Dentro de la historia de The Beatles ocurrieron muchos sucesos que fueron importantes, no sólo para el grupo, dentro del ámbito social y por supuesto cultural. En febrero de 1964 el cuarteto de Liverpool llegó a Estados Unidos para realizar una gira promocional que inició con su presentación en el programa The Ed Sullivan y posteriormente de ahí se trasladaron a Washington D.C para ofrecer un concierto, regresaron a la ciudad de Nueva York para dar otro recital y fueron a Miami en donde para finalizar ofrecieron un show que se grabó para después transmitirse, de costa a costa, en el programa del mismo Ed Sullivan.

El 7 de febrero arribaron al aeropuerto de Nueva York, procedentes de Londres, en donde fueron recibidos por cientos de jóvenes que intentaban poder verlos (e incluso tocarlos). El cuarteto tuvo una conferencia de prensa en la cual se echaron a la bolsa, con su buen sentido del humor, a los reporteros que cubrían el evento. La agrupación había colocado semanas atrás su sencillo I Want To Hold Your Hand en el primer lugar de popularidad y su primer disco, editado por Capitol Records, Meet The Beatles, de igual manera alcanzó el sitio de honor en Billboard. Para el día 9 de ese segundo mes del año 1964 The Beatles se presentaron en el programa de Ed Sullivan y cuentan los historiadores que ese día el país se detuvo por un momento para ver la actuación de esos cuatro muchachos de Inglaterra. The Beatles conquistaron los Estados Unidos.

Personalidades del rock recuerdan que ese momento televisivo marcó sus vidas. Bruce Springsteen, en su autobiografía Born To Run (Edit. Random House), recuerda: “El acné explotaba en mi cara y aquel viejo cabrón de Ed Sullivan, que se había convertido en mi héroe nacional, me la volvió a jugar. Que comience la batalla. –Señoras y señores, desde Inglaterra… ¡¡The Beatles!! Ed pronunció las palabras –The Beatles- mejor que nadie en el mundo. Saltaba del –The- para rápidamente golpear y enfatizar el –Beat-, y a continuación salía de escena con el –les-. Todo ello me asaltaba y sacudía mi cuerpo con una expectación de diez mil  vatios de alto voltaje. Allí estaba yo sentado, con el corazón palpitante, esperando ver por primera vez a mis nuevos salvadores, esperando escuchar las primeras notas redentoras brotando de las guitarras Rickenbacker, Hofner y Gibson en sus manos. The Beatles… The Beatles… The Beatles. En 1964 no había palabras más mágicas en la lengua inglesa”.

Mientras que Paul McCartney comentó: “Fue muy importante. Salimos de la nada con el pelo raro, pareciendo marionetas o algo así. Creo que esa fue una de las cosas más importantes que nos rompió: originalmente, el peinado más que la música. Los padres de muchas personas querían desconectarnos. Les dijeron a sus hijos: -No se dejen engañar, están usando pelucas-. Muchos padres apagaron el televisor, pero muchas madres y niños hicieron que lo mantuvieran encendido. Todos estos niños ahora son adultos y nos dicen que lo recuerdan. Es como, ¿Dónde estabas cuando le dispararon a Kennedy?. Hay gente como Dan Aykroyd que dice: “Oh, hombre, recuerdo ese domingo por la noche; no sabíamos qué nos había golpeado, simplemente sentados allí viendo el programa de Ed Sullivan. Hasta entonces había malabaristas y comediantes como Jerry Lewis, y luego, de repente, ¡The Beatles!”

Esos momentos, que son parte  de la historia y la cultura pop, quedaron registrados en varios documentales como The Complete Beatles (Patrick Montgomery, 1982), The Beatles: The First U.S Visit (David Maysles, Albert Maysles, 1991) y por supuesto The Beatles Anthology (Geoff Wonfor, Bob Smeaton, con la producción de Neil Aspinall, 1995). Pero sumado a los documentales también encontramos una película inspirada en este momento y que refleja, a manera de comedia, lo sucedido ese día del 9 de febrero de 1964.

I Wanna Hold Your Hand (1978) es el tercer largometraje del director norteamericano Robert Zemeckis (Back To The Future 1985, Death Becomes Her 1992, Forrest Gump 1994), el cual fue producido por Steven Spielberg, que nos narra las historias de un grupo de seis jóvenes de Nueva Jersey que viajaran a la ciudad  de Nueva York para tratar de presenciar el show de The Beatles en el programa de Ed Sullivan sin tener boletos para ingresar a éste. La película cuenta con una producción impecable que recrea ese momento y todo el caos que se ocasionó con las jóvenes fuera del hotel, en donde se hospedó la banda, gritando a la menor provocación cuando alguien se asomaba a la ventana o varios comprando falsos souvenirs como pedazos de sabanas presuntamente utilizados por John, George, Paul y Ringo. Incluso el director convocó al locutor neoyorquino Murray “The K” (figura importante dentro de la beatlemanía norteamericana, quien a través de su programa de radio apoyó al cuarteto de Liverpool e incluso llegó a estar con ellos cuando llegaron a Estados Unidos) de quien escuchamos su voz en diferentes momentos de la película.

Para el año en que se filmó la cinta, los derechos de autor de las canciones de The Beatles no eran tan caros, como lo son ahora, por lo que podemos disfrutar de las canciones originales. Zemeckis utiliza pietaje de la llegada de The Beatles al aeropuerto; nos presenta a un Ed Sullivan (interpretado por Will Jordan) advirtiendo, un día antes del programa, a su personal que el grupo de “youngsters” provocará a la audiencia, presente en el teatro, histeria, hiperventilación e incluso suicidios (sic) porque él fue testigo, meses antes en Inglaterra, de todo esto.

Pero la película, con guión de Bob Gale y Robert Zemeckis, también nos dará un retrato de la juventud de esa época, al darnos estereotipos en cada personaje. Pero sobre todo tenemos presencias femeninas bien estructuradas como la  joven sexualmente reprimida y comprometida a matrimonio, Pam (Nancy Allen), quien tomará conciencia de su situación al quedar atrapada en el hotel en donde se hospedan los músicos, la aspirante a fotógrafa Grace (Theresa Saldana) que tratará de tomar una buen foto del grupo y así poder ser aceptada en un medio de comunicación; la activista, amante del folk, Janis (Susan Kendall Newman) que buscará boicotear el programa para evitar que ese grupo de ingleses sigan lavando el cerebro a los jóvenes que los han convertido en seres consumistas y por supuesto Wendie (Rosie Petrofsky) que es una mega fan de The Beatles quien nos dará una visión de esas chicas que gritaban y lloraban en las presentaciones de la banda.

Mientras que los personajes masculinos tendrán también una personalidad definida como el rocanrolero Tony (Bobby Di Cicco) aferrado a lo viejos ídolos musicales de los cincuenta, el tímido Larry (Marc McClure) que buscará una oportunidad romántica con una de las chicas y por supuesto Richard Ringo (Eddie Deezen) que al igual que Wendie también está obsesionado por el grupo. Todos ellos se inmiscuirán en diferentes situaciones cómicas que nos llevarán a darnos cuenta de la relevancia que tuvieron esos cuatro músicos provenientes de Inglaterra.

La película de Robert Zemeckis, I Wanna Hold Your Hand, es un agradable complemento para recordar ese parte de la historia de The Beatles, ese momento en donde el grupo conquistó los Estados Unidos y propició todo un cambio musical, cultural y social en esa nación y el cual nos llegó, de rebote, al difundirse a todo el continente americano.

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