“Sin Elvis no hubieran existido The Beatles”.
John Lennon
No se hubiera entendido la existencia de The Beatles sin el rock and roll, como no se hubiera entendido la música moderna contemporánea sin The Beatles.
El rock and roll llegó a ser algo más que una simple moda pasajera si no se comprendiera como un movimiento social que ha permanecido en nuestros días desde sus inicios en el viejo rythm & blues, el skiffle, el doo wop o el rockabilly hasta llegar al rock progresivo, el metal, el hard rock, el garage, el trans metal, el trash metal y otros géneros ambientados con ritmos originarios como el raggae con otras fusiones con el jazz y la música electrónica.
A partir de la segunda década del siglo XX ya se hablaba de la palabra rock como un referente del bamboleo que se produce cuando una persona baila rítmicamente, derivado de algunos grupos de gente de la raza negra que se juntaban a tocar blues y hillbilly blues, antecesores del rythm & blues. Pero no fue sino hasta los años 40 cuando ya el estilo propio del llamado, así en seco como rock, adquiere la variante llamada rock and roll en la voz y en la guitarra de Sister Rosetta Tharpe, catalogada por algunos historiadores como la madre del rock’n roll, dando un sonido espectacular y movido para bailar. A diferencia del swing, que aparecía como una corriente fuerte tocada por orquestas o por bandas más compactas, este ritmo se tocaba en lugares más reducidos por pequeños grupos con las ya innovadoras guitarras eléctricas a las cuales con el tiempo se les empezaron a añadir el contrabajo y la batería. Después vendría el bajo eléctrico siendo un fundamental invento para darle ese sabor al rock’n roll.
Liverpool, una ciudad puerto al noroeste de Inglaterra. Una ciudad obrera en su gran mayoría que sobrevivía su progreso en la posguerra, mostraba sus encantos y la alegría de su gente que bordeaba el Río Mersey. La música era un elemento importante para llevar la cuesta en algunos casos y era común ver diversos salones de baile con grupos en vivo que tocaban todo tipo de música y un estilo llamado skiffle, una modalidad donde el grupo solía formarse con guitarras (eléctricas o acústicas), un palo de escoba metido en un balde de zinc que sujetaba un cordón largo a manera de cuerda, acaso una tarola o tambor y una tabla de lavar como caja de ritmos. El sonido era peculiar, rápido, cadencioso y arrastrado, muy típico para poder bailar. Por lo general eran los estudiantes de secundaria o bachillerato que formaban ese tipo de grupos para sacar algunas monedas los fines de semana en los bailes que se hacían en las escuelas, los festivales dominicales de las iglesias, los sindicatos de estibadores, bares y cafeterías o alguno que otro saloncito de baile.
Pero no fue sino hasta que el rock and roll empezó a llegar a los muelles del puerto, así como en las estaciones pirata, que hizo una verdadera fiebre entre la juventud liverpuliana alrededor del Mersey. Al principio era difícil conseguir los acetatos con los primerísimos éxitos, por eso era común ver a la chamacada arrejuntarse a la llegada de barcos cargueros provenientes de los Estados Unidos para poder intercambiar algunos objetos típicos del puerto, comida, pescado o hasta licores como whisky barato para obtener los números de Carl Perkins, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Bill Haley & His Comets, Fats Domino, Buddy Holly y hasta un tal Elvis Presley.
La influencia se empezó a notar a las orillas del Mersey. Los grupos que tocaban en las tabernas o en lugares icónicos como The Cavern Club, empezaban a abandonar el blues, el jazz-blues, el rythm & blues y hasta el skiffle para dar rienda suelta a ese ritmo más impactante y espectacular como lo es el rock ’n’ roll. Aunque las radiodifusoras locales o la emblemática BBC de Londres se resistían a transmitir esta nueva ola, las tiendas de discos empezaron a distribuir sus viniles, ya sea de forma importada o de los pocos sellos locales que imprimían los éxitos de Del Shannon, Eddie Cochran o Chubby Checker. Y no sólo eso, sino a los nuevos exponentes del rock and roll inglés como Gene Vincent y sus Blue Caps que ya daban mucho de qué hablar y gozar con su música.
Las letras y composiciones de Lieber & Stoller movían algo más que los piecesitos de cuantos quinceañeros los escuchaban en todo el Reino Unido, sino adquirían una personalidad inédita acorde a las rebeldías ante los sistemas establecidos, ya sea por esta música como aquellas películas que producían disturbios a las afueras de los cines como Rebelde Sin Causa con James Dean y Natalie Wood, Nido de Ratas con Marlon Brando o Semilla de Maldad (Blackboard Jungle) con Glenn Ford, ésta con el tema de Rock Around The Clock de Bill Haley.
The Beatles y el legado del rock.
Como muchos beatlemanos lo saben, la historia no comienza cuando un chico trabajador del puerto llamado Raymond Jones le pregunta al elegante Brian Epstein por el sencillo My Bonnie interpretado por Tony Sheridan & The Beatles, sino mucho antes cuando John Lennon hiciera su primer grupo en forma The Quarrymen (antes llamados los Blackjeans) en homenaje a su escuela de bachillerato The Quarry Grammar Bank School en Liverpool. Un grupo que justo comenzaba a concurrir a eventos escolares y salones de baile con el skiffle, pero ya siendo bañados con la influencia del rock and roll.
