“…Cleto el fufuy sus ojitos cerró/ todo el equipo al morir entregó…”

 

Es un hecho que la muerte y nuestro país guardan una relación harto peculiar en la cual se entrelazan de forma inexplicable el amor, miedo, veneración, temores fundados e infundados, fiesta, celebración, conmemoración, tradiciones autóctonas y sincréticas, y en donde cabe hasta la proclividad al desmadre que la letra de Chava Flores aquí referida nos refleja, junto con muchas cosas más.

Y es que hay que admitir que la muerte nos pega de maneras variadas, y que por causa de nuestros apegos psicológicos, sentimientos y percepción de la vida misma, la podemos visualizar como una desgracia irremediable, hasta como un proceso de desahogo y liberación importante; siendo cualquiera de estas manifestaciones válida y defendible, según lo que cada quien piense y el grado mayor o menor de valemadrismo que nos domine.

 

“…cayendo el muerto, soltando el llanto/ ni que juera para tanto, dijo a la viuda el doitor…”

 

Esta mórbida sensación es todavía más impactante cuando se han podido observar imágenes de personalidades como James Dean, Marilyn Monroe, John F. Kennedy o John Lennon, a quienes vimos y admiramos en vida, y quienes a pesar de su juventud, yacían inertes en la plancha de una morgue para no abrir sus ojos nunca más; esa adolescencia apresurada con tanta soledad arrepentida a la que hacía referencia el cantautor argentino Barocela, y que nos dejó, cada uno en su momento, la sensación de vacío y pérdida similar a cuando se nos va alguien más cercano o de la familia.

 

“…de un coraje se le enfrió, que poco aguante/ lo sacaron con los tenis por delante…”

 

Para efectos que a  la colaboración de un servidor son menester,  les presento seis casos de cadáveres jóvenes y bellos que fueron influyentes en ésta, la música de nuestros tiempos, y que se merecen un lugarcito en nuestras ofrendas roqueras, entre mandarinas, chilaquiles, mole negro, limas y calabazas, fotografías, veladoras y pomos diversos. A su memoria.

 

“…cuando vivía el infeliz, ¡ya que se muera!/ y hoy que ya está en el veliz, ¡qué bueno era!…”

 

Minnie Ripperton, 1947-1979 (32)

Nombre verdadero: Minnie Julia Riperton-Rudolph.

Causa de muerte: Cáncer de mama.

Lanzada a la fama por Stevie Wonder en 1974 con la producción del álbum Perfect Angel, esta nativa de Chicago sufrió en 1977 un cáncer irreversible que marcó su carrera, pero que no minó su voluntad. Aún en 1979 publicó su disco Minnie, y su naturaleza de dama hizo que el medio año más que tuvo de vida lo dedicase a la lucha contra su enfermedad como miembro de la American Cancer Society, llegando a recibir incluso la medalla al valor de manos del entonces presidente gringo Jimmy Carter, falleciendo el 12 de julio de ese año.

Esta canción fue un indiscutible primer lugar de popularidad, y Ripperton nos hizo saber que su voz, que alcanzaba cinco octavas y media, (¡woow!)quedaría para la eternidad en esta melodía. En México, un cover increíblemente bien logrado para Discos Melody a cargo de la guapa cantante Rosalba, quien también nos regaló un excelente fusil al éxito sesentayochero de la japonesa Kyoko Ito, No Conozco El Mundo.

Loving You, 1975 

 

“…el velorio fue un relajo, pura vida/la peluca y el café fue con bebida…”

 

Patsy Cline, 1932-1963 (31)

Nombre verdadero: Virginia Patterson Hensley.

Causa de muerte: Accidente aéreo.

Heroína de la música country y una de las pioneras en el crossover del Country al Pop. Su vida fue llevada a la pantalla grande con la todavía muy atractiva Jessica Lange (American Horror Story) en el papel principal.

Virginia sabía bien que quería ser cantante de country desde niña, su madre le pagó clases de piano y canto para lograrlo, y no lo desaprovecharía. Pero debuta tardíamente, hasta los 25 años, pues una larga y tórrida historia de amor y un matrimonio fallido lo impidieron; y en ese entonces toma la decisión y se dijo a sí misma: más vale tarde que nunca, y empieza a grabar canciones tan importantes en 1957 como Walkin´ After Midnight, la cual le da una posición muy interesante dentro de la escena musical de Nashville.

Su popularidad creció grabación tras grabación, y logró su éxito más importante con Crazy, en 1960; nuestra canción analizada fue su mayor éxito de 1961, escrita especialmente para ella por una decepción amorosa (de las muchas que tuvo, por cierto).

