El 9 de octubre de 1940 nació en Liverpool, Inglaterra, John Lennon, uno de los artistas más importantes e influyentes que dio el siglo pasado y que en la actualidad sigue vigente. De él se puede hablar de la importancia de su música, de sus letras, de sus libros, incluso de su obra pictórica. John Lennon fue un personaje, muchas veces polémico, que nunca tuvo miedo de decir lo que sentía, de expresarlo en sus canciones, en su creación artística o en las declaraciones que daba a la prensa. Celebremos la vida de John Lennon con algunas anécdotas de su juventud, previas al éxito mundial de The Beatles, que la Antología del cuarteto de Liverpool incluyó en su edición en libro.

Fred y Julia Lennon, los padres de John, se separaron y él se fue a vivir con su tía Mimi a la casa ubicada en el 251 de Menlove Avenue en Woolton.

“Mi madre era ama de casa, supongo. Era comedianta y cantante. No profesional, pero solía cantar en pubs y sitios así. Tenía buena voz. Se sabía Kay Starr. La oía entonar esa cancioncilla cuando yo tenía uno o dos años. Era de una película de Disney. Mi madre y mi padre se separaron cuando yo tenía cuatro años y me fui a vivir con mi tía Mimí”.

Muchos sabemos que John Lennon de niño era travieso en la escuela, pero tenía una inclinación hacia las artes. Asistió a la primaria Dovedale.

“Un profesor de matemáticas escribió: “Si sigue así, va de cabeza al fracaso” A casi todos les caía mal, porque siempre estaba deseando recordarles los increíblemente perspicaces que eran. Pero siempre había un profesor en cada colegio, normalmente de arte o de lengua o de literatura inglesa. Si tenía algo que ver con el arte o la escritura no había problema, pero si la cosa iba de ciencias o matemáticas estaba perdido”.

En su adolescencia ingresó a la Quarry Bank High School en donde Lennon persistía en su actitud rebelde; su carisma lo convirtió en líder de una banda de jóvenes semidelincuentes quienes se metían en muchos problemas.

“En el colegio me tenían por duro pero lo cierto es que me lo montaba para parecer más duro de lo que era. Solía meterme en líos. Me vestía de matón como un teddy boy. Claro que sí iba a los barrios bajos y me tropezaba con otros teddy boys, corría peligro. En el colegio era más fácil, porque podía ejercer control psicológico para pasar por duro. O sea, robábamos en las tiendas y ese tipo de cosas, pero nada muy fuerte”.

Y agregó.

La banda que yo capitaneaba se dedicaba a robar en las tiendas, bajarles las bragas a las chicas, y cosas por el estilo. Cuando estallaba la bomba y pillaban a todo el mundo, yo siempre me libraba”.

Su inquietud por las artes lo llevó hacia la música y en 1955 descubrió ese nuevo sonido que llegó de los Estados Unidos llamado Rock and Roll y a uno de sus principales exponentes: Elvis Presley.

“De niños conocíamos las canciones folk, porque nos parecían muy de clase media. La era Bill Haley no me afectó demasiado. Un tipo que conocía llamado Don Beatty me enseñó el nombre de Elvis Presley en el New Musical Express y me dijo que era genial. Era “Heartbreak Hotel”, pensé que sonaba un poco forzado. Las revistas de música decían que Presley era fantástico, y al principio esperaba algo como Perry Como o Sinatra. “Heartbreak Hotel” me parecía un titulo sensiblero y en aquellos tiempos sonaba raro. Pero después de que lo oí, casi me muero. Lo escuché por primera vez en Radio Luxemburgo. Me pareció fantástico. Recuerdo que volví a casa corriendo con el disco y dije: ¡Suena como Frankie Laine, Johnnie Ray y Tennessee Ernie Ford juntos!
“Soy tan fan de Elvis porque en realidad fue Elvis quien me sacó de Liverpool”.

Las influencias musicales que tuvo Lennon  de joven fueron las de los rocanroleros norteamericanos de mediados de los cincuentas.

