Para el año de 1966 las giras se complicaban para The Beatles, la chispa y el fervor de los primeros años poco a poco se iban desvaneciendo. A partir de 1965 sus producciones discográficas se volvieron más elaboradas con obras como Rubber Soul y Revolver (1966) de las cuales solamente eligieron algún tema para ser llevado en vivo. Yo no existía una comunión entre músicos y público. Ese año de 1966, el último en que realizaron conciertos, a diferencia de años anteriores, solamente podemos registrar 19 presentaciones, durante los meses de junio y julio tuvieron tres shows en Alemania y otros dos en lugares en los cuales el grupo jamás se había presentado como el Budokan Hall en Tokio, Japón y el Rizal Memorial Stadium en Manila, Filipinas. En estos dos últimos lugares surgieron problemas en donde incluso sus vidas corrieron peligro.

Sumado a estos desagradables eventos en Japón y Filipinas, se desató otro más en Estados Unidos, previo a su gira por aquel país, cuando una revista sacó de contexto unas declaraciones de John Lennon en donde afirmaba que The Beatles eran más populares que Jesucristo.“El Cristianismo se irá. Desaparecerá y se encogerá. No necesito discutir sobre eso, tengo razón y voy a tener razón. Nosotros ahora somos más populares que Jesús, no sé qué se irá primero, si el rock and roll o el Cristianismo”

Por supuesto los grupos radicales como el Ku Klux Klan amenazaron de muerte al grupo y en varios lugares de la Unión Americana se llevaton a cabo una quema de discos y productos Beatle. Con todo esto el propio Lennon salió a una rueda de prensa para justificar sus declaraciones y pedir disculpas. Para el mes de agosto de 1966 The Beatles iniciaron su gira en estadios por suelo norteamericano. Nadie imaginó que precisamente el día 29 de agosto su concierto en San Francisco, California sería el fin de los tours. El sueño había terminado.

En el libro de la Antología cada integrante de The Beatles nos da su propia versión de ese momento, pero todos coinciden con el hartazgo que sentían por ofrecer conciertos en donde nadie los escuchaba, la audiencia sólo se dedicaba a gritar. Por su parte Ringo Starr explica: “En 1966 las giras empezaron a volverse aburridas y yo ya estaba bastante harto de ellas. En las actuaciones nadie nos escuchaba. Al principio nos daba igual, pero llegó un momento en que tocábamos fatal y yo me había unido a The Beatles porque eran el mejor grupo de Liverpool. Durante la última gira por América lo más interesante no fueron las actuaciones propiamente dichas sino conocer a la gente que venía a ellas. Tocábamos para las multitudes en los estadios, y aun así seguíamos con nuestros treinta minutos de actuación.”

En este punto Ringo Starr se refiere a la media hora que duraban los recitales que ofrecían desde 1963, pese a que el número de álbumes publicados había aumentado, ellos continuaban con alrededor de doce canciones. El grupo era testigo, en el Royal Albert Hall en Londres, de cómo Bob Dylan tenía un show de una hora y media de duración, así mismo The Rolling Stones realizaban shows de más de una hora. Como lo afirma John Lennon: “Llegamos a ser famosos porque nuestras actuaciones duraban quince minutos (sic), ya que ése era el tiempo que pasábamos en el escenario en América. Cincuenta mil personas y nos íbamos. Ese fue nuestro récord. A veces estabas tan afónico (porque te habías gastado la voz) que prácticamente no cantabas y aun así nadie se daba cuenta por el ruido que había. No podías oír la música. Eso acabó volviéndose aburrido y por eso lo dejamos”.

La última fecha de la gira norteamericana fue la que marcó el cierre, el grupo ya no regresaría a pisar un escenario. Previó al concierto se comenzó a manejar la idea de que fuera el último concierto. Ringo Starr en la Antología menciona: “Hubo una gran charla en Candlestick Park de que esto tenía que terminar. En ese concierto de San Francisco parecía que esta podría ser la última vez, pero nunca me sentí 100% seguro hasta que regresamos a Londres.John quería renunciar a más que los demás. Dijo que había tenido suficiente”.