En 1963, ella accede a participar en un festival benéfico para la viuda de Jack Cactus Call, locutor nativo de Kansas City quien había fallecido en un accidente de tránsito ( isn´t it ironic?) unos días antes, y en el avión de regreso es invitada a compartir el viaje con otras estrellas campiranas , Hawkshaw Hawkins y Cowboy Copas. Como en el caso de mi gran ídolo Buddy Holly, la avioneta donde viajaban despegó, para estrellarse en las tierras de Tennessee solo unos minutos después, y también, como en el caso de Buddy, sin ningún sobreviviente; vale la pena mencionar que, aunque muy poco frecuentes, los accidentes aéreos han cobrado la vida de varios músicos y cantantes, entre los que podemos contar a Carlos Gardel, Buddy Holly, Ritchie Valens, Big Bopper, Ricky Nelson, John Denver, The Bar-Kays, Otis Redding, Kyu Sakamoto, algunos integrantes de Lynyrd Skynyrd y Jim Croce, entre muchos otros. Aquí en México, la única cantante (en este caso en particular, título bastante discutible) que recuerdo que haya fallecido en un avionazo fue la sobrevalorada Jenni Rivera, ex- vendedora callejera de CD’s piratas, y encumbrada por razones insondables- e inexplicables para un servidor- de la vida, hasta llegar a ser llamada ” La señora” eso prueba que el mal gusto cunde y se propaga como la peste, en pueblos tan faltos de educación como el nuestro. Vamos, hasta está mal escrito su nombre.

Regresando con Patsy, algo que me llama muchísimo la atención de ella es que en sus fotos y videos o puede lucir como toda una princesa sexy cincuentera, o de plano verse bastante desagradable ( mismo caso que Dionne Warwick, que llegó a salir en la tele con sendo bigote, eh?), aunque nunca usaría la descripción del magazine Rolling Stone, que llega a compararla en sus peores fotos, con Godzilla. Qué mala leche. Pero su voz es hermosa.

 

I Fall To Pieces, 1961 

 

“…y empezaron con los cuentos de color para ir pasando/ y acabaron con que Cleto ya se estaba chamuscando…”

 

Tammi Terrell, 1945-1970 (25)

Nombre verdadero: Thomasina Winifred Montgomery.

Causa de muerte: Tumor cerebral.

Esta linda nativa de Philadelphia, PA. fue una voz y una presencia que le dieron realce y belleza a la galería de estrellas femeninas de la Tamla Motown, que no se distinguía precisamente por qué sus cantantes fueran guapas, en honor a la verdad.

Ella debuta discográficamente en 1962, tras lo cual decide abandonar sus estudios de psicología para dedicarse de lleno al canto; sin embargo, hasta los duetos con Marvin Gaye es cuando le llega un éxito tan enorme como efímero.

Un tumor cerebral provocó una serie de desmayos, uno de ellos en pleno escenario, en los brazos de Marvin, y fue lo que lentamente fue acabando con su salud. Ella se casó con el boxeador Ernie Terrell y fue operada varias veces de su padecimiento, hasta que finalmente sucumbió.

El video que veremos fue realizado en la Expo Mundial de Montreal, Canadá, en el verano de 1967, una anécdota trivial es que este evento da lugar a la creación de una de las franquicias de expansión de la Major League Baseball en ese país; sin embargo, este equipo desaparece en 2014 para dar paso a la franquicia de la capital de los Estados Unidos, con el nombre de Washington Nationals. El equipo canadiense fue conocido como Montreal Expos.

 

Ain´t no Mountain High Enough, 1967 

https://www.youtube.com/watch?v=Xz-UvQYAmbg&feature=youtu.be

 

“…y la botella tuvo el final de Cleto, murió, murió, murió…”

 

Marvin Gaye, 1939-1984 (45)

Nombre verdadero: Marvin Pentz Gay, Jr.

Causa de muerte: dos balazos de revólver.

Hermoso himno de amor la anterior canción, a dueto con la guapa Tammi Terrell.

El talentoso y espigado Marvin, fue una rara avis en el gusto de las chicas sesenteras de todas las razas, pues su apostura y elegante presencia (al estilo de sus ídolos Jackie Wilson y Sam Cooke) lo ponía en el ojo femenino de inmediato.

Sabedor de sus condiciones, causó estragos por donde pasó; su padre, quien era líder religioso, siempre trató de encauzarlo por el camino del temor de Dios y el recato, pero escapaba de su pretendido control, y el que Marvin se volviese cantante profesional fue algo que nunca pudo digerir. Esto tuvo mucho que ver con el destino fatal de Gaye.

Sus logros musicales fueron muchos y trascendentales, como músico, cantante y productor, vivió éxitos que se quedaron en la historia del rock, tales como Pride And Joy, What´s Goin´ On , Mercy Mercy Me ( The Ecology) entre muchas otras. De nuestra canción analizada, hubo dos versiones casi tan famosas como la de Marvin, una a cargo de Gladys Knight & The Pips, y la más recordada, sobre todo en nuestro país, de los legendarios Creedence Clearwater Revival; bajo la peculiar traducción de ” Lo Supe Por Ahí”

En la víspera de su cumpleaños de 1984, con su carrera repuntando desde su éxito de 1982 Sexual Healing, con la vida dedicada a la droga y al sexo en exceso, y con muchos dólares para gastar, Marvin tuvo dos malas ideas; la primera, discutir con su padre, quien seguía empecinado en hacer de su muchacho un hombre de provecho, y la segunda, haberle obsequiado recientemente un revólver cromado. La discusión subió de tono, el padre seguía teniendo la idea de corregir al muchacho, Gaye no se deja golpear por él, forcejean, se lían a madrazos, y el religioso y amoroso padre decide plantarle por vía corporal dos píldoras de plomo, como correctivo terminal. Lo tragicómico, es que la logra librar en el juicio posterior, alegando defensa propia, enalteciendo su personalidad virtuosa ante el jurado como un erradicador del pecado, y obteniendo un fallo favorable calificado de “Homicidio casual voluntario”(?) el cual le permitió salir libre bajo palabra en cinco años. Y nos quejamos de la justicia en México.

