Una de las emblemáticas figuras dentro del rock es Elvis Presley. Pionero del Rock and Roll, creador e intérprete de muchos temas clásicos que llegaron a colocarse en los primeros lugares de popularidad, no solamente en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Sus canciones fueron, y son, influencia e inspiración para muchos artistas en diversos géneros de la música. No se puede hablar de rock sin revisar sus cimientos con el rock and roll en donde se encuentran nombres como Chuck Berry, Little Richard, Buddy Holly, Gene Vincent y por supuesto Elvis Presley a quien se le llama, con justa razón, el Rey del Rock and Roll. De su vida se han escrito muchas biografías, en cine hemos visto algunos biopics que retratan momentos divertidos, dramáticos o polémicos del artista, de igual manera hallamos documentales que nos dan un retrato de Elvis como lo es el de HBO titulado Elvis Presley The Searcher (2018)
Elvis Presley The Searcher, está dirigido por el productor y cineasta Thom Zimny quien ha trabajado en varios proyectos con Bruce Springsteen -Western Stars (2019) y Letter to You (2020)- asimismo cuenta con la dirección del film The Gift: The Journey Of Johnny Cash. El documental dedicado al Rey del Rock and Roll está dividido en dos parte con una duración de más de una hora y media cada una, algo similar a lo hecho por Martin Scorsese con sus obras biográficas de George Harrison (Living In The Material World, 2011) y Bob Dylan (No Direction Home, de la serie American Masters, 2005). Zimny realiza un trabajo entrañable y melancólico que elabora con testimonios, todos con voz en off, de personas que fueron cercanas a Elvis, como lo son Priscilla Presley (quien también es productora ejecutiva del documental), Jerry Schilling, el guitarrista Scooty Moore, los bateristas DJ Fontana y Ronnie Tutt, el productor televisivo Steve Binder, el Coronel Tom Parker, entre otros, que se complementan con los comentarios de Tom Petty, Bruce Springsteen, Robbie Robertson, Warren Zanes, Hal Blaine, Alan Light y Emmylou Harris.
La primera (y la segunda) parte del documental toma como base la grabación del programa que Elvis realizó para la televisión en 1968, ese que marcó su espectacular regreso, Elvis: ´68 Comeback Special. De ahí la película, gracias al montaje por parte del mismo director y de Anoosh Tertzakian, nos lleva a la infancia de Elvis Presley en Tupelo, Mississipi, con un jovencito sureño (nacido en 1935 y que tuvo un hermano gemelo que murió al nacer) que vivió en la pobreza, el cual tuvo que lidiar con el encarcelamiento de su padre Vernon y ver cómo su madre Gladys sufría por la falta de dinero para mantenerse, con esto la relación del artista con ella se hizo más estrecha, surge en él la determinación de ayudarla y sacarla de esa situación. Además observamos el cambio de residencia a Memphis, Tennessee, en donde trabajó en una compañía eléctrica como chófer. Nace su pasión por la música Góspel, el Blues y el Country que lo incitaron a aprender a tocar la guitarra con la cual cantaba esas viejas melodías. En 1953 grabó un disco, por la cantidad de cuatro dólares, para obsequiárselo a su mamá con motivo de su cumpleaños, en un lugar llamado Sun Records en donde llamó la atención del dueño Sam Phillips con quien logró sus primeros éxitos, That´s All Right Mama original de Arthur Crudup y Blue Moon On Kentucky un bluegrass de Bill Monroe.
Quienes hemos tenido la oportunidad de ver los trabajos de Thom Zimny con Bruce Springsteen (Western Stars, Letter To You) notamos que al director le gusta filmar campos abiertos en tomas aéreas, paisajes que nos van llevando a un objetivo, aquí en el trabajo dedicado a su majestad el Rey del Rock podemos apreciar, a lo largo de las dos parte, una secuencia, elaborada precisamente en toma aérea para después cambiar en un traveling, en la que vemos a un niño que se pasea solitario con su bicicleta, un niño que va recorriendo un sendero muy rústico, ese chico que representa a Elvis Presley en un camino hacia la fama, en una búsqueda de vida en la cual se encontraba completamente solo.
