Pasada la emoción que nos causó el lanzamiento de NOW AND THEN la semana pasada, tanto como single como el video dirigido por Peter Jackson, nos frenamos un poco para entender el proceso de rescate de algunas canciones que dejó John Lennon durante ese período entre 1977 y 1980 poco antes de su asesinato. Pero no vamos a hablar sobre este tema en particular y su mezcla, adaptación y producción en Inteligencia Artificial (IA) como ya lo hicieron nuestros colegas @Bernardo Suárez, @Arturo Espinosa y @Tere Chacón en sus fabulosos y completos artículos sobre esta nueva aportación de The Beatles. Les recomiendo leerlos con detenimiento ya que no tocaré el episodio de entrega de material de la señora Yoko Ono a los miembros sobrevivientes de The Beatles para The Beatles Anthology para la recreación y nueva edición de Free as a Bird y Real Love.

Pero en este caso les escribo sobre esa fuente de creatividad que nos dejó el jefe Beatle en unas cuantas cajas que guardó con recelo su viuda, la artista conceptual japonesa, Yoko Ono. Vamos a dar un vistazo de lo que hoy nos mueve, a aquellas cintas en cassette que grabó Lennon ahí en su salón del departamento del Dakota, donde tenía su piano y sus guitarras.

AQUEL PERÍODO DE ALIVIO Y RECUPERACIÓN

The Lost Weekend, el fin de semana perdido, fue un episodio que duró un año aproximadamente que se tomó el entonces ya ex beatle John Lennon, para alejarse un tanto de la rutina que veía en su relación con su esposa Yoko, en donde ella toma la iniciativa para que se fuera de casa, el aquel departamento del edificio Dakota, una edificación del siglo XIX ubicado en la esquina noreste de la calle 72 y Central Park West en el corazón de Manhattan, Nueva York, donde justo habían decidido mudarse. La ciudad soñada por John. Este lugar, construido por el arquitecto Henry J. Hardenberb en 1884, albergó a una buena cantidad de la socialité de la isla además de artistas de cine y teatro, pintores y escritores, con nombres sobresalientes como Judy Garland, Lauren Bacall, Leonard Bernstein y la misma Mia Farrow, quien protagonizó el tenebroso film “Rosamary’s Baby” filmado en ese mismo edificio.

A mediados de 1973, comienza la separación del matrimonio Ono-Lennon bajo las condiciones de la señora esposa, donde le da la licencia de irse a ese “fin de semana perdido” junto con su asistente personal, May Pang, con todos los permisos accedidos como pareja y considerando un reporte periódico sobre esas actividades licenciosas que gozó, sin duda alguna, el maestro Lennon junto con la asistente también de origen oriental.

Ya para finales de 1974, John es perdonado, bajo ciertas restricciones y varias solicitudes rechazadas y regresa al Dakota para reiniciar una vida nueva. Es sometido a un proceso de desintoxicación a base de una dieta macrobiótica que le hace adelgazar varios kilos, adentrarse a una disciplina de abstención sexual y de consumo de fármacos y otro tipo de drogas. Este método logra buenos resultados no solo para él, sino también para Yoko Ono, quien pudo administrar los bienes de John durante todo ese tiempo, adquiriendo todos los derechos reservados de sus obra musical y discográfica, así como las regalías procedentes del legado de The Beatles.

Una de las fórmulas de disciplina, impuestas por la señora Ono, fue la de hacer un buen home man maid que se encargaría de hacer trabajos caseros, comida oriental macrobiótica y pan de centeno hecho en casa. Y no solo quedaba en estos nuevos planteamientos, sino la de encargar un nuevo bebé, tras los dos intentos fallidos en el pasado, que con la nueva programación de salud podría darse con el debido cuidado. Así, el 9 de octubre de 1975, nacería Sean Taro Lennon Ono como premio a ese nuevo camino tomado.

A partir de ahí, la creatividad sería otro de los temas retomados por John en su nuevo estudio en el Dakota, donde él y su piano comenzarían esa novedosa ruta de composiciones que compondrían su nueva producción junto con Yoko en lo que se avocarían al cuidado de Sean. John administraría su tiempo entre los quehaceres domésticos, de padre de familia mientras que la señora Ono se encargaría de los bienes financieros.

LAS CINTAS

Es en ese entorno donde en los momentos de paz, una vez que el bebé Sean había obtenido una mayor independencia, que Lennon tomaría esos espacios para componer y grabar prospectos que serían parte de ese disco. Esas composiciones tuvieron esos momentos durante algunos viajes, como lo fue a Japón en 1977 y a las Bahamas en 1979. Pero es en el Dakota donde desarrollaría esa etapa de composición que fue plasmada en varios cassettes realizados en grabadoras caseras apenas semi profesionales, sin saber que con el tiempo después de su muerte en 1980, al menos tres de estas serían aún material de éxitos para su grupo formado por él 20 años antes, The Beatles.

