Recuerdo una noche en la que salí a caminar mientras trabajaba en las palabras. Esto fue por el tiempo en que los parquímetros iban a llegar. Antes de eso podíamos estacionarnos libremente así que la gente tenía sentimientos antagonistas en relación a esas personas. Me habían infraccionado mucho por estacionarme así que la diversión consistía en imaginar que una de ellas era fácil de tratar, “Ven a casa conmigo, querido”. De alguna manera las hizo figuras de diversión en lugar de figuras de terror y era una forma de recuperarme. No se basó en una persona real pero, como sucedía frecuentemente, fue reclamado por una chica llamada Rita que era una policía de tránsito que, aparentemente, me levantó una multa, así que eso llegó a los periódicos. Creo que fue más una cuestión de coincidencia: cualquiera llamada Rita que me haya infraccionado naturalmente pensaría, “¡Soy yo!”. No pensé “Wow, esa mujer me infraccionó; escribiré una canción de ella”. Nunca sucedió así.
Meta Davis fue la agente de la policía asignada a la zona de St. John’s Wood, en Londres, que extendió una multa de 10 chelines al Mini Cooper de Paul McCartney ya que este había excedido el tiempo de uno de los parquímetros de la calle Garden Street a principios de 1967.
De acuerdo a una entrevista realizada por Geoffrey Giuliano en su libro Blackbird: The Life and Times of Paul McCartney, la oficial Davis relató su encuentro con Paul de esta manera: “Vio mi nombre en mi placa, se rió y dijo: ‘Ese nombre resultaría en una buena estrofa. Podría usarla’. Platicamos durante varios minutos y después se fue. No recordé este incidente pero después salió la canción y aunque sabía que se trataba de mí, nunca compré el disco”.
Para esta extraordinaria y rítmica composición, Paul decidió usar el nombre que ese entonces se le daba en los Estados Unidos a las policías de tráfico: meter maid (algo así como “servidoras de parquímetros”) en lugar del nombre con el que las conocían en Inglaterra, “traffic warden” (guardián de tránsito), básicamente por razones de rima.
Se menciona también que en 1980 hubo otro encuentro entre Meta Davis y Paul. Este se dio en el consultorio del veterinario del perro de Meta quien, al estar esperando su turno para pasar con el doctor, se sorprendió al ver que Paul salía de la oficina de éste. Dado que Paul no reconoció su nombre cuando se acercó a presentarse, la oficial Davis prefirió no insistir ni dar más explicaciones de quién era y mantuvo para ella un saludo que, tal vez, hubiera sido histórico para los Beatlefans
del mundo.
La adorable Rita falleció el 4 de septiembre de 1985 y aunque nunca se molestó en comprar el disco con la canción que Paul compuso en su honor, para nosotros sí es inolvidable.
Las voces de Lovely Rita
John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr
Productor: George Martin (piano)
Grabado de febrero a marzo de 1967.
TU VOZ