Aquellos encuentros y el largo camino de The Beatles con el Rock and Roll
No sabría qué decir que hubiera pasado si aquel día de julio de 1957 Ivan Vaughn no hubiese presentado a James Paul McCartney a John Lennon durante el descanso de aquella presentación en los jardines de la iglesia de St. John Peters, tomando unas cuantas cervezas, para que aquel jovencito hijo de James McCartney y Mary Mohin le tocara Twenty Flight Rock de Eddie Cochran e impresionar a aquel cara de pocos amigos con su camisa naranja a cuadros que eructaba sin respeto alguno. Sí, no sabría qué hubiese pasado, pero era el inicio de la pareja de compositores más importante de la música popular de la segunda mitad del siglo XX.
“Sólo queríamos ser un grupo de rock que lograra la admiración de las chicas de la ciudad. Pero nos fuimos más lejos para tocar la música que más nos gustaba en aquel entonces”. John Lennon.
Se podría decir que era un camino fácil pero no lo fue.
De ahí al encuentro de otros miembros de The Quarrymen que entraban y salían. La búsqueda de quien tuviera una batería y pasarían varios; las primeras guitarras eléctricas con amplificador, un ocasional contrabajo hasta la llegada de un lead guitar en manos de un George Harrison presumiendo su técnica en base a un libro para profesionales, un batería ya más en firme bajo el pedal y baquetas de Pete Best y un bajo Höfner en poder del mejor amigo de Lennon, Stuart Sutcliffe. Entonces ya habiendo pasar por varios nombres The Nerk Twins, The SIlver Beatles y final y simplemente… The Beatles.
Para los tres líderes del grupo, John, Paul y George se mostraban sus principales influencias; George con Carl Perkins, a quien la vida misma lo puso en amistad años después junto con Ringo Starr; Paul McCartney con Buddy Holly y John con Elvis y Chuck Berry con quien tocaría en algunas ocasiones también años después.
Una primera grabación
That ‘ll Be the Day de Buddy Holly & The Crickets, fue a petición del propio Paul la primera en interpretarse en una grabación casera impresa en vinyl en el lado A, mientras que en el lado B fue In Spite Of All The Danger, una composición de McCartney inspirada en una canción de Elvis Presley Trying To Get To You, aún siendo todavía The Quarrymen. Fue el 14 de julio de 1957 en el 38 de Kensington L7 Liverpool, una casa de un vendedor de electrodomésticos Percy Phillips quien acondicionó el lugar para hacer un pequeño estudio de grabación. Esto sucedió un año antes de la muerte accidental de la madre de John, Julia, la siempre recordada Julia Stanley el 15 de julio de 1958. El anhelo del éxito combinado con la tragedia. Sin embargo, era la primera vez en escucharse en un acetato el mismo que sólo obtuvo una copia que quedó en manos de Colin Hanton guardada por más de veinte años hasta que pudo vendérsela a Paul por una cifra aún no revelada.
Hamburgo y La Caverna, testigos de aquellos inicios
Allan Williams, su manager ya como The Beatles, los lleva hacia el extranjero para participar en los clubes del Ripperban de Hamburgo, Alemania Federal, donde explotarían todo su arsenal rocanrolero con algunas tímidas inclusiones de composiciones propias. Desde haberse presentado en el Kaiserkeller, el Indra Club, el Top Ten y el Star Club, logran tener una presencia entre los grupos ingleses, incluido Gene Vincent y sus Blue Caps, que logran obtener la simpatía de los jóvenes alemanes en medio de un caótico ambiente entre marineros ebrios, prostitutas, travestis, dealers y gangsters que huían de del sector soviético alemán ante el levantamiento del muro de Berlín en 1961.
Ahí sin duda, el rocanrol se mueve como pieza de cambio para establecer algo más que una personalidad creada. Ya se les veía como todos unos rockers enfundados en sus pantalones y chamarras de cuero negro, sus botas y corbatas texanas regodeándose por todos los aleros de las humedecidas casas hamburguesas. Instalados en sucios cuartuchos detrás de la pantalla de un cine, el Bambi Kino, podían ir sacando las rolas más significativas, así como de vez en cuando componer sus propios rocanrolitos que harían época años más tarde.
Hacia 1977 gracias a una grabadora Grundig alemana propiedad de uno de los cantantes ingleses que habituaban tanto The Cavern en Liverpool como en Hamburgo, Ted KIngside Taylor que pudo capturar en 1962 a The Beatles, salió una compilación en álbum doble del entonces ya cuarteto, The Beatles Live! At The Star Club 1962, donde se pudo escuchar una amplia selección de aquellos temas puros del rock and roll. Ahí lucían, con un sonido más malo que bueno, apenas sometidos a un sistema de ampliación de sonido para ser impreso por Lingasong , temas como Hippy Hippy Shake, Sweet Little Sixteen, Roll Over Beethoven, Nothing Shaking (But The Leaves On The Trees), Twist and Shout, Falling In Love Again, To Know Her Is To Love Her, Besame mucho, Red Sails In The Sunset, Little Queenie, Kansas City (Hey, Hey, Hey, Hey), A Taste of Honey, y sus ya principales composiciones como Ask Me Why y I Saw Her Standing There que serían ya parte de sus primeras grabaciones profesionales, entre otras más.