SIETE AÑOS DESPUÉS DE 1980

La cita es en el 2675 de Broadway Street, el Wolfnight, The Gourmet Wrap, en el Bloomingale de Manhattan Valley. Ahí llegan Elliot Mintz, amigo muy cercano a los Lennon, Norman Pattiz, productor discográfico y radial de Westwood One Radio Network y por supuesto, la viuda de John Lennon, Mrs. Yoko Ono. Ahí se da inicio para realizar una serie de programas radiales para presentar lo que celosamente ha guardado durante todos esos años en cajas, los archivos de las cintas perdidas de Lennon. Habrá que desencajar y clasificar 500 cintas, la mayor parte en cassettes y en cintas de ¼ en 7 bobinas que resguardan 814 canciones, de las cuales 533 son inéditas comercialmente. Todo este material debería ser procesado para su clasificación, edición y limpieza a los estudios de Westwood, en Culver City, California.

El proyecto contemplaba hacer una serie de 126 episodios radiales a partir de 1987, un programa que abarcó hasta 1992, con la participación inicial de los comentarios de Elliot Mintz y el Disc Jockey, pionero en las estaciones de FM de los Estados Unidos, Scott Muni, articulista también de la revista Rolling Stone. Producido por Stephen K. Peeples y David C. Kephart de Westwood One y por supuesto por la señora Ono, quien dedicaba este legajo de material a todos los fans de John Lennon.

Hacer una exploración exhaustiva sobre el trabajo de John, nos llevó a varias conclusiones: una de estas sería la magnífica inspiración de John sobre sus últimos cinco años, pero también un resguardo imprescindible como lo fueron algunos demos y ensayos de The Beatles como lo fueron Strawberry Fields Forever, The Rishikesh Song, A Day in the Life y canciones reconocidas como Imagine. (Just like) Starting Over y Woman en varias de sus versiones en guitarra y piano directas de varios ensayos y tomas para su álbum Double Fantasy y Grow Old With Me para el Milk and Honey. La experiencia me sobrepasó por mucho al escuchar la voz fresca y madura de John.

Mark Lewisohn para The Beatles Monthly 1992.

Fue el mismo Lewisohn quien colaboró también en la selección de las canciones, creando una investigación profunda y participando incluso en algunos comentarios aislados, pero no menos importantes en varios programas de The Lost Lennon Tapes de este historiador tan importante sobre The Beatles.

Lo mismo salieron al aire en ciertos momentos las declaraciones de Neil Aspinall, Hunter Davies, Phil Spector, Derek Taylor, David Geffen para hablar sobre este material tan trascendental y que serviría para darlo a conocer públicamente.

El trabajo realizado, a cuestionamiento sin falta de la opinión pública y fans de Lennon, no se llegó a publicar en su totalidad, pero sí parcialmente tanto en The Beatles Anthology Vol. 1 y 2 y en el John Lennon Anthology publicado en 1998 que abarca grabaciones a partir de junio de 1969 hasta finales de 1980 para las sesiones del Double Fantasy y el Milk and Honey, bajo el sello de Capitol Records y producido por Yoko Ono y Rob Stevens.  Fue una recopilación parte de lo que se presentó en el programa The Lost Lennon Tapes y que abarcaba parte del trabajo que haría Lennon en su casa de Ascot, durante el The Lost Weekend, en estudios de Nueva York y el Dakota. Incluye también entrevistas extraídas de programas radiales en la BBC,  en la CBS norteamericana la entrevista para Playboy y números inéditos en vivo entre muchos otros.

Así podríamos estar reconociendo esa gran colección del beatle John que nos llevaba desde sus inicios en los Quarrymen, pasando por The Beatles y su carrera en solitario, ya sea como su primera banda The Plastic Ono Band, a dueto con Yoko o sus producciones en solitario que reflejan la carrera de un gran músico y un hombre fuera de serie, odiado y amado por muchos tantos alrededor del mundo, pero un nombre ya grabado en la historia de la cultura moderna y contemporánea

Les dejo aquí unos ejemplitos muy curiosos de las Lost Lennon Tapes como este, John cantando parodiando el Uncle Albert – Admiral Halsey posiblemente en una fiesta o en un relax durante las sesiones de grabación.

O que tal Wake Up Little Susie

O tal vez un Let me your comb para recordar sus días en los Quarrymen

Recordando al enloquecedor Chuck Berry un verdadero rey del Rock’n Roll con Roll Over Beethoven durante los ensayos para su disco “Rock’n Roll” de 1974 no incluido en el álbum.

Y momentos de encuentros consigo mismo ante las crisis existenciales que tenía al volver al Dakota

Claro, sin faltar el número que tomarían sus hermanos deudos, Paul, George y Ringo para convertirlo en un éxito póstumo

Bueno, esto fue sólo una probadita de lo que significaron las Cintas Perdidas de Lennon.
Si les gustó esta columna espero sus siempre amables (y hasta no amables) comentarios.
Sin olvidar que:

BEATLES 4EVER!!!!

 

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