Algunas de las películas biopic (aquellas basadas en la vida de un personaje de importancia histórica tanto en lo social, político y cultural) son atractivas estéticamente hablando e incluso llegan a ser relevantes tanto con la crítica especializada como con el público que llena las salas de cine para verlas. Claro que en muchas ocasiones los creadores se toman varias libertades para alterar la historia de dichas celebridades y darle un fin meramente dramático en pantalla. En cuanto a biopics que tiene que ver con la música tenemos ejemplos de cintas como Amadeus (Milos Forman, 1984), La Bamba (Luis Valdez, 1984), Ray (Taylor Hackford, 2004), Straight Outta Compton (F.Gary Gray, 2015) y qué decir de Bohemian Rhapsody (Bryan Singer 2018) que se convirtieron en obras las cuales fueron ( y son) aclamadas en su momento.

En el caso de The Beatles nos encontramos con películas fundamentadas en su historia como The Birth Of The Beatles (1979), John and Yoko: A Love Story (1985), Two Of Us (2000) la cual sólo especula un hecho como lo es un encuentro entre Lennon y McCartney en 1976, The Linda McCartney Story (2000), Nowhere Boy (2009) y Lennon Naked (2010), entre otras. Documentales como Imagine (Andrew Solt, 1988), The U.S vs. John Lennon (David Leaf, 2006), George Harrison: Living In The Material World (2011) o Eight Days a Week (Ron Howard, 2016)  Aunque también tenemos filmes que toman como pretexto un acontecimiento importante y en torno a este nos narran una historia como la agradable I Wanna Hold Your Hand (1979) de Robert Zemeckis o la entrañable película española Vivir Es Fácil Con Los Ojos Cerrados (2013) de David Trueba. También existen cintas que toman como excusa la música del cuarteto y realizan productos fílmicos como All This and War World II (Susie Winslow, 1976), Iam Sam (Jessie Nelson, 2001)  o Across The Universe (Julie Taymor, 2007).

Para el año de 1994 el cineasta británico Iain Softley eligió para su opera prima un tema beatle. Backbeat nos narra la historia de amor, interrumpido por la tragedia, entre Stuart Sutcliffe (Stephen Dorff) y la fotógrafa alemana Astrid Kirchherr (Sheryl Lee) y por supuesto la amistad que llevó el aspirante a pintor con John Lennon (Ian Hart, quien había interpretado al beatle en 1992 en el mediometraje The Hours and Time del director Cristopher Munch) durante principios de la década de los sesenta cuando el grupo se embarcó en su aventura en Hamburgo. La película abre con el par de amigos en un pub en donde se pelean y reciben unos buenos golpes. Seguido podemos ver a Sutcliffe que gana un concurso de pintura y a John convenciéndolo de comprar un bajo y unirse a la banda e irse a Alemania en donde conocerá al amor de su corta vida. Al director sólo le interesa contar esta parte de la historia a través de los personajes de Stu, Astrid y Lennon es por tal motivo que los otros Beatles, Paul McCartney (Gary Bakewell quien interpretaría una vez más al músico en la película para televisión basada en la historia de Linda McCartney), George Harrison (Chris O´Neill) y Pete Best (Scott Williams) pasan a segundo plano aunque no dejan de ser relevantes para la trama.

Tal parece que Softley decide que la relación de amistad entre Lennon y Sutcliffe esté en conflicto ante la llegada de Kirchherr y su gran influencia en el malogrado bajista del grupo, de cierta manera se establece un triangulo amoroso que nos muestra a un Lennon en pugna por estar perdiendo a su amigo y a la vez el sentirse atraído por la inteligencia y carisma de la mujer alemana. Hay momentos destacados como ese en el que Sutcliffe llega con el famoso corte de cabello Mop Top, el cual después también asumiría George Harrison y luego los demás. También aquella salida en parejas a la playa, Lennon-Cynthia, Astrid-Stuart, en donde John se muestra celoso ante la fotógrafa (situación que históricamente no sucedió o al menos no está registrada) o esa pelea a golpes entre Paul y John cuando el joven McCartney le insinúa una posible fijación homosexual hacia el pintor (que tampoco estamos muy seguros que haya pasado en realidad). Finalmente en esa primera secuencia de la golpiza en el pub podemos ver que Stuart recibe un fuerte golpe en la cabeza que nos da a entender, de cierta manera, el porqué de su muerte, aquí el cineasta se toma esta licencia de proponer su propia teoría para darle un explicación al problema de salud de Sutcliffe.

Sin duda Backbeat no respeta a rajatabla la historia beatle, pero el guión, del mismo director en colaboración con Michael Thomas y Stephen Ward, crea una película entrañable con personajes sobrios que carecen de una conciencia histórica y eso los humaniza. El momento trágico también está muy bien logrado en la película, nos demuestra la importancia que tuvo Stu en la vida de John  y la relevancia de Astrid en aquellos momentos tanto para ellos como para el grupo que se convertiría en un fenómeno musical a nivel mundial. Para la película Softley se asesoró con la misma Kirchherr para obtener algunos detalles históricos que utilizó para su obra, de igual manera la artista alemana le dio algunos consejos a la actriz Sheryl Lee para interpretarla de una manera adecuada. Curiosamente tenemos la aparición de la ex secretaria de The Beatles, Frieda Kelly (sic), en el papel de la mamá de George Harrison en una escena en los muelles de Liverpool.

Para recrear la música, parte importante del filme, se convocó a figuras de la escena del rock, de ese momento, para formar un grupo que tocara las canciones a las cuales The Beatles les hicieron covers (Money That´s What I Want, Please Mr. Postman, Long Tall Sally, Rock and Roll Music, Bad Boy). Los integrantes de esta super banda fueron Greg Dulli del grupo Afghan Whigs que hizo la voz cantada de Lennon, Dave Pirner vocalista de Soul Asylum fue quien interpretó los temas de McCartney, en las guitarras estuvieron Thurston Moore de Sonic Youth y Don Fleming de Gumball, en el bajo Mike Mills de R.E.M (quien también cantó la canción Roadrunner) y en la batería Dave Grohl en ese momento de Nirvana y ahora líder de Foo Fighters, en la producción estuvo Don Was. El sonido que se obtuvo con estos músicos fue crudo como banda del género Grunge que imperaba en esos momentos. Según Don Was se buscó que este fuera así porque “en ese momento The Beatles no tenían un estilo definido y la fuerza de su música los hizo destacar”.

Backbeat cumple 25 años, una película que ha resistido el paso del tiempo y que ahora en su versión restaurada podrá disfrutarse y ser re valorarada como uno de los biopics, basado en una parte de la historia de The Beatles,importantes dentro del séptimo arte.

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