por Michael Powell e interpretada por Anthony Steel, Ludmilla Tcherina y el bailarín español Antonio. La película fue un rotundo fracaso comercial y de las pocas cosas rescatables, una de ellas fue la canción de Theodorakis que interpretaba en inglés Marino Marini.

Esta canción ha sido grabada por múltiples intérpretes, desde la española Gloria Lasso hasta cantantes como Mary Hopkin y versiones instrumentales como la difundida por la orquesta de Frank Pourcel. En cuanto a Gloria Lasso, ella fue considerada como una de las mejores voces de su época y convirtió este tema en un gran éxito, no sólo en España, sino en toda Iberoamérica. Gloria había grabado durante algunos años en francés con buen resultado y al decidirse a cantar en español escuchó la música de la película donde se cantaba “Luna de Miel” que le causó una muy buena impresión. Fue así que la cantante solicitó a su productor se preparara una versión en español de la misma y su disquera a su vez encargó al poeta español Rafael de Penagos que escribiera la letra en el idioma de Cervantes. Muchos críticos coinciden que si Gloria Lasso tan sólo hubiera grabado “Luna de miel”, esto hubiera bastado para que la cantante se consagrara.

Pasaron los años y en 1987 la cantante madrileña Paloma San Basilio grabó una nueva versión de este tema, con un arreglo que resalta, mediante un intermedio y un final, el origen griego del tema. A pesar de que para muchos la versión de Paloma no alcanza la calidad interpretativa de Gloria Lasso, esta última en muchas ocasiones alabó a la madrileña por su interpretación de la melodía.

Como un cierre del círculo de las versiones de esta canción y otra vez asociado al Movimiento Olímpico; durante la fabulosa fiesta musical en la clausura de los Juego Olímpicos de Atenas 2004 nuevamente se volvió a interpretar Luna de Miel.

En cuanto a la versión de The Beatles, con el lanzamiento a mediados de los años 90´s del siglo pasado de modo oficial de las grabaciones de los Beatles en la BBC, los fans pudimos escuchar la versión del cuarteto fuera de los bootlegs que habían circulado por décadas. Al ser “Honeymoon” una iniciativa de Paul para ser incluida en el repertorio del cuarteto, se pudo comprobar nuevamente el gusto de McCartney por las bandas sonoras de las películas de época. De hecho, el cuarteto también tenía dentro de su repertorio melodías de este corte como “A Taste of Honey” y “Till There was you”. A Paul siempre le gustó la canción “Honeymoon” como más tarde la re-imaginó, mención indicada en el libro de Mark Lewisohn “The Complete Beatles Recording Sessions”.

En cuanto al porque Paul pidió a sus compañeros montar esta canción en el repertorio, al parecer por esas casualidades de la vida el padre de Paul McCartney, Jim, era fan de Marino Marini (Quien grabó la primera versión) y el propio Paul influenciado por los gustos de su Padre, dió como resultado que en 1963 The Beatles realizaran su propia versión a “The Honeymoon song”, misma que quedó inmortalizada en la octava edición del programa de la BBC “Pop Go The Beatles”. La canción no se convirtió en un éxito y terminó como uno de esos caprichos al estilo “Bésame mucho”, propios del cuarteto de Liverpool. Esta versión fue lanzada en el álbum del año 1994, Live at the BBC.

Posteriormente, con la fundación de Apple, Paul McCartney produjo en 1969 el álbum debut de Mary Hopkin, que era el quinto álbum LP lanzado en el catalogo de Apple Records. En este álbum a sugerencia de Paul, Hopkin grabó su versión de “Honeymoon” para incluirla en el álbum. Debido a que un solo éxito de este álbum se colocó en el gusto popular; “Those were the days”, prácticamente nadie se percató de que se incluyó la famosa canción de Theodorakis. Por su parte la gran cantante inglesa Petula Clark, dentro de su álbum “Prends mon coeur”, también incluyó su versión de esta canción.

Al notar Mikis Theodorakis que su canción estaba triunfando de modo global de modo inesperado, descubrió que en su país era una melodía desconocida y puso manos a la obra para versionarla en algo digno de su patria. Para esto le solicitó al poeta griego Nikos Gatsos que le pusiera letra en griego y de ahí surgió “An thimithis t´oniro mou” (Si te acuerdas de mi sueño). Esta versión fue grabada por la cantante Lovanna, que la posicionó en lo más alto de las listas de popularidad en Grecia y hasta el día de hoy los griegos la mantienen en el gusto popular, tanto que como se comentó, fueron de las obras de Theodorakis incluidas en la ceremonia de clausura de los juegos de Atenas 2004, la otra obra interpretada en esa noche fue el tema de “Zorba El Griego”.

Es interesante saber que una canción tan popular y conocida tiene una historia tan fascinante y que muy pocos conocen. Tal vez existe una anécdota que nos muestra el alcance mundial de “Luna de Miel”. Se cuenta que en una ocasión Mikis Theodorakis visitó Cuba como representante cultural del movimiento helénico de izquierda y se reunió con Fidel Castro y Ernesto “Ché” Guevara. Durante una recepción que le brindaron al griego, los dirigentes de la isla presentaron una intervención musical anunciando dentro de la misma una canción representante de la tradición latinoamericana. Resultó que la canción en cuestión era “Luna de Miel”. Al escucharla Theodorakis se puso a reír ante la sorpresa de Fidel y el Ché , a lo cual Theodorakis simplemente les dijo: “Yo soy el autor de esa canción”.

Mikis Theodorakis falleció el 2 de septiembre de 2021 a los 96 años. Además de su legado musical, Theodorakis también dejó un importante legado social y político, siendo uno de los principales defensores de la paz y la libertad en Grecia y en todo el mundo.

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