Para finales de la década de los setenta el futuro del grupo de Paul McCartney, Wings, se volvió incierto luego de la salida del álbum Back To The Egg. En junio de 1979 el ex beatle viajó a su granja en Escocia en donde comenzó a grabar, durante casi seis semanas, varias canciones que había compuesto para pertenecer a un próximo disco de Wings, para esto se auxilió del ingeniero de sonido Eddie Klein. Posteriormente retomó su participación con la banda y salió de gira por el Reino Unido.
El tour por Inglaterra se llevó a cabo sin contratiempos. La banda finalizó sus presentaciones el día 29 de diciembre de 1979 en el teatro Hammersmith Odeon en Londres, con un concierto altruista, organizado por el mismo Paul, que fue el cierre de una serie de recitales conocidos como The Concerts For The People Of Kampuchea, en los cuales también participaron grupos como Queen, The Who, The Clash, Elvis Costello and The Attractions, Ian Dury and The Blockheads, The Pretenders, The Specials, Rockpile y Rockestra.
Para inicios de 1980 Wings tenía como plan ofrecer una serie de conciertos en Japón. McCartney regresaría a aquel país luego de 14 años de haberse presentado sobre un escenario, Budokan, con The Beatles. Pero lamentablemente esto no resultó bien porque a su llegada al aeropuerto de Tokio las autoridades, al revisar su equipaje, encontraron una bolsa con marihuana y fue detenido. Tras permanecer por nueve días en prisión y crear algunos conflictos internacionales, el músico salió y al regresar a Inglaterra decidió finiquitar su relación con Wings.
Luego del mal sabor de boca con lo ocurrido en Japón, con toda las canciones que había grabado meses antes y ya sin un grupo (tal como había ocurrido diez años atrás al separarse de The Beatles) Paul McCartney tomó la decisión de publicar esos temas en un nuevo álbum solista al que título McCartney II. Pero debemos tener en cuenta que para esos momentos la escena musical había cambiado, el punk mutaba en new wave, surgían nuevas propuestas sonoras que llamaron la atención del artista. Una de ellas había surgido en Alemania con el grupo Kraftwerk quienes presentaron una innovadora música electrónica creada con base en secuencias rítmicas hechas con computadoras, lo cual llamó la atención de Paul McCartney. Así que para su proyecto experimentó con esta nueva tecnología que incluía secuenciadores y cajas de ritmo, claro que sin dejar de utilizar los instrumentos convencionales como guitarras, bajo, batería, piano, etc.
La creatividad de McCartney se explayó sin límites, había hallado una nueva forma de crear música la cual se volvió más compleja y novedosa. Todo esto fue un reto porque él ejecutó todos los instrumentos a los cuales se le sumaron estos nuevos que aprendió a utilizar para su quehacer musical. El resultado final de la obra, que fue publicada en mayo de 1980 y con producción del mismo Paul, es un trabajo experimental que lo llevó por un rumbo artístico un tanto diferente.
El estilo que había logrado con Wings por momentos permanecía en algunos temas, pero el grupo con quien tuvo varios éxitos en los setentas había quedado en el pasado. Con 20 canciones, grabadas en su casa de Campbeltown en Escocia, tuvo la idea de colocar casi todas en un álbum doble, pero ésta fue desechada y solamente eligió once para un disco long play. Una vez salido al mercado a muchos seguidores del músico no les gustó el nuevo material pero aún así llegó al primer lugar en los listados británicos mientras que en Estados Unidos alcanzó la tercera posición en Billboard 200.
Al revisar el álbum McCartney II podemos descubrir una variedad sonora que abre con la canción Coming Up que se volvió todo un éxito al ser colocada como primer sencillo. Un tema que ya se había presentado en concierto durante la gira de Wings en 1979 de donde se grabó una versión en vivo del concierto de Glasgow que sirvió como cara B del single. Para promover este tema el ex beatle grabó un video en donde se le puede ver tomando el papel de todos los músicos de un grupo llamado The Plastic Mac.
Pero a partir del segundo corte del álbum, Temporary Secretary, nos encontramos con la utilización de una programación de secuencias que nos acerca a esa música electrónica la cual le da una atmósfera completamente innovadora. Pero a lo largo de la obra nos encontramos con temas agradablemente más experimentales como Frozen Jap o Front Parlour que nos refieren al estilo de los alemanes de Kraftwerk y que nos trasladan, musicalmente hablando, a los clubes dance alemanes de finales de los setenta.
Pero también en este disco podemos escuchar canciones más convencionales, con bellas melodías tales como Waterfalls que es una balada en donde Paul se apoya con un piano eléctrico y un sintetizador, de igual manera este instrumento lo utilizará en Summer´s Day Song, un tema inspirado en una pieza de música clásica, de lo cual McCartney comentó: “Había escuchado una pieza musical que me gustaba, que sonaba muy clásica. Entonces, ese día, cuando entré al estudio, pensé que sería un buen cambio si probaba algo así como clásico. Lo construí, escribí un par de palabras y puse algunas voces en la parte superior, por lo que suena como clásico y algo más”.
El álbum nos ofrece al McCartney rocanrolero con Bogey Music y Nobody Knows. Pero en esta gama de sonidos están los new wave como Darkroom o esa especie de blues titulada On The Way. Con toda esta experimentación musical la calma llega con One Of These Days que es un respiro acústico que da cierre al álbum. En el año 2011 hubo una reedición de la obra en donde se incluyeron varias canciones inéditas que fueron parte de las sesiones y se completó con temas que aparecieron como lados B de los sencillos Coming Up. Waterfalls y Temporary Secretary. Entre estos tenemos Blue Sway, Check My Machine (que fue la primera pieza que se grabó de las sesiones), Bogey Wobble, Mr H Atom/You Know I´ll Get You Baby y Wonderful Christmastime (la cual se lanzó como sencillo en 1979) entre otras.
McCartney II es una excelente secuela para el álbum publicado en 1970. Diez años después nos encontramos con un músico más experimentado, más evolucionado musicalmente el cual se atrevió a experimentar con una paleta de sonidos mucho más variada. Con este disco Paul McCartney, de alguna manera, dejó de lado el pasado para que en ese presente se preparara para un futuro prometedor.
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