Esto es lo que pasa cuando dos nubes se encuentran.
John Lennon

Casi 20 días después de que Cynthia Lennon se encontró a Yoko Ono y a su esposo en su propia recámara y entendiera que su matrimonio había concluído, la nueva pareja inició una serie de eventos activistas en pro de la paz mundial con una sencilla ceremonia que se llevó a cabo en la Catedral de Coventry, en la ciudad del mismo nombre de Inglaterra.

El sábado 15 de junio de 1968, John y Yoko se dirigieron al jardín que se encuentra en el eje este-oeste de la catedral con la idea de contribuir con una pieza más a la exhibición de esculturas del Canónigo Stephen Verney que se mostraba en ese sitio.

La nueva pieza fue una banca jardinera circular en cuyo centro John y Yoko sembraron dos bellotas, cada una en un envase circular. Las bellotas simbolizaban el amor de la pareja y cada una apuntaba hacia el Este y el Oeste, respectivamente, en recuerdo de sus orígenes y, como lo diría Yoko después: “con la esperanza de que el Este y el Oeste del mundo se unieran por la paz mundial”.

La ceremonia concluyó con la invitación de John a que todos plantaran una bellota por la paz y con la colocación de una placa con el siguiente texto:

“Yoko” by John Lennon
“John” by Yoko Ono
Some time in May 1968

Poco les duró el gusto. Unos días después sucedió lo obvio, alguien se robó las bellotas y todavía tuvo el descaro de marcar el teléfono de la redacción del periódico Coventry Evening Telegraph para avisar que las tenía en su posesión.

El canónigo, por su parte, no sólo se negó a reemplazarlas sino que rechazó la sugerencia de John de repartir folletos a los visitantes de la exhibición en donde se explicara el propósito del pequeño monumento. Sin embargo, aceptó poner un clérigo que custodiara en todo momento la banca.

En indignada respuesta, el 28 de junio y sólo 13 días después de la ceremonia, John le escribió una carta al Canónigo Verney que iniciaba con una nota áltamente sarcástica en donde elogiaba la “muy cristiana” postura de Verney. Además, concluía con la siguiente frase: “¿No podríamos substituirlas (las bellotas) por algo que no valga la pena ser robado y que simplemente diga ‘Siéntate aquí y piensa en una iglesia que está creciendo para ser más grande’? Así, no necesitaremos preocuparnos por tener un clérigo y todos podríamos disfrutar de la idea”. Lo cierto es que a Verney nunca le hizo gracia el permitir que una pareja no unida por el sacramento del matrimonio plantara algo en la tierra santa que tenía bajo su custodia.

Aquí, un par de fotos de la ceremonia. Son de Keith Macmillan.

Diez meses después, en abril de 1969 y ya unidos por el sagrado vínculo del matrimonio, John y Yoko decidieron darle continuidad a su lucha por la paz basada en la idea de que una bellota se termina convirtiendo en un roble y que éste simboliza la paz.

En esta ocasión, quisieron enviar dos bellotas a cada presidente, primer ministro o líder de cada uno los países del mundo con un bello mensaje de paz. Sin embargo, no se preocuparon en hacer la parte administrativa. Esa función le tocó al personal de Apple Corps quienes tardaron semanas completas, primero en encontrar bellotas enterradas en los parques de Londres ya que no era temporada y después, en enviarlas a cada líder mundial debido a que la salida al mercado y promoción del sencillo Get Back era más prioritario para la compañía que el mensaje de paz de John.

El texto de la carta para cada líder era el siguiente:

Verano de 1969

Sr. Presidente,
Anexo en este paquete encontrará dos esculturas vivientes – bellotas – con la esperanza de que las plante en su jardín y que éstas crezcan y se conviertan en dos robles para la paz mundial.

Con amor,
John y Yoko Ono Lennon.

 

John: “Yoko y yo planeamos enviar paquetes con dos bellotas a cada líder de estado de cada país del mundo. Queremos que los planten por la paz”.

Yoko: “Si quieren, iremos a esos países y los plantaremos nosotros mismos”.

John: “La paz no puede esperar. Creo que este será el movimiento pro paz más positivo hasta el momento. Será mucho mejor que esas sonrisas falsas y el estrechar de manos que se ven en los periódicos”.

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