 

I´ve Heard It Through The Grapevine, 1968 

 

“… se pusieron a jugar a la baraja/ y la viuda en un albur… ¡perdió la caja!

 

Hank Williams, 1923-1953 (30)

Nombre verdadero: Hiram King Williams.

Causa de muerte: Sobredosis de drogas.

Este pionero del estrellato country tuvo que hacer muchas cosas para vivir decentemente antes de ser la figura seminal que llegó a ser, justo antes de la efervescencia rocanrolera. El clásico niño del coro de la iglesia, fue impulsado por su madre, talentosa organista de su servicio religioso, para cantar y tocar instrumentos musicales.

Justo cuando empezaba a dar giras por su natal Alabama, la Segunda Guerra Mundial estalló; y requirió de sus servicios. Al regresar, tuvo que ejercer diversos oficios para vivir, entre ellos el de payaso de rodeo; durante un un espectáculo en 1946, su caballo lo tira, provocándole una dolorosa y mal atendida lesión en la espalda, cuyos dolores solo podía aminorar y soportar con generosas cantidades de alcohol y morfina. Las molestias continuas y ese cóctel destructivo le acompañaron por lo que le restó de vida.

Williams empieza a grabar discos en ese año con su recién formado grupo The Drifting Cowboys, con quienes plasma en acetato melodías seminales del country, tales como I’m So Lonesome I Could Cry, Your Cheatin’ Heart, You Win Again, Lovesick Blues, y esta rolita que se convirtió en su rúbrica.

Su carrera musical, que podemos comprender entre 1947 a 1952, estuvo tan llena de escándalos sexuales, borracheras tempestuosas y situaciones tan poco fotogénicas ante la prensa que harían palidecer a sus colegas de la actualidad; ello provocó que pisara la cárcel en varias ocasiones, y que su prestigio personal y fama anterior se redujera a la nada, en una sociedad tan mojigata como la gringa de los años cincuenta. Sumando a su pobre condición física su triste situación, el divorcio de su primera esposa y el abandono de la segunda, en la noche vieja de 1952 se sube a un auto y nadie vuelve a verlo con vida. Es encontrado al día siguiente muerto por un pasón de órdago. Solo tenía 29 años. Iniciador indiscutible de esa macabra moda de venta masiva de discos, posters, fotos y memorabilia póstuma.

 

Hey, Good Lookin’, 1950 

 

“… y después por reponer, hasta el muerto fue a perder/ y el velorio se acabó, ¡hombre no hay que ser!

 

Michael Hutchence, 1960-1997 (37)

Nombre verdadero: Michael Kelland John Hutchence.

Causa de muerte: ahorcamiento con su propio cinturón.

Damos un quantum leap en el tiempo, y los roqueros nos sorprendimos mucho con la súbita desaparición de este carismático vocalista de los australianos INXS, en 1997.

A pesar de que su popularidad no era ni remotamente la de la segunda mitad de los ochentas, parecía vivir feliz y tranquilo, como podría suponerse por su reciente boda; aunque los tiempos de Need You Tonight,  New Sensation, What You Need, Devil Inside o nuestra canción elegida habían pasado, nada podría haber hecho suponer que Michael sería encontrado colgado de su propio cinturón.

Aunque se trató de manejar que podría haber la posibilidad de una práctica sexual extrema, la versión oficial siempre se dirigió al suicidio. Dream On, White Boy.

 

The Original Sin, 1984

 

“…tengo en mi casa a Cleto/ ¿y ahora donde lo meto???

 

Cualquier cantidad de nuestros héroes musicales ya han fallecido, y otros tantos están ya en trámites. Con mucha pena les comento que seremos la última generación que veremos vivos a los pioneros arquetípicos del Rock, y que tengo pocas esperanzas de que las nuevas generaciones mantengan viva la llama del Rock Clásico; lógica y afortunadamente, eso tampoco lo verá su servidor, y lo único que me sí me da alegría de esto es que como escribiera el enorme Stephen King, que a guisa de coctel de bienvenida in heavens above tengamos un concierto con Hendrix, Joplin, Morrison, Jones, Holly, Berry y muchos más, formando un grupo musical de la leche. Que así sea.

Y en honor a nuestro musicalizador del día de hoy:

Cerró sus Ojitos Cleto, 1950, Chava Flores, 1920-1987, (67) (bonus track)

Nombre verdadero: Salvador Flores Rivera.

Causa de muerte: paro cardíaco.

 

 

 

 

 

 

 

 

“…pero como ya díjolo su señora, murió, murió, murió….”

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