TONY SHERIDAN Y LA AUDICIÓN EN DECCA RECORDS
Como producto derivado de las intervenciones de otros músicos y cantantes con The Beatles, fue Tony Sheridan un cantante originario de Norwich Inglaterra quien les hizo la invitación a participar como grupo de apoyo para su primer disco para Polydor y producido ni más ni menos por Bert Kaempfert, un productor y músico alemán reconocido entonces en esos años. Tocarían unos números que Sheridan ya tenía escogidos e interpretados en el Club Top Ten para la edición en discos Extended Play 45 rpm. Estos incluían:
My Bonnie (canción tradicional de dominio público)
Why (Sheridan)
Cry For a Shadow (Harrison-Lennon) instrumental
The Saints (Go marching in) (DEP)
Nobody’s Child (Sheridan)
Ain’t She Sweet (DEP) cantada por John Lennon
Sweet Georgia Brown (DEP)
If You Love Me Baby (Sheridan)
Los discos salieron con el título Tony Sheridan & The Beat Brothers ya que, de acuerdo a Harrison en sus propias palabras, la compañía le sonaba el nombre de The Beatles “impronunciable”: -“Después de que grabamos nuestro disco para “Polydor” en Alemania, lo escuché todo el día sin parar. Pero Estábamos un poco decepcionados de la grabación, esperábamos que fuera nuestro propio disco. Aunque cantamos “Ain’t She Sweet” Y tocamos la canción instrumental “Cry For a Shadow”, el disco era como acompañamiento de Sheridan, incluso el nombre de nuestro grupo no estaba indicado en el disco. creo que no nos llamaron The Beatles porque era intraducible, por lo que la compañía nos llamó beat Brothers. Es por eso que el intento de la compañía más tarde pareció tan patético, porque cuando nos hicimos famosos, lanzaron el mismo disco, pero llamándolo The Beatles and Tony Sheridan. Pero primero nos habían renombrados de otra forma.” – George Harrison
Las demás canciones que interpretó Sheridan si fue con un grupo de apoyo si llamado The Beat Brothers y en ocasiones acompañados por McCartney y por Pete Best.
En un invierno crudo de enero de 1962 ya instalados en Londres, representados también ya por Brian Epstein, expresamente para la audición en DECCA RECORDS interpretarían varios números que eran de los más solicitados tanto en sus giras por Hamburgo como en los matinées y tardeadas en The Cavern Club en Liverpool.
Aquí vemos que la secuencia de rocanrolitos demostraban su apego a este género tan revolucionario y un estilo propio del ya cuarteto John, Paul, George y Pete ya sin la presencia de Stuart Sutcliffe por su reciente fallecimiento.
Las alineaciones de las canciones propuestas para esta audición se llevaron a cabo tomando en cuenta los números preferidos por la banda incluyendo sus propias composiciones:
• Like Dreamers Do (Lennon/McCartney) – Paul y John
• Money (That´s What I Want) (Gordy/Bradford) – John
• Till There Was You (Meredith Wilson) – Paul
• The Sheik of Araby (Smith-Wheeler-Snyder) – George
• To Know Her Is To Love Her (Phil Spector) – John
• Take Good Care of My Baby (Goffin-King) – George
• Memphis Tenessee (Chuck Berry) – John
• Sure to Fall (In Love With You) (Cantrell-Claunch-Perkins) – Paul y John
• Hello Little Girl (Lennon-McCartney) – Paul y John
• Three Cool Cats (Lieber-Stoller) – George
• Crying, Waiting, Hoping (Buddy Holly) – George
• Love Of The Loved (Lennon/McCartney) – Paul
• September In The Rain (Warren-Dubin) – Paul
• Besame Mucho (Consuelo Velázquez) – Paul
• Searchin’ (LIeber – Stoller) – Paul y John
Esta sesión fue rechazada por el directivo Mike Smith de DECCA RECORDS avisándole a Epstein que “…los grupos de guitarra ya no tienen futuro” aunque según se comentó años después que era porque no habían tenido el suficiente empuje además de ser un grupo desde Liverpool y era más costeable tener a un grupo local londinense que en este caso fue The Tremeloes y posteriormente The Rolling Stones.
Hasta aquí se daría el primer rostro de The Beatles con el rock and roll en sus primeros inicios. En la segunda parte les haré la reseña de lo que fueron los números de éste género a partir de los primeros discos profesionales bajo el sello de Parlophone y Capitol Records, al igual que en conciertos en vivo como en recopilaciones posteriores. Ya en una tercera parte les contaré la presencia del rock and roll como solistas.
Hasta la próxima sin olvidar que…
BEATLES 4EVER!!!!
TU VOZ