A lo largo de los años hemos visto documentales que nos acercan a la vida de Elvis Presley tales como Elvis On Tour (Pierre Adidge, 1972) en la que vemos los preparativos del músico para su gira de 1970, también nos encontramos con This Is Elvis (Andrew Solt, 1981), un docudrama que resulta efectivo, Elvis ´56 (Susan Raymond, 1987) o las películas de conciertos como Aloha From Hawaii (Marty Pasetta, 1973), lo interesante del documental de Zimny es que humaniza a Presley a través de las imágenes de archivo, o aquellas que proporcionaron sus herederos, sin necesidad de utilizar recreaciones con actores como en el caso del trabajo hecho por Solt; apreciamos su aislamiento, sus inquietudes que se fueron apagando, errores que cometió, pero también los aciertos que lo convirtieron en un icono de la música.
Elvis Presley alcanzó el éxito a costa de sacrificios, en un principio lo vemos desafiar a públicos apáticos en Grand Ole Opry en Nashville para luego aguantar el ser ridiculizado en el programa de televisión de Steve Allen y posteriormente triunfar en el show de Ed Sullivan. Observamos como deja a Sam Phillips y conquista las listas de popularidad a nivel nacional con su nuevo mánager, el Coronel Tom Parker (que en realidad se llamaba Andreas Cornelis Van Kuijk); llegan las películas que lo convierten en toda una celebridad; a la edad de 22 años adquiere la mansión llamada Graceland y aparece un momento polémico con el que cierra el primer episodio del documental: Elvis es reclutado por el Ejército de los Estados Unidos para cumplir con un servicio de dos años, periodo que lo aleja de los medios.
El segundo episodio del documental retoma parte del reclutamiento del Presley, su matrimonio con Priscilla y su regreso a los medios con un programa de televisión junto a Frank Sinatra y la publicación del álbum Elvis Is Back (1960). Uno de los momentos dramáticos es cuando el artista debe cumplir un sinnúnero de contratos con empresas cinematográficas para realizar películas anodinas en donde los soundtracks se vuelven comunes en su discografía lo que le provoca un vacío creativo. Elvis está envuelto en una burbuja en la cual ve pasar las nuevas propuestas musicales con The Beatles, Bob Dylan, The Byrds y varios más, aunque Presley tampoco fue afín a las nuevas corrientes del rock, incluso en ese periodo sorprendió al publicar un álbum de Góspel, How Great Thou Art (1967), situación que aún extraña a los conocedores de la música. Ahora bien el documental en un principio nos habla del programa de televisión de 1968, ahora nos describe qué pasó después de ese exitoso show, en donde Elvis grabó un álbum, con el productor Chips Moman, titulado From Elvis in Memphis (1969) que refrescó su carrera, pero la vuelve a truncar debido a la incomodidad que sentía con la nueva música (se explica que jamás se sintió a gusto con la canción Burning Love que le dio su último gran hit), así como el estar atado al Coronel Tom Parker, a su compañía de discos y a los estudios de Hollywood que le dictaban el camino artístico a seguir.
Luego de sus primeros shows en Las Vegas y darse cuenta que no existía una retroalimentación con el público de las primeras filas, que eran gente rica que iban a apostar a los casinos y cenar mientras los entretenía, el músico decidió dar conciertos a lo largo y ancho de los Estados Unidos, surgió en él un sueño de poder viajar por el mundo y ofrecer su música, situación que se frustró debido a que su mánager se encontraba de ilegal y temía que si salía de Estados Unidos ya no podría ingresar al país. Llegó el divorcio con Priscilla, la depresión lo invadió, su adicción a los medicamentos estuvo fuera de control y subió de peso; los testimonios de los músicos que lo acompañaron en sus últimas producciones afirman que a Elvis ya no le interesaba grabar, sólo seguía órdenes y no dejaba de dar conciertos. Bruce Springsteen en el documental nos dice: “Un artista como Elvis, en lugar de fingir cuando sale al escenario, en realidad fingía ser normal cuando estaba en casa. Y cuando salía al escenario por la noche, eso es lo que realmente era”.
El director Thom Zimny trata con todo respeto los momentos finales en la vida del Rey, no los llena de amarillismo o de situaciones que provoquen polémica. La muerte de Elvis Presley, ocurrida el 16 de agosto de 1977, no la trata a fondo porque finalmente lo que importa es su vida. Visualmente ya no vemos a ese niño que viajaba en un sendero montado en su bicicleta, ese párvulo que exploraba el mundo, ahora sólo vemos una foto con una bicicleta destruida, en ruinas. Elvis Presley vivió una vida llena de éxitos, con el miedo latente de regresar a la pobreza, que lo llevaron a sacrificar su propia vida, sus propias decisiones y sueños en una vida llena de Rock and Roll.
https://www.youtube.com/watch?v=YokSyhPTjAY
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