Desde hace alrededor de cuatro décadas Metallica se ha convertido en toda una referencia al rock metal, tanto con sus álbumes que han conseguido colocarse con un gran éxito en las listas de popularidad en varias partes del mundo, tales como Kill´Em All (1983), Master Of Puppets (1986), And Justice For All (1988), Metallica (1991) y Death Magnetic (2008), así como sus giras en donde los espectáculos que han ofrecido dejan en sus seguidores en recuerdo inolvidable por la fuerza con la que se entregan en el escenario. James Hetfield, Kirk Hammett, Lars Ulrich y Robert Trujillo (que ingresó al grupo en el 2003, luego de la salida de Jason Newsted) presentan, luego de casi siete años, 72 Seasons (2023), una obra que nos envuelve con ese sonido fuerte y acelerado que nos sigue fascinando.
72 Seasons, su décimo primer álbum de estudio, producido por Hetfield y Ulrich, además de Greg Fidelman (el cual ya había colaborado en anteriores proyectos del grupo), comenzó su gestación desde el 2019 con algunas improvisaciones y en la etapa de la pandemia fueron tomando forma algunas piezas con las que entraron al estudio de grabación. En esta obra nos encontramos con un grupo de hombres que han dejado su juventud atrás, pero sus experiencias a lo largo de los años se han plasmado en este álbum como lo explicó James Hetfield, en una entrevista: “72 Seasons salió de un libro que estaba leyendo sobre la infancia, básicamente, y cómo resolver la infancia como adulto. Y 72 temporadas son básicamente los primeros 18 años de tu vida”.
Las canciones que conforman el disco tienen que ver con una gama de sentimientos que se dan en la etapa de crecimiento, tal como lo complementa el mismo Hetfield, en una entrevista publicada en el sitio oficial del grupo: “Eran las 72 temporadas de tristeza, y dejé la parte de esa tristeza, porque los primeros 18 años de vida no son sólo tristeza. Y tendemos a centrarnos solamente en eso en nuestra vida adulta, como: Necesito arreglar todas las cosas que estaban mal cuando era niño. También hubo cosas geniales, así todos tienen su versión de lo que fueron sus 72 temporadas y lo que significan para ellos ahora”.
El álbum inicia con el tema que le da título, 72 Seasons, con un poderoso riff, proporcionado por Kirk Hammett, que da la pauta para ese ritmo de speed metal, que se van complementado con la guitarra de James Hetfield, el bajo de Robert Trujillo y esa poderosa batería de Lars Ulrich. La canción, en su letra. refleja la ira, de un personaje, que se ha ido acumulando con el pasar del tiempo y que es parte de su formación, lo que lo ha llevado, de cierta manera, a una oscuridad del alma (Ira del hombre, violencia, herencia, ira del hombre, prosperar, alimentarse de 72 temporadas pasadas). Esta situación de lobreguez se refleja también en el siguiente track, Shadows Follow, en donde se busca salir de este estado mental de violencia que permanece arraigado (Nunca puedo parar porque me cazan. Nunca puedo parar porque la bestia tiene hambre, como un lobo a la caza acechando a su presa. Acercándome, no, no me dejará ser. Cueste lo que cueste, cumplir un destino).
Para el siguiente corte, Screaming Suicide, aborda la temática de esa bipolaridad que lleva al suicido, una situación que surge con la depresión a la que nos enfrentamos en algún momento –Recuerda tú tienes la culpa, mi nombre es suicidio-. Y en otra estrofa afirma -Sigue bebiendo cianuro, ya no puedes correr. Ante esto James Hetfield explicó: “Screaming Suicide aborda la palabra tabú del suicidio. La intención es comunicar sobre la oscuridad que sentimos por dentro. Es ridículo pensar que debemos negar que tenemos estos pensamientos. En un momento u otro, creo que la mayoría de la gente ha pensado en ello. Enfrentarlo es decir lo no dicho. Si se trata de una experiencia humana, deberíamos poder hablar de ello. Usted no está solo.“
Con estas canciones Metallica nos ofrece una galería de sentimientos que nos rodean a lo largo de nuestra vida, como en Sleepwalk My Life Away, en donde reflejan la monotonía cotidiana (Tomo una respiración profunda, despierto y espero que llegue la sangre. Quemo mis ojos con el sol y pretendo que estoy vivo). En el quinto corte, You Must Burn!, que nos recuerda por instantes el estilo de Sad But True de su álbum homónimo de 1991, la criatura protagonista de la canción de despoja de su yo para poder encajar en un medio ambiente ajeno y señalar a otros para ser quemados como brujas en una hoguera (Sonríe mientras se quema hasta el suelo. El perfecto no te quiere cerca. Pregúntate a ti mismo, puedes aprender ¿Quién es la próxima bruja que debes quemar? ¡Debes quemarte!).
Por su parte con el tema Lux Æterna se toman un respiro para expresar su sentir por la comunión que se da en sus presentaciones en vivo. Para la segunda parte del disco encontramos Crown Of Barbed Wire, es una referencia a la soberbia que nos puede colocar como monarcas con coronas de alambre de púas; mientras que Chasing Lights habla del equilibrio que se debe mantener entre la luz y la oscuridad en cada persona. If Darkness Had a Son es una analogía religiosa (Si la oscuridad tuviera un hijo, aquí estoy. La tentación es su padre. Me baño en agua bendita. Tentación, déjame ser yo).
Para la última parte de la obra están Too Far Gone? que nos refiere al aislamiento que se vuelve una prisión. Mientras que Room Of Mirrors habla de ese miedo a la autorreflexión en donde el ego está por encima y en el último corte, Inamorata, tenemos el dolor que causa una ruptura amorosa que nos conduce al sufrimiento (Ella me necesita,pero la necesito más. Ella me ama, pero la amo más. Ella me mata, pero finalizo esta guerra. Pero ella no es para lo que estoy viviendo, oh no)
En esta obra Metallica realiza una introspección con respecto a temas que van de la ira, el aislamiento, la depresión, la soberbia y el desamor. El grupo mantiene una calidad musical y artística en esta obra que es herencia de una larga trayectoria que tienen en el rock, la cual en este siglo sigue generando sorpresa y entusiasmo.
TU VOZ