El repertorio utilizado por esa última gira de 1966 había tenido varios cambios, para el concierto final en el Candlestick Park, en San Francisco, el día 29 de agosto, The Beatles tocaron:

She´s a Woman
If I Needed Someone
Day Tripper
Baby´s In Black
I Feel Fine
Yesterday
I Wanna Be Your Man
Nowhere Man
Paperback Writer
Long Tall Sally

Ese último concierto, que inicio a las 9:27 de la noche, George Harrison lo recuerda: “Cuando llegamos a Candlestick Park, dejamos nuestras cámaras encima de los amplificadores y pusimos el disparador automático. Luego parábamos entre canción y canción. Ringo dejaba la batería y nos poníamos delante de los amplificadores vueltos de espaldas al público y nos hacíamos fotos. Sabíamos que no volveríamos a pasar por aquello, que ese era el último concierto. Fue una decisión unánime”. Paul McCartney aseguró: “En Candlestick Park fue algo así como –No se lo digas a nadie, pero probablemente esta es nuestra última gira”.

Además al ser presentaciones en estadios la venta de boletos tampoco fue lo que se esperaba, menos aún tocaban en lugares vacíos, pero no todos los boletos se vendían. incluso en su segundo concierto en Shea Stadium de 1966, ya no fue el fenómeno que provocó un año antes, para este momento se quedaron once mil entradas en taquilla; en el caso del Candlestick Park, como lo informa el sitio Beatlesbible, el lugar contaba con una capacidad de 45 mil lugares, pero sólo se vendieron 25 mil a precios de 4.50 y 6.50 dólares por entrada. La empresa Tempo Productions al final salió perdiendo dinero debido a que The Beatles cobraba alrededor de 90 mil dólares. “The Beatles se llevaron el 65% del bruto, la ciudad de San Francisco se llevó el 15% de las entradas pagadas y se les entregaron 50 boletos gratis. Este arreglo, junto con la baja venta de boletos y otros gastos inesperados, resultó en una pérdida financiera para Tempo Productions”.

Durante el concierto The Beatles se sintieron más relajados y bromeaban cada que presentaban la canción que tocarían, al momento de anunciar I Feel Fine, Harrison tomó el micrófono y dijo: “¡Gracias! Gracias. Nos gustaría continuar con algo que es realmente muy antiguo. Y este se grabó alrededor de 1959 y se llama “I Feel Fine”. Lo mismo hicieron John Lennon y Paul McCartney, por su parte Lennon al presentar Day Tripper expresó que era el tema de “la mujer traviesa”. Al llegar el turno de Paperback Writer, McCartney manifestó: “Nos gustaría continuar, creo. No estamos realmente seguros todavía. Ciertamente me gustaría continuar. Definitivamente. Bueno, ¿deberíamos ver esto un poco? Solo míralo. La siguiente canción se llama Paperback Writer”.

Al ser un momento especial, Paul McCartney le pidió al jefe de prensa, Tony Barrow, que grabara el concierto, Barrow lo hizo colocándose con su grabadora en medio del campo. Para el empleado del grupo este show no tenía nada de especial, sólo que el grupo improviso los enlaces previos a las canciones. Al llegar a Londres Barrow sacó una copia de la cinta para él (la cual no tenía completo el tema final, Long Tall Sally) y la original se la entregó a McCartney, años después se sorprendió de que esta grabación llegara a manos de los piratas. “Si escuchas una versión pirata del concierto final que termina durante Long Tall Sally, debe haber sido de la copia de Paul o de la mía, ¡pero nunca identificamos al ladrón de música!”.

San Francisco marcó un cierre agridulce para las giras de The Beatles, como grupo jamás volverían a tocar para un público con boleto pagado. Sólo años después con sus carreras en solitario (quizá podemos contar primeramente a John Lennon con su corta presentación en Toronto de 1969) regresarían a los escenarios en donde han ofrecido conciertos inolvidables. Pero se dice que al momento de terminar su actuación en el Candlestick Park en San Francisco se escuchó decir a George Harrison: “Bueno, eso es todo, ya no soy un Beatle”.

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