Es increíble que a pesar de que la Beatlemanía fue un fenómeno mundial haya habido temas que quedaron en el olvido. A continuación la séptima entrega de esta lista de canciones poco recordadas del “Cuarteto de Liverpool”.

El año de 1964 significó muchas cosas de impacto para The Beatles, entre ellas, conocieron el 28 de agosto a Bob Dylan y de su mano también la marihuana. Así mismo, el conocer al poeta del folk-rock les permitió ampliar sus horizontes líricos, esta influencia fue más evidente en John Lennon, quien comenzó a escribir canciones más profundas y personales, tal es el caso de “I Don’t Want to Spoil the Party”.

Incluida en los disco de larga duración “Beatles For Sale” y “Beatles VI”, esta pieza es una de las favoritas de muchos, pero relegada por la gran mayoría, argumentando que le falta la fuerza que muchos de los éxitos del grupo les sobra.

Esta canción llegó al número 39 de las listas de éxitos  norteamericanas  donde estuvo por seis semanas en las casillas y por otro lado formó parte de un single como cara B de “Eight Days a Week”, sin embargo y a pesar de estar rodeada de un éxito primigenio, curiosamente es de los números musicales a los que menos se les hace referencia en estos días, esto, claro si lo ponemos junto a otros hits de ese año como “She Loves You” o “I Want To Hold Your Hand”.

“I Don’t Want to Spoil the Party” fue escrita por la mancuerna Lennon-McCartney en una colaboración de un 80/20 por ciento.

Sir Paul en su oportunidad comentó que era una canción bastante bonita que sonaba más a John y que fue escrita con Ringo en mente ya que tenía muchos admiradores y un gran estilo que ellos recompensaban de cierta forma, escribiendo un tema para su lucimiento en cada álbum.

Sin embargo, por cuestiones desconocidas Lennon terminó cantando el tema y en una entrevista afirmó: “Esa fue una muy personal mía. En los primeros días escribí menos material que Paul porque era más competente en guitarra que yo; realmente me enseñó bastante en guitarra”.

Se grabó en los Abbey Road Studios los días 29 y 30 de septiembre de ese muy lejano 1964, donde estaba en la cima de la popularidad no sólo el fenómeno Beatle sino la Invasión Inglesa en su totalidad. Se registraron 19 tomas, de las cuales sólo cinco fueron completadas; el take 19 fue el que finalmente apareció en “Beatles For Sale”.

John Lennon estuvo en la primera voz y la guitarra acústica, Paul McCartney ejecutó el bajo y la armonía vocal, por su parte George Harrison en el requinto le dio ese toque especial con aire de estilo country y también apoyó en los coros, mientras que Ringo Starr tocó la batería y el pandero.

Por último, esta joya se dio a conocer en Reino Unido el 4 de diciembre de 1964 y el  15 de febrero de 1965 en Estados Unidos, esto bajo la producción de George Martin y con Norman Smith como ingeniero de sonido.

Entre sus aportes relevantes se encuentran:

  • Es junto con “I’ll Cry Instead” de “A Hard Day’s Night”, la canción que crearon con aire country, un género del cual Ringo era muy aficionado.
  • El arreglo que le imprimió George Harrison le da dinamismo a la pieza.
  • Es de las pocas canciones donde Lennon queda al frente de la primera armonía vocal, mientras que McCartney lo hace en la tonalidad baja, sin embargo en el estribillo intercambian de nuevo sus lugares.
  • Es de los temas con temática melancólica del disco “Beatles For Sale” junto a “No Reply” y “I’m a Loser”, ambas de Lennon.
  • En 1989 la cantante de country rock Rosanne Cash (hija del emblema del country, Johnny Cash) lanzó un remake interesante, mismo que relanzó en su disco “Yesterday: A Country Music Tribute to The Beatles” de 2005. El tema llegó al número 1 de las listas en Estados Unidos y Canadá.
  • De nuevo la manera emotiva e introspectiva de cantar de John Lennon hace de este un vehículo directo para lo que vendría en 1965.
  • En 2008 el grupo The Smithereens lanzó una versión para su proyecto “B-Sides The Beatles”.
  • En 1989 el cantautor noruego Eth Eonel lanzó un remake muy a su estilo de esta canción. En 2011 realizó un relanzamiento.

Por todo eso y más “I Don’t Want to Spoil The Party” es un joya que bien podríamos clasificar dentro de las canciones que emplearon en su estructura un verso conciso y una melodía que a veces parece simple, pero que quizás por ello valga el esfuerzo rescatar para acceder a su belleza.

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