Cuando hacemos una revisión musical a la década de los ochenta nos encontramos con varios grupos o solistas que surgieron en este periodo y aún siguen vigentes, agrupaciones y cantantes que se han vuelto clásicos en el rock, el glam metal, el pop y demás géneros. Sumado a esto también nos encontramos con la difusión que se dio a la música a través de los videoclips, gracias a la cadena de televisión norteamericana bautizada como MTV que programaba  videos de música (clásicos y novedades) las 24 horas del día, los siete días a la semana. Con esto toda una generación encumbró a muchos músicos, que si bien unos hicieron una buena carrera dentro del espectáculo, otros solamente lograron tener un one hit wonder (eso sí con una canción muy pegajosa y un video muy bien producido). En la actualidad nombres como U2, Guns and Roses, Madonna, Duran Duran o The Pixies aún causan sensación al editar un nuevo álbum o anunciar una gira ya que con el tiempo han ganado nuevos seguidores, pero dentro de estas celebridades nos encontramos con una agrupación que en algún momento se convirtió en todo un fenómeno en la música, siguen vigentes ofreciendo shows y ellos son a-ha.

Para hablar de los noruegos de a-ha debemos referirnos a una canción que se convirtió en todo un éxito mundial en el año de 1985, Take On Me. Un tema que no puede faltar en cualquier antología musical que se haga de los ochenta, además el video que se produjo para la canción es todo un clásico que en algunas series de televisión o películas le han hecho referencia u homenaje, incluso el grupo norteamericano Weezer le realizó una buena versión a esta canción dentro de su disco de covers, Teal Album (2019). Se podría pensar que a-ha son solamente un grupo de un solo hit, pero el trío, formado por el vocalista Morten Harket, el tecladista Magne Furuholmen y el guitarrista Pål Waaktaar-Savoy, han publicado diez álbumes en estudio (el más reciente del 2015, Cast In Steel), están de gira y parte de su vida, anécdotas y su sentir dentro de la música se puede observar en el documental a- ha: The movie (Thomas Robsahm, Aslaug Holm, 2021).

Como antecedente tenemos que el grupo se formó en la ciudad de Oslo, Noruega, en el año de 1982, Waaktaar-Savoy y Furuholmen desde  muy jóvenes habían mostrado su interés por la música con influencias de Jimi Hendrix, The Beatles y Queen.  Ellos pertenecieron a varias bandas, entre ellas una llamada Bridges con quienes publicaron un disco, pero sus intereses artísticos los llevaron a experimentar con instrumentos como el sintetizador y cajas de ritmos, luego de un viaje a Inglaterra y presenciar un show de Soft Cell. A su regreso a Noruega conocieron a Morten Harket quien se convirtió en su cantante. Después de buscar una oportunidad en varias disqueras, firmaron para Warner Brothers en 1983. De la mano de varios productores, en el año de 1984 publican la canción Take On Me en Noruega pero resultó un fracaso, pero luego de volverse a trabajar el tema, con otro productor, cambió en su arreglo y ocurrió lo inesperado, se filma un video, dirigido por Steve Barron, que usaba una técnica de animación que era novedosa para ese momento,  aquí podemos afirmar que el video fue quien ayudó a que el trío alcanzara fama mundial, gracias a su transmisión en MTV y televisoras de todo el mundo.

A-ha consiguió varios premios MTV, su canción llegó al número uno en el listado Billboard Hot 100 en los Estados Unidos, mientras que en Reino Unido alcanzó  la segunda posición. Por su parte su álbum debut, Hunting High and Low se colocó en el décimo quinto casillero en las listas de popularidad de la Unión Americana. El grupo ofreció una gira mundial la cual fue exitosa, posteriormente las siguientes obras, pese a tener excelentes canciones, no volvieron a tener el éxito comercial de su primer disco, sobre todo en Estados Unidos. El trío tiempo después se separa, prueban carreras solistas, regresan y publican nuevo material discográfico.

El documental a-ha: The Movie explora más allá de la simple biografía narrada en orden cronológico, el director Robsahm (quien también escribió el guión) y su colega, la cineasta y editora Aslaug Holm. realizan una obra intimista que nos presenta a un grupo que fue sorprendido por la fama instantánea y la manera en la cual tuvieron que lidiar con ello. La película inicia con el seguimiento de uno de sus conciertos recientes (se dice que el cineasta comenzó a documentar la gira desde que inició en 2016) y nos reiteran que el trío se volvió famoso con la canción Take On Me y que su álbum Hunting High and Low fue un fenómeno de ventas, además afirman que fue uno de los primeros grupo salidos de Noruega que alcanzó el éxito mundial. El filme tiene un montaje, realizado por Hilde Bjørnstad, que en parte mezcla la misma técnica de animación usada en el videoclip Take On Me, para ilustrar algunos momentos de la infancia y juventud de los protagonistas, con imágenes de archivo y videos personales otorgados por los mismos integrantes de a-ha. En las entrevistas (a cuadro o fuera de este), con cada uno de los miembros del grupo, nos hablan de su infancia  e influencias musicales, sus inquietudes o decepciones como artistas, que además se complementan con los testimonios de amigos, novias, esposas, representantes y productores a los cuales sólo los escuchamos en voz en off.

La película se prestaba para ser una historia de triunfo de tres muchachos salidos de un país europeo, sin mucha tradición en el rock pop  que alcanzaron la fama con su talento y esfuerzo, pero el documental comienza a volverse agridulce cuando, en propia voz de los protagonistas, nos enteramos que no llevan una buena relación entre ellos, incluso los vemos a cada uno tomar caminos diferentes al término de sus shows, no dirigirse la mirada en el elevador, el haberse sentido agobiados con la fama obtenida en donde  Magne Furuholmen y Pål Waaktaar-Savoy agradecen que sea Morten Harket la imagen pública y a quien más busquen los medios de comunicación para entrevistar  y sobre todo fingir llevarse bien frente a un grupo de fans en un meet and greet en una arena en Berlín.

Pero aunque no exista un vínculo personal, lo que podemos apreciar, en cada declaración que ofrecen,  es el amor por la música. Cada integrante es un artista, que expresa que no tienen interés en las ganancias financieras o la fama personal, lo que realmente buscan es que su arte trascienda y tener reconocimiento cuando todo haya acabado para el grupo. Existen momentos tensos y contradictorios en ciertos pasajes de la historia en donde ellos relatan su propia versión de los hechos que observamos en el filme; Harket, quien tiene muy pocos créditos como compositor, afirma que en algún momento dio ideas para ciertas canciones, pero no se le tomó en cuenta. Dentro de su carrera existen situaciones que no les gustó como aquella en la grabación del tema para la película del agente 007, The Living Daylights (John Glen, 1987), en donde Furuholmen y Waaktaar-Savoy tuvieron problemas con el productor John Barry que les quería imponer un estilo diferente, situación que les molestó y decidieron no hacerle caso, aunque para este momento su fama comenzaba a esfumarse.

El cineasta Thomas Robsahm les pregunta a cada uno de forma individual si tienen planes de grabar un nuevo álbum, uno dice que si, otro quizá y uno más da una respuesta negativa y afirma que no sabe si el grupo seguirá junto. A-ha: The Movie nos muestra a un grupo que pese a no tener una buena relación personal, la música se vuelve mágica al momento de pisar un escenario, al estar en un estudio de grabación o en un ensayo. Sin duda este es un documental honesto, con uno de los grupos con casi 40 años en el medio musical que se enorgullecen de ser una de las bandas que aún llenan las arenas en donde se presentan y tener uno de los mejores espectáculos en la actualidad.

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