Las canciones de The Beatles en solitario, dieron origen a un proyecto que, basado en el éxito de las recopilaciones que hoy conocemos como The Beatles 1962-1966 (El Álbum Rojo) y The Beatles 1967-1970 (El Álbum Azul), se darían a conocer como The Orange Album, 1970-1975, y The Green Album, 1976-1980, complementando la discografía beatlera de una forma redonda en Apple Records…

Lamentablemente éste proyecto no pudo llevarse a cabo (al menos de forma oficial), y pudimos enterarnos de su existencia y contenido sólo por medio de los benditos bootlegs, y ocasionalmente se ven las portadas y contenido de dichos discos en redes sociales, con las consabidas preguntas acerca de la veracidad de su existencia, donde se pueden conseguir, etc.

Cabe mencionar que existen cuando menos dos ediciones distintas de dichos discos- con contenidos ligeramente diferentes, incluso en colores de portadas y años que abarcan las recopilaciones, que un servidor haya visto– y debo decir que escapa a mi conocimiento cuál de ellas pudo haberse acercado a algún lanzamiento oficial; a mi opinión, considero que de haberse hecho, habrían logrado unos números muy interesantes de ventas, y quizás también cantidades de pleitos legales descomunales. De plano, como decía mi abuelo, el horno no estaba para bollos, pues.

En las primeras entregas de esta saga, el que esto escribe pretende reseñar en su gran mayoría las canciones que habrían sido incluidas en esos utópicos álbumes dobles, para disfrutarlos y conocer detalles sabrosos de las rolas, les invito a escucharlas y disfrutarlas una vez más, ¿me acompañan?

Mother, John Lennon, 1970

El día de los inocentes del año 70 del siglo pasado, sirvió para que en los Estados Unidos se publicara el single de esta rola, como el follow-up del sencillo del que les platiqué la semana pasada-Instant Karma is gonna get you– y como insignia del nuevo álbum de Lennon llamado John Lennon/Plastic Ono Band. Dicha publicación le retira los aburridos 1:41 iniciales en el cual se escuchan los tañidos lúgubres de una campana grave, así como también apresura el fadeout sin tantos mama don´t go, daddy come home.

En el lado B, como ya se estaba haciendo una pésima costumbre, se incluye una vacilada quesque musical llamada Why, a cargo de ya saben quién (no el de aquí de México; me refiero a la omnipresente señora Ono).

Aquí los escuchas más avezados de la música Lennoniana ya hubiéramos intuido que empezaban a aflorar algunos sentimientos de rencor y de abandono en nuestro admirado John, y vaya que había buenas razones para ello; a pesar de la fama y las experiencias adquiridas en los últimos ocho años, la ausencia de su madre biológica Julia, así como el abandono de su padre Fred, le dejaron huecos que quiso llenar primero con Cyn, luego con Yoko y que nunca pudieron ser sustituidos debidamente. Lennon declaró que la inspiración para esta rola le llegó después de someterse a terapias con el oscuro sicólogo Arthur Janov, las cuales describió como “más importantes para él que The Beatles”. Sobra decir que también largaría a Janov de mala manera en años subsecuentes.

Covers numerosos a esta rola, entre los más notables los de Barbra Streisand, Lou Reed y Christina Aguilera. En México, no se le ocurrió a nadie en aquellos días- for God sake-, pero es muy recurrente escucharla a cargo de varios grupos de tributo cada segunda semana de diciembre, en festivales de recuerdo a la memoria de John.

Uncle Albert/ Admiral Halsey, Paul McCartney, 1971

We´re so sorry…Uncle Albert…

Sencillo puesto a la venta el día del cumpleaños número doce de mi buen brother el Miguelón, coequipero en El Círculo Beatle.

El álbum RAM, le devuelve el gusto por componer y grabar al Beatle encantador, y sobre todo esa enorme pasión por experimentar sonidos nuevos en la consola del estudio de grabación; por ello es que escuchamos un montón de ellos en esta grabación.

La rola se compone de tres pasajes bien definidos, unidos por partes instrumentales cortas que rompen la continuidad de forma refrescante. La primera parte, que es lenta, nos recuerda a un tío real que tuvo Macca, y que se llamaba Albert; cuenta la leyenda que era un tipo que, como Jekyll y Hyde se comportaba de dos formas radicalmente distintas dependiendo de su grado de alcohol en la sangre, al estar borracho leía en voz alta pasajes bíblicos, siendo ateo declarado al regresar a su estado normal de sobriedad. Sin embargo Sir Paul dijo en alguna entrevista que lo quiso mucho.

Una pieza instrumental de las épocas de Yellow Submarine que se quedó enlatada, y ejecutada en el Flugelhorn por el trompetista Marvin Stamm, le da ese riff tan característico y alegre a mitad de la rola. También, una elegía al almirante de marina William Frederick “Bull” Halsey, almirante en jefe de la flota americana en el Pacífico (Iwo Jima y Okinawa) con la frase de punch “hands across the water”  que da lugar a un muy buen trabajo vocal en conjunto de Paul y Linda.

