Para el año de 1973, entre los meses de julio y septiembre, John Lennon entró a los estudios Record Plant, en la Ciudad de Nueva York, para grabar su cuarto larga duración en su carrera como solista, la cual había tenido un traspié un año antes, cuando su álbum Sometime In New York City, que realizó en colaboración con su esposa Yoko Ono y que era un panfleto político, sólo llegó al lugar 48 en el listado Billboard, aparte de recibir duras criticas en lo musical. Asimismo ofreció un par de conciertos, a beneficio de una institución infantil, en el Madison Square Garden el 30 de agosto de 1972, los cuales fueron un éxito.
Por supuesto que en 1973, los problemas se le juntaban a Lennon, por una parte las dificultades que le trajo su “amistad” con los activista políticos de izquierda, Abbie Hoffman y Jerry Rubin, que lo colocaron en la mira del Gobierno de los Estados Unidos y el peligro de deportación estaba latente, por otro lado el fracaso de su material discográfico a lo cual se sumó un contratiempo matrimonial con Ono. Para este momento el músico tomó la decisión de dejar de un lado los asuntos de activismo político y centrarse de nueva cuenta en su música.
El biógrafo y asistente personal de Lennon, Anthony Fawcett, en su libro One Day At a Time (Grove Press Inc, 1981) explica que en “octubre de 1973, John publicó Mind Games un álbum que expresó su estado de ánimo y se concentró, una vez más, en sus propios pensamientos y emociones, lo cual fue un alivio a los eslogans de Sometime In New York City”. Por supuesto que Mind Games le dio una bocanda de aire fresco a John Lennon con una serie de canciones que le permitieron darle salida a sus sentimientos e inquietudes dentro de un periodo crítico por el que estaba pasando.
Fawcett, agrega en su texto una declaración del propio Lennon en donde comentó: “Mind Games para mí fue como un disco provisional, entre ser un lunático político maníaco y volver a ser músico”. Por supuesto que su ideología política seguía ahí pero de una manera más sutil con temas como Bring On The Lucie (Freda People), aunque prevaleció la temática personal y autobiográfica. Esta nueva producción fue bien recibida por el público que llevó a la obra a ocupar el casillero nueve en la lista Billboard 200 de los Estados Unidos. Aunque una fracción la crítica especializada en música fue despiadada como Jon Landau, de la revista Rolling Stone, quien afirmó que era la peor escritura del exbeatle hasta ese momento y que Lennon trataba de imponer su propio ego a los escuchas y que “tal vez el didactismo, la predicación y la banalidad de Lennon eran parte de sus juegos mentales”. Pero el crítico de la publicación de rock, Creem, Robert Christgau, dijo que Lennon daba un paso a la dirección correcta, “pero sólo un paso” y agregó: “Suena como tomas descartadas de Imagine, lo que puede que no parezca tan malo, pero significa que Lennon está recurriendo a ideas (intelectuales y musicales) que han perdido su frescura para él: Aún así, el single funciona, y esperemos que siga así, avanzando.”
Lo cierto es que Mind Games, producido por el mismo Lennon, es una colección de 10 canciones (más unos segundos de silencio registrados como track) que nos llevan por diferentes caminos, desde un rocanrol como Tight A$ (en una de los outtakes que se incluyen en el boxset escuchamos una versión rockabilly en donde Lennon se refiere al músico David Spinozza como Scotty Moore, el legendario guitarrista que acompaño a Elvis Presley), a la cual se le suman Meat City, Intuition y la agradable I Know. También nos encontramos las piezas dedicadas a Yoko Ono que van con baladas como la bella Out The Blue (“De la nada, viniste a mí y arrasó con la miseria de la vida. De la nada, la energía de la vida.De la nada, viniste a mí”), así como You Are Here, One Day (At A Time)- “Eres mi debilidad, eres mi fuerza. Nada de lo que tengo en el mundo tiene mejor sentido”– y Aisumasen (I´m Sorry), en donde Lennon le pide perdón a Yoko por haberla lastimado (“Y cuando te lastimo y te causo dolor cariño, te prometo que no lo volveré a hacer. Aisumasen, aisumasen, Yoko”), curiosamente cuando estaba por comenzar esa etapa del músico conocida como The Lost Weekend, en donde viajó a California con su amante May Pang.
La canción Mind Games fue publicada como sencillo en octubre de 1973, en donde la cara B fue Meat City, y alcanzó el honroso lugar 18 en la lista de popularidad. Pero sin duda Mind Games se ha vuelto un tema icónico de Lennon, con una letra que se aleja de la práctica de protestas políticas, que prevalecieron en su anterior Long Play, y nos invita a pensar en el amor como un juego mental con todo y sus guerrillas (“El amor es la respuesta y lo sabes con seguridad. El amor es una flor que tienes que dejarlo crecer”). El músico se da la libertad de insertar unos segundos de silencio con Nutopian International Anthem, un país imaginario creado por la pareja Lennon-Ono.
Han pasado 51 años de su publicación y Mind Games se ha vuelto a lanzar en una colección que incluye tomas alternas y raws, temas denominados Elements y Evolution Documentary, así como una nueva mezcla y remasterización del álbum original, de la cual se encargó el heredero del acervo musical del músico, Sean Lennon. Por supuesto que estas presentaciones van desde una caja de super lujo (que cuenta con una edición limitada de 1100 copias, a un precio de lista de 1,350 dólares, a estas alturas ya agotadas), hasta la más sencilla con dos CDs o dos viniles.
Esta nueva edición continua con el esquema que se ha utilizado en los lanzamientos especiales anteriores, Plastic Ono Band e Imagine, en donde en todos los discos de la edición se utiliza el mismo orden del track list de la obra original, sólo que cambian en cuanto a la forma que se presentan, que son las tomas alternas, multitracks y las versiones crudas, lo cual no da oportunidad para insertar alguna canción inédita que se haya grabado durante las sesiones, como se hizo en el EP de Mind Games, que se salió para el Record Store Day del 2024, que incluyó I´m The Greatest . En lo musical debemos darle su crédito a los productores, Paul Hicks, Sam Gannon, Rob Stevens y al propio Sean Lennon, por darle su lugar al grupo de músicos de sesión (quienes se llamaron The Plastic U.F.Ono Band) que colaboraron con Lennon entre los cuales se encuentran los guitarristas David Spinozza y Sneaky Pete Kleinow, el bajista Gordon Edwards, los bateristas Jim Keltner y Rick Marotta, entre otros, porque en cada uno de los seis discos podemos escuchar su importancia y su destreza musical en cada canción.
Mención aparte merece la nueva mezcla y remasterización del álbum original, en donde el master de cada corte se desmontó y se volvió a ensamblar para crear esta edición, aunque hubo algunos detalles que dejaron fuera, como esa figura musical hecha por el saxofón de Michael Brecker, que se eliminó del track One Day (At a Time), pero la cual se puede apreciar en su versión raw. Cabe resaltar que las canciones se escuchan impecables y se equilibra cada elemento de audio para dar una alta definición que el melómano agradece, situación que resalta aún más para su edición Atmos.
Mind Games no fue el disco perfecto de Lennon, pero tampoco es un material que se pueda descartar, ni menospreciar, porque cada canción que se incluye representa ese periodo por el cual pasaba el artista, una etapa de una búsqueda personal y artística que poco a poco tenía que recuperar y, como lo dijo un crítico musical, John Lennon estaba dando el primer paso.
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