Hace unas semanas atrás, en este mes de abril del 2025, el grupo canadiense Arcade Fire no sólo anunció el próximo lanzamiento de su nuevo álbum, Pink Elephant, para la primera semana de mayo, sino que además dieron la sorpresa al presentar varias fechas de una serie de conciertos que ofrecerán en diversas ciudades, entre las cuales se encontraba la Ciudad de México que fue elegida para iniciar con este tour. Asimismo con el anunció llegó la premura de la fecha de los recitales en México que fueron programados tan sólo quince días después de que se pusieron a la venta los boletos (¡todo en el mes de abril!). Por supuesto que esto generó un desconcierto entre los fans del grupo que no podían dar crédito de lo que estaba pasando, pero todo se confirmó por el grupo en sus redes sociales, con las fotografías y videos de globos fuera del Teatro Metropolitan que daban por hecho las fechas del 22 y 23 de abril.
Con aproximadamente 21 años de carrera, Arcade Fire ha demostrado ser una de la agrupaciones que continúan solidas en este siglo plagado de nuevos géneros musicales anodinos, con un estilo de un rock ecléctico que se mantiene fresco en cada uno de los álbumes que han publicado, desde Funeral (2004) hasta WE (2022), en los cuales han experimentado con estilos clásicos dentro del género, adoptándolos y adaptándolos al suyo propio. El talento del matrimonio conformado por Win Butler y Régine Chassagne, unido una serie de músicos multi instrumentistas como la violinista Sarah Neufeld, el baterista Jeremy Gara, el guitarrista Tim Kingsbury y el tecladista Richard Reed Parry y otros más que han pasado por la banda (entre ellos Will Butler), le han dado una personalidad melódica al grupo que no solamente se demuestra en su discografía, también en sus presentaciones en vivo que son toda una catarsis de alegría que se vive en dos horas o más de concierto y esto se constató en las dos noches dentro del Teatro Metropolitan.
La primera incógnita que se presentó para los fans del grupo que asistimos a los recitales fue el cómo estructurarían un espectáculo con un disco que aún no sale al mercado, pero ellos decidieron arriesgarse y presentar todo un bloque con canciones nuevas. De igual manera se informó que Richard Parry estaría ausente de los conciertos debido a que su mujer dio a luz. Pero antes de hablar de lo sucedido en el show, debemos mencionar los detalles de las luces rosas que adornaron el vestíbulo del inmueble, que fueron preparando el ambiente festivo que viviríamos dentro. La música del PA fue variada y agradable que sirvió para aguantar la espera, mientras los aproximadamente tres mil asientos de las gradas se iban poco a poco ocupando. Un telón casi translucido dejaba ver algunos de los detalles del escenario con unas nubes que lo adornaban en la parte superior y un corazón de espejos colgaba arriba de este. Alrededor de los 9:15 de la noche las luces se apagaron e inició el concierto con la fuerte ovación del público.
Esta gira llamada Don´t Think About Pink Elephant, tuvo varios cambios en el repertorio en los dos días de conciertos, el primero de ellos, el del 22 de abril, tuvo un total de 20 canciones, mientras que el segundo, 23 abril, omitieron dos temas y quedó con sólo 18. Para los que logramos alcanzar un boleto para el segundo show nos tocó que abrieran con Pink Elephant, un muy buen corte que nos invita a buscar el disco en unas semanas o en su defecto escucharlo en las plataformas streaming. A esto le siguieron seis nuevos tracks: el sencillo Year Of The Snake, Circle Of Trust, Alien Nation, Ride Or Die, I Love Her Shadow y la rockera Stuck In My Head. Quizá en esta primera parte el público no se identificó del todo con las canciones, aún así fueron recibidas con entusiasmo. Cabe mencionar que mientras en esta noche fueron siete canciones nuevas las que se tocaron, la anterior, de acuerdo con varios reportes de prensa, se interpretaron diez (es decir el álbum completo y en el orden en el que aparecerán en el disco). Pero esto no hizo que el entusiasmo de los asistentes y del grupo disminuyera, al contrario el show nunca perdió fuerza y para la segunda parte del espectáculo el Metropolitan se convirtió en todo un polvorín de júbilo.
Una vez terminada la presentación de los temas nuevos que conforman el larga duración Pink Elephant, las cortinas se volvieron a cerrar y en menos de diez minutos los integrantes del grupo volvieron a regresar al escenario para hacernos brincar y bailar con Age Of Anxiety II (Rabbit Hole) de su obra WE. Para esta segunda noche las sorpresas apenas iniciaban. Siguieron dos temas del álbum Everything Now (2017) primeramente Put Your Money On Me y después Creature Comfort, para este momento los asistentes se mantenían de pie (no había tiempo para tomarse un descanso) coreando a todo pulmón las canciones. La alegría se elevó cuando se escuchó los primeros acordes de Rebellion (Lies) de su obra debut Funeral, Butler se acercó a la orilla del entarimado y nos invitó a cantar el coro de la canción, lo que lo hizo un momento especial e inolvidable.
El ambiente bullicioso fue en aumento al llegar la bella Intervention y Keep The Car Running del Neon Bible (2007). Después de esta canción el repertorio posterior fue igual al de la primera noche con The Suburbs, The Suburbs (Continued), Sprawl II (Mountains Beyond Mountains), Everything Now y el himno Wake Up. La comunión entre el grupo y el público se demostró en cada momento del concierto, con Butler y Chassagne paseando por los pasillos del teatro y los asistentes llenos de emoción al tenerlos cerca. Arcade Fire no dejan en ningún momento que el concierto decaiga y han salido una vez más triunfantes en una noche que ahora nos queda guardar en los recuerdos. Con esto llegamos al final de un concierto que nos devuelve la fe en la música, con un rock que está en buenas manos con Arcade Fire que mantiene su espíritu creativo en tiempos complicados. Sólo nos queda guardar la promesa hecha por Win Butler que regresarán pronto y verlos una vez más ya que sus conciertos nos dejan una alegría en el alma y una sonrisa en el rostro.
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