El 27 de agosto de 1967, mientras tomaban un curso de inducción a la Meditación Trascendental en Gales, John, Paul, George y Ringo recibieron la noticia que jamás hubieran querido recibir: su representante, Brian Epstein, había muerto por una sobredosis de Librium y Triptizol en su casa de Londres.

Epstein había llevado a The Beatles de la mano desde su natal Liverpool hasta alturas internacionales insospechadas en un periodo de 5 años. Además, se había encargado personalmente de las finanzas de sus representados, el pago de sus impuestos y de que ninguno de ellos tuviera otra preocupación que no fuera la de generar música y hacer historia.

Sólo un par de días después se anunció que Clive, hermano de Brian, se encargaría del manejo del grupo. Si bien The Beatles aceptaron el cambio, le anunciaron a la prensa que Clive Epstein no sería su representante. “Nadie puede reemplazar a Brian”.

El viernes 1 de septiembre Paul convocó al resto de sus compañeros de banda así como a su agente de prensa, Tony Barrow, a su casa de St. John’s Wood en Londres. Les presentó el nuevo producto que superaría el reciente éxito del álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band y que abriría una nueva era en la historia de The Beatles: una película sin más guión que un dibujo de un círculo dividido en cuatro cuadrantes. Cada cuadrante abarcaría de 10 a 15 minutos de filme y sería responsabilidad de cada Beatle la música y su contenido en secuencia.

La idea general incluía un viaje misterioso en autobús por carretera, fantasía, cuatro magos y todo lo que se les ocurriera. Además, se necesitaría conseguir un autobús amarillo, decorarlo, un grupo de actores profesionales, una mujer obesa, una stripper, enanos, amigos e invitados que quisieran ser parte de la filmación así como un equipo de camarógrafos y técnicos que viajaran cerca y dentro del autobús cuyo destino era Cornwall, en el suroeste de Inglaterra.

El grupo se coordinó para iniciar las filmaciones el 11 de septiembre. En el ínter y durante el transcurso de las dos semanas de filmación, grabaron las canciones que se incluyeron en la película y que después formaron parte del álbum relacionado. Éstas fueron: Magical Mystery Tour, The Fool On The Hill (secuencia de Paul), Flying (instrumental), I am The Walrus (secuencia de John), Blue Jay Way (secuencia de George) y Your Mother Should Know. Al estar enfocada una gran parte de la trama en la relación de Ringo con la actriz Jessie Robins, que interpretaba a su Tía Jessie, su secuencia se llenó con sugerencia de los otros tres Beatles.

El producto final, filmado del 11 al 24 de septiembre resultó ser una surrealista y confusa historia que incluía peleas entre Ringo y su tía, una carrera en la cual cada pasajero del autobús usaba diferente medios de transportación, el paseo de los viajeros por una oficina de reclutamiento de la Armada Británica en donde el actor Victor Spinetti y Paul encarnaban a militares, una escena en donde John usa una pala para bañar de espagueti a la Tía Jessie y un segmento con la stripper Jan Carson. La película termina con The Beatles portando fracs blancos, cantando Your Mother Should Know y bajando por una escalinata mientras 24 mujeres militares de la Fuerza Aérea Real y 160 bailarines de The Peggy Spencer Formation Dancing Team bailan al ritmo de la canción y los rodean.

La premier de Magical Mystery Tour, la película, se llevó a cabo a las 8:35 p.m. del martes 26 de diciembre de 1967 a través del canal de televisión BBC1. A pesar de haber sido filmada a color se transmitió en blanco y negro. La BBC pagó diez mil libras por los derechos para mostrar en horario estelar los 55 minutos que ésta terminó durando después de una edición de 11 semanas.

La recepción fue catastrófica. La prensa especializada se volcó en duras críticas en contra de The Beatles. Los 20 millones de televidentes captados (una cifra muy impresionante para la década de los 1960) quedaron desconcertados ante las secuencias sin orden y las escenas disparadas. Peor aún, el filme desató una controversia nacional en la cual la aún conservadora sociedad inglesa reaccionó con indignación ante la irreverencia de The Beatles.

Para acabarla, algunos de los actores contratados para la película se unieron a las protestas. Siendo profesionales, no tenían experiencia alguna en películas sin guión y basadas en la improvisación e hicieron declaraciones a la prensa que terminaron por hundir este nuevo proyecto del grupo al que no se le podía sacar más ya que, por su corta duración, no era rentable para ser exhibida en salas de cine.

Sin embargo, con los años, Magical Mystery Tour se convirtió en una película de culto.

MMT es, hoy por hoy, una obra fundamental para la cultura general y que cualquier persona que se precie de ser beatlero debe ver, entender y ubicar conforme a su momento histórico.

Y, por lo pronto, yo te invito a que te unas al viaje mágico y misterioso que viene para llevarte a ti. Sí, a ti.

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