Muchas de las cosas que conocíamos antes de la situación del coronavirus han cambiado o cambiarán, tomamos opciones fáciles y de poco riesgo, nos limitamos a divertirnos para salvarnos. Extrañamos las clases o las juntas en la oficina, no es lo mismo ver a tus compañeros en una pantalla.
Comenzamos a llamar Nueva Normalidad a algo que era inminente, las cosas iban a cambiar, no sólo el trabajo y la escuela. Existen muchas profesiones e industrias que dejaron de lado lo que hacían, cerraron los cines, los teatros, los escenarios, la música se silenció. Los artistas cancelaron sus presentaciones de lo que quedaba del año, un año sin música.
El panorama mundial no era alentador para nadie, los médicos luchan constantemente por salvar la vida de las personas y desde casa solamente nos queda mirar y rezar o pedir a lo que le tengamos más fe.
El entretenimiento dejó de ser una prioridad, algunos artistas tuvieron shows hasta hace muy poco en línea, una forma nueva para disfrutar un evento, pero no era lo mismo, Jorge Drexler en junio juntó a más de 40 mil personas en un video en vivo, nunca antes había tenido tantas personas viéndolo al mismo tiempo, pero declaró sentirse diferente, es difícil dar un show y no tener retroalimentación de un público.
Muchos artistas comenzaron a trabajar de esta forma, era más tiempo del que se esperaba, necesitaban generar ingresos. Este es un reflejo de la crisis que se originó en todo el mundo.
Con el paso de las semanas muchos países comenzaron a bajar su número de contagios (en especial en Europa), regresaron los cines, los teatros y algunos espacios públicos que contaban con medidas estrictas de higiene y seguridad, el virus había cambiado muchas cosas.
Aunque muchas cosas regresan en algunos países, la música tiene un panorama gris ya que presencialmente resulta muy difícil debido a los contagios, sin embargo, hace unos días en Inglaterra se dio algo muy inusual, un concierto del artista Sam Fender con distanciamiento social.
Las imágenes pasaran sin duda a la posteridad ya que es algo que no se había visto pero que se verá posiblemente en lo que queda del año. El concierto contó con barras que determinaban el espacio de las personas, plataformas y sillas, 2500 personas asistieron.
Esto puede ser una buena noticia para la música ya que puede servir como pauta para comenzar a tener los conciertos de esta manera.
Sin embargo, el otro lado de la noticia nos pone un panorama un tanto agrio y es que en México y Latinoamérica el virus aún está latente en esta región, los contagios y los muertos no bajan y se puede decir que estamos en un momento crítico de la pandemia.
Muchas industrias hicieron lo mismo, trabajar de manera online pero los cines comienzan a abrir junto con los museos, las medidas son estrictas pero la gente sigue muriendo.
En México se optó por regresar los conciertos en un formato diferente, la banda Moderatto fue la encargada de inaugurar esta nueva forma de ir a un concierto la idea es un auto concierto que en la teoría resultaba ser una buena idea, 1500 automóviles se dieron cita en el Foro Pegaso.
Y es que las recomendaciones de los organizadores eran no bajarse del vehículo y tener puesto el cubrebocas en todo momento, pero en México parece que las cosas no son como suelen ser en todo el mundo y la teoría no suele llevarse con la práctica ya que se reportó por medio de redes sociales que un sector del concierto bajó de sus vehículos sin cubrebocas, propiciando un contagio entre los asistentes.
Aunque esto ocurrió las autoridades no se han pronunciado al respecto y los siguientes auto conciertos en México siguen en pie.
No se sabe de manera acertada cual será el rumbo de la música en el mundo, es probable que en países europeos donde los casos sean cada vez menores se restablezcan los conciertos en vivo con un distanciamiento social correcto, mientras que en México lo más probable es que pase mucho tiempo hasta que se pueda regresar a tener algo presencial lejos de un automóvil.
Por ahora lo mejor es apoyar a los artistas de manera virtual ya que es una de las industrias que ha sufrido mucho y será de las últimas en regresar a operar de manera casi la de antes.
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