Para esta décima entrega de las canciones más infravaloradas de The Beatles, me parece idóneo hacer un breve análisis. Durante todo este proceso de escucha y revalorización del material producido y creado por Los Fab Four me he topado con diversas opiniones acerca de si son o no infravalorados varios de sus temas.

El hecho de llamar poco recordada una pieza es cuestión de enfoques, sin embargo en este caso por mucho que los fans de The Beatles los amemos , admiremos inmensamente y/o conozcamos toda su discografía, oficial y no oficial, quiere decir que toda la gente valore la estructura melódica o lírica de todo su legado.

Y todo comienza cuando compruebas que muchos que se dicen fans no saben ni siquiera de la existencia de algunos cortes y mucho de esto se ve en eventos con grupos de tributo donde siempre interpretan lo más “conocido”, no salen de “Hey Jude” o “Come Together” y muy respetable, cada quien es fan a su manera, pero ¿dónde queda la intención de preservar el recuerdo y valía de la mejor banda de todos los tiempos si no se conoce más allá de lo mismo?

Lo aceptemos o no algunas canciones ni siquiera se emiten por radio hoy en día, y esto tiene que ver también con los derechos de las mismas, pero mínimo, si es que vamos a debatir sobre si “Little Child” o “Long, Long, Long” son o no subestimadas, hay que ser más objetivos, muchas veces nos dejamos llevar por el sentimiento y nos cerramos ante toda crítica.

Sin embargo, muchos de los que se cierran a estas críticas, aluden comentarios sobre que algunos números son cursis, empalagosos y hasta musicalmente “menores” a otros, entonces me pregunto ¿no es eso una opinión que menosprecia tal o cual tema? O ¿será que a la palabra infravalorado le dan otro sentido?

El hecho de que yo piense de una manera no quiere decir que esa sea la verdad absoluta, de hecho cuando llamo menospreciado o infravalorado no quiere decir que no conozca o no me agraden las canciones, simplemente me enfoco en develar un poco el cómo y porqué muchos temas han quedado fuera del foco del interés colectivo.

En fin, “de todo hay en la viña del Señor”.

Dicho esto, continuemos con esta lista. Para ello trataremos un tema ya mencionado en este texto, me refiero a una pieza compuesta por George Harrison: “Long, Long, Long”, que a decir de una gran mayoría es el más olvidado de la banda, pero no por ello deja de sorprender con su impecable arreglo y armonía.

Se dio a conocer en la placa The Beatles, que no es otro que “El Álbum Blanco”, mismo que se dio a conocer el 22 de noviembre de 1968 en Reino Unido y el 25 del mismo mes y año en Estados Unidos bajo el sello Apple Records.

La producción estuvo a cargo de Sir George Martin, mientras que el ingeniero de sonido fue Ken Scott.

Se grabó entre los días 7 y 9 de octubre de 1968 en los estudios Abbey Road con el título preliminar de “It´s Been A Long, Long, Long Time”. En total se registraron 67 tomas de la pista con Harrison en la voz y en las guitarras acústicas, Paul McCartney ejecutando un órgano Hammond y Ringo en la batería. Lennon brilló por su ausencia durante las grabaciones.

Entre los aportes resalta la inclusión de un perfecto acompasamiento y ritmo frenético por parte de Ringo en los tambores, así mismo McCartney tocó el bajo y apoyó en los coros a George, quien se sirvió de una Gibson J-200 para culminar con un acorde de Sol Menor dándole un final inesperado. Harrison también lanzó el grito fantasmal que comienza en el minuto 2:47 que no es más que el preámbulo para los sonidos que acompañan el desenlace.

En las grabaciones también figuró el asistente de George Martin, Chris Thomas, interpretando el piano que fue incluido en las grabaciones del 9 de octubre junto a una pista de bajo y coros por parte de Paul y una guitarra acústica adicional y registros vocales implementados por Harrison.

Se destaca también que uno de los sonidos finales de la canción fueron emitidos por una botella de vino Blue Nun que golpeaba en la parte superior de una caja acústica Leslie, dicho sonido se emitió cuando McCartney tocaba cierto acorde y la botella vibraba, por lo que decidieron proyectarlo en la cinta.

El origen de la música proviene, según “El Beatle Místico” de los acordes D a Mi menor y A y D de “Sad Eyed Lady of the Lowlands”, de la inspiración de Bob Dylan, con la que finalizara su disco “Blonde On Blonde” de 1966.

Por su parte la letra está dedicada a Dios, es una oda que deambula entre la melancolía por las lágrimas vertidas antes de encontrarse con Dios y la alegría de dicho encuentro, cuestión que deriva en un góspel perfecto.

El track en “El Álbum Blanco” es parte de un momento de sosiego, mismo que rompe con la fuerza de la pieza anterior “Helter Skelter”, para dar paso al himno político de “Revolution 1”.

Después de todo, “Long, Long, Long” es una belleza aderezada de perfecta sincronía o ¿ustedes qué opinan?

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