Los críticos musicales de aquel entonces-que no servían para nada, y siguen sin servir para nada- destrozaron esta canción, poniéndose abiertamente del lado de Lennon al decir que las rolas de Macca eran pueriles y facilonas; la última sonrisa la tuvo McCartney con su disco de oro y su primer lugar de popularidad en las listas de medio mundo. De hecho Jon Landau de la sobrevalorada Rolling Stone, dijo en su tiempo que era “la peor pieza de música ligera que había escuchado en toda su vida, caótica y sin continuidad musical” jajajajaja…pobre sabelotodo.

En lo anecdótico, al comprar el ejemplar de Notitas Musicales de septiembre de 1971, aparecía en el índice, en la sección de Canciones que México Canta la canción de referencia; que voy volado a checar la letra de lo que seguramente sería un cover de la rola de moda en el mes de Avándaro y…¡oh sorpresa! que va saliendo una pieza de la fina inspiración de Joan Manuel Serrat, que merecía un lugar entre las clásicas del catalán, pero que su mala suerte quiso que saliera a la venta al mismo tiempo que el éxito de The McCartneys. Too bad.

 All Things Must Pass, George Harrison, 1970

Importante rola que da título a éste álbum triple de noviembre de 1970. En varios de los tracks, Beatle George cuenta con el apoyo de Badfinger, Delaney And Bonnie, así como de los geniales Billy Preston y Eric Clapton, y que proporciona al público la experiencia de sus tracks acumulados entre 1968 y 1970, combinados con una espiritualidad importante.

Hay que reconocer que tardé personalmente mucho en darme el tiempo de escuchar completito el triple. Pero me encontré con varias rolas que de verdad me parecen trascendentes; esta es una de ellas. Contó esta rola en particular con músicos, aparte de los ya mencionados, de la talla de Klaus Voorman, Gary Wright y el arreglista John Barnham, a diferencia del caso anterior, aquí el crítico de la Piedra Rodante se da el lujo y se regodea en su arrogancia, al calificar a la rola de “Wagneriana” y “Bruckneriana” “La música de las montañas y los vastos horizontes” y varias lindezas por el estilo. Interesante opinión que invita al estudio profundo de esos autores para descubrir esos vastos horizontes. Debo confesar que aún no lo he hecho, jajajaja.

Phil Spector fue también un driving force detrás de esta producción, colaborando con arreglos menos cargados y más en el espíritu de proponer lucimiento del sinfín de canciones que George le había mostrado en su casa de Friar Park. El productor colaboró también con Lennon en esos días, como les platiqué en publicaciones anteriores.

https://www.youtube.com/watch?v=FEWb1ym99aY&feature=youtu.be

It Don´t Come Easy, Ringo Starr, 1971

Este es sin duda alguna, uno de los éxitos como solista más importantes de Ringo, y uno de los mejor logrados. De las canciones que aquí reseño es la única que mereció publicación como single en Estados Unidos y el Reino Unido, (llegando a cuarto lugar del Hit Parade en ambos casos) en el mes de abril de 1971, aunque se grabó un año antes, el 8 y 11 de marzo de 1970; en ambas ediciones contó con la rola Early 1970 como su lado B. Aunque fue el sencillo de debut para Starr en Inglaterra después del terrible truene de The Beatles, en Norteamérica ya se había editado Beaucops Of Blues en este formato unos meses antes.

Es una composición al alimón de Ringo y George Harrison, aunque en los créditos finales de publicación sólo se acredita al talentoso y menospreciado baterista, con el visto bueno de George. Existe una versión cantada por Harrison con la misma pista musical, y resulta tan buena-si no mejor- que este esfuerzo de The Starr Man; para beneplácito de los fans, en el concierto para Bangladesh ambos interpretan la canción en vivo, junto con los músicos que habitualmente acompañaban a George en ese entonces, y que he mencionado anteriormente, para crear una versión memorable. El título de trabajo de esta canción era You Gotta Pay Your Dues, algo así como hay que pagar lo que se debe.

La mezcla final incluye partes musicales a cargo de Stephen Stills, talentoso músico que inició su carrera en la escena de Los Angeles audicionando para ser un Monkee, y también la participación del siempre leal Mal Evans. Cabe mencionar que el single de Ringo fue el más vendido en el momento en que John tenía Power To The People, Paul Another Day y George Bangladesh, lo cual no es un logro menor; también les platico de que existen dos videos oficiales para esta canción, ambos presentados para el mítico show de la TV inglesa BBC llamado Top of The Pops.

Como cover notable, habrá que mencionar el del excelente grupo The Smithereens del año 1981, y apariciones de la rola en The Simpsons (¿dónde más?) fue el tema del prestigiado late show  llamado Good Night America de Geraldo Rivera durante dos años consecutivos 1973-1975, y su inclusión en un comercial de 7-Eleven en 1987 ayudó a enriquecer el habla de los gringos con la punchline Where The Good Things Come Easy.

 La música en solitario de los cuatro grandes de Liverpool se iba haciendo más compleja e interesante para los que la apreciamos y coleccionamos, y éstas cuatro muestras son icónicas dentro de su producción musical; continuaré platicándoles más anécdotas, datos y trivia de éste subgénero que nos entusiasma y que enriquece el catálogo musical de nuestros amados The Beatles, ¡hasta la próxima!

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