“Buddy Holly eras fabuloso y llevaba gafas, lo cual me hacía gracia, aunque yo pasé años y años sin ponérmelas en público. Pero Buddy Holly fue el primero que destacó realmente en Inglaterra. Tocando y cantando al mismo tiempo. No sólo rasgueaba, sino que hacía punteos. No lo conocí, yo era demasiado joven. Tampoco lo vi en directo. Vi a Eddie Cochran, a Gene Vincent y a Little Richard, pero los conocí más tarde. Eddie Cochran fue el único a cuyo concierto asistí como fan sentado entre el público”.

Su mamá le compró una guitarra de marca Gallotone en 1956. Ella le prestó la cantidad de 5 libras y 10 chelines con la condición de que el instrumento se quedará en su casa y no en la de su tía.

“Cuando tenía dieciséis años, mi madre me enseñó música. Primero me enseñó a tocar acordes de banjo y de ahí pasé a la guitarra. Al principio utilizaba una guitarra prestada. No sabía tocar pero mi madre me compró una de una casa de ventas por catálogo. Era bastante mala, pero yo la tocaba sin parar y adquirí mucha práctica. Tocaba la guitarra como un bajo sin usar la sexta cuerda”.

El 6 de julio de 1957 sucede el encuentro entre dos jóvenes que harían historia en la música, John Lennon y Paul McCartney. Un amigo en común, Ivan Vaughan, los presentó mientras el grupo de John, The Quarry Men, ofrecía una presentación en la iglesia de St. Peter en Woolton.

“Lo conocí a través de Ivan. Y un día que estábamos tocando en Woolton lo trajo. The Quarry Men actuaban encima de una tarima y había mucha gente porque hacía un día caluroso y soleado. Hablamos después de la actuación y vi que tenía talento. Se puso a tocar la guitarra detrás del escenario e interpretó “Twenty Flight Rock” de Eddie Cochran. Paul sabía tocar la guitarra, la trompeta y el piano. Me dijo que los acordes que yo estaba tocando, en realidad no eran acordes. Me impresionó mucho ver a Paul tocando la guitarra. Así que valía la pena tenerlo. Además se parecía a Elvis. Me cayó bien”.

Paul McCartney le presentó a otro amigo, uno más jovencito, pero con un enorme talento para la guitarra, su nombre era George Harrison.

“George entró a través de Paul. Paul me presentó a George y yo tuve que decidir si lo dejaba entrar. Le oí tocar y le dije “toca Raunchy” . Le pedimos a George que entrara porque sabía más acordes, muchos más que nosotros”.

El 15 de julio de 1958, su madre Julia falleció debido a un trágico accidente.

“La mató un policía borracho fuera de servicio, cuando ella volvía de casa de mi tía, donde yo vivía. Yo no estaba allí en aquel momento. Estaba en la parada del autobús y el tipo la atropelló con el coche. Fue lo peor que me había pasado nunca. Fue un gran trauma. La perdí dos veces: una cuando me llevaron a vivir con mi tía y otra vez a los diecisiete, cuando murió físicamente”.

Después de perseverar y no darse por vencido, John Lennon y sus amigos, que se hacían llamar The Beatles, lograron, en 1962, obtener un contrato de grabación con el sello discográfico Parlophone y llegaron a convertirse en todo un suceso comercial y cultural en todo el mundo.

“Leíamos artículos en las revistas de fans americanas que decían: “Esos chicos salieron de los barrios bajos”. Yo siempre iba bien vestido, bien alimentado e iba a colegios, y me crié como buen chico inglés de clase media baja. Eso hacía distintos a The Beatles, el que George, Paul y John fueran chicos con estudios. Paul podría haber ido a la universidad. Siempre fue un buen chico. Aprobaba los exámenes. Podría haber llegado a ser, no sé… el doctor McCartney. Yo mismo lo hubiera logrado si hubiera estudiado un poco. Nunca estudié.

Y sobre su estancia en The Beatles, John Lennon, finalmente, agregó.

The Beatles eran mis únicos amigos. Estaban The Beatles y unos tres tipos a los que me sentía muy unido. Estuvimos juntos mucho más tiempo del que el público no conoció. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, excepto de haber hecho daño a otras personas. No me lo hubiera perdido por nada del mundo.

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