En la actualidad es muy común que grandes bandas y artistas internacionales visiten nuestro país para ofrecer una serie de conciertos como parte de sus giras, pero México no siempre fue una plaza tan importante que pudiera albergar a estos artistas. The Beatles estuvo a punto de venir, pero debido al autoritarismo de con gobierno conservador esto no se llevó a cabo para evitar rebelión entre los más jóvenes.
Pero en 1981 la banda de rock Queen logró venir a México como parte de su gira Gluttons For Punishment, aunque lo más esperado sería que se presentara en la capital del país, esto no fue posible y gracias a una prohibición solo pudieron tocar en Monterrey y Puebla. La banda inglesa estuvo unos días en el Distrito Federal y se hospedó en un hotel dentro de Zona Rosa.
Se dice que una de las noches en la capital salieron a uno de los bares cercanos a la zona, hay gente que menciona que Freddie Mercury tocó un piano durante toda la noche para los presentes, pero no hay mucha evidencia de eso.
El 9 de octubre Queen se presentó en Monterrey, un concierto sin complicaciones mayores más que la caída de una rampa que ocasionó lesiones de algunos asistentes; y el 17 y 18 en Puebla, siendo estas las fecha más recordadas por los problemas y el caos que se hizo presente durante todo el primer recital.
Era una época donde los conciertos masivos no eran comunes y menos de bandas y artistas internacionales y en auge como el caso de Queen, México no estaba preparado para eso, una mala organización y en parte corrupción se hicieron presentes esa noche en Puebla ya que las autoridades sobrevendieron el concierto, lo que provocó que una gran multitud asistiera.
El lugar encargado de albergar tal acontecimiento histórico fue el Estadio Olímpico Ignacio Zaragoza, las miles de personas consumieron bebidas y sustancias diversas y esperaban con ansia la salida de Queen.
¡Hola Puebla!, ¡Hola México! Wanna rock?; Así comenzó Mercury una noche que él tampoco olvidaría, vestido con una playera de Superman sin mangas y unos pantalones de cuero rojos, luces apagadas y los primeros acordes de We Will Rock You se hicieron presentes.
El concierto estaba avanzando de buena manera hasta que se dio el primer encore, la gente se comenzó a alterar, chiflando y lanzando botellas, la banda salió a tocar Another one Bites the Dust y Mercury llevaba un sombrero de paja, esto hizo enojara los fans mexicanos que lo tomaron como una burla y comenzaron a lanzar zapatos al escenario.
La banda parecía molesta pero no dudaron en terminar el concierto, cerraron con God Save The Queen, mientras Mercury se despedía diciendo; ¡Muchas gracias, Puebla!, ¡México thank you for the shoes, adiós amigos, mother fuckers, good bye, you bunch of tacos”.
Sin dudas nadie olvidó lo acontecido en Puebla, ni el propio Roger Taylor que declaró al término de la gira “Estoy contento de haber regresado de México. Tuvimos dificultades hasta decir basta; autoridades nefastas, policía corrupta, comida venenosa, peligro constante de muerte”.
Sin dudarlo este concierto resultó ser un paradigma para los conciertos en México ya que lo ocurrido diez años antes en Avándaro, donde imperó el mal comportamiento y el desorden los conciertos no eran bien vistos y con este se esperaba que fuera algo normalizado, cosa que no sucedió así, por lo que México pasó más años para volver a tener un evento de esa magnitud.
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