Hace unos años, el profesor Chuan-Hua Chen de la Escuela de Ingeniería Pratt de la Universidad Duke en Carolina del Norte, EU, llevó a cabo un experimento que confirmaría que el fenómeno que ocurre cuando ciertos hongos expelen esporas es el mismo que se manifiesta cuando las gotas de rocío se deslizan a lo largo de una superficie que es altamente repelente al agua.
El asistente de laboratorio Jonathan Boreyko complementó el estudio tomando fotografías cada cierto número de milisegundos de la superhidrofobia (alta repelencia al agua) que sucede en las hojas de loto, captando la forma adoptada por las gotas de agua al caer y rebotar sobre la superficie de estas plantas.
Al reportar para la revista Physics World este experimento, el reportero científico James Dacey, beatlero de los buenos, se dio cuenta de que en las gotas de las fotos presentadas para este estudio había un rostro que le resultó muy familiar: el de Ringo Starr.
Emocionado, Dacey decidió bautizar este comportamiento como Efecto Starkey y en declaraciones al periódico Telegraph del Reino Unido señaló que ésta es la primera vez que ve a The Beatles asociados a la física: “De manera extraña, el liverpulense melenudo favorito de todos decidió revelar su rostro en las fotos a alta velocidad de las gotas de aguas que fueron repelidas de la superficie de la hoja de loto”.
Sr. Dacey, yo le tengo otra noticia: John, George, Paul y Ringo se encuentran en áreas de conocimiento en las que jamás imaginaríamos que estarían presentes.
Que no le sorprenda ver la sonrisa de John muy pronto en otro experimento.
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