Hace 28 años que Rod Stewart ofreció sus primeros conciertos en nuestro país. Para el mes de abril de 1989 el cantante visitó México con la gira Out of Order la cual llegó a tres ciudades. El primer recital fue el 7 de ese mes en Monterrey, en el Estadio Universitario de Nuevo León, después le tocó el turno a Querétaro, en el Estadio La Corregidora, los días 9 y 10. Finalmente Guadalajara, el 12 de abril en el Estadio Jalisco. Para los que tuvimos la oportunidad de asistir a sus conciertos de Querétaro fue toda una odisea, desde el momento en adquirir los boletos los cuales increíblemente se agotaron en un santiamén para aparecer de inmediato mágicamente con los revendedores, hasta la mala organización afuera y dentro del inmueble por parte de promotores, autoridades y por supuesto de nosotros como público. Después de soportar empujones, el calor abrumador y los gases lacrimógenos con el famoso portazo por fin pudimos disfrutar de uno de los conciertos que a muchos nos marcó en nuestra vida.

Rod Stewart ha regresado varias veces a territorio mexicano, después de ese 1989, para deleitarnos con su música. Ahora lo pudimos ver, este domingo 26 de marzo, en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México con su tour simplemente llamado Hits. Hemos tenido una oportunidad más de disfrutar de un gran show, en esta ocasión pletórico de nostalgia pero también de sorpresas por parte del ex Faces. Rod Stewart ya no posee la misma voz de hace 28 años, los tonos de las melodías se han acoplado para que el cantante no desgaste más sus cuerdas vocales. Pero musicalmente hablando el espectáculo del mod sigue siendo uno de los mejores en la actualidad.

Después de la introducción con el tema Soul Finger, el cantante inglés entró al escenario del Domo de Cobre, ataviado de negro con un saco plateado, para comenzar la velada con las primeras canciones cien por ciento de carácter soul: Having a Party, original de Sam Cooke, que viene en su disco Unplugged and Seated, This Old Heart Of Mine y Some Guys Have All The Luck, que nos demuestra que Rod Stewart es un gran intérprete de este género musical al cual respeta con sus magnificas versiones. El espectáculo es ciertamente de éxitos, aunque muchos de ellos son covers ( Downtown Train de Tom Waits, River Deep Mountain High de Ike & Tina Turner, Have I Told You Lately de Van Morrison) el artista los ha hecho suyos, les ha dado su estilo con ese toque especial que sólo él tiene.

Técnicamente hablando el concierto es impecable, las pantallas nos transportan a distintas etapas del músico, ahí podemos apreciar su pasión por el futbol o ese momento en que la Reina hace los honores para darle el título de Caballero a Rod Stewart y demás detalles que lo han hecho una de las estrellas de la música de fama mundial. Los juegos de luces complementan todas y cada una de las canciones que interpreta. En alguna parte de la noche nos ofrece un montaje íntimo en donde colocan unas sillas para que el artista y algunos integrantes de su grupo se sienten para ejecutar las baladas que muchos hemos utilizado para dedicarlas a alguien especial en nuestras vidas.

Y aunque varias de las viejas canciones han perdido esa fuerza que las caracterizaba, Rod Stewart se ha convertido en todo un crooner que sabe qué es lo que su público desea escuchar, no importa si Baby Jane o Da Ya Think I’m Sexy ya no se escuchen como antaño. Acompañado de su banda, la cual está integrada por varias féminas talentosas y guapas, por supuesto, el interprete nos ofrece temas clásicos como Sailing, I Don´t Want to Talk About It, The First Cut is The Deepest, You are in My Heart y Forever Young, con todo y un solo de percusiones, que nos remiten a muchos a esa primera vez que lo vimos en Querétaro. Stewart hace el recorrido por la nostalgia a lo largo de la noche, pero también incluye temas nuevos como Can´t Stop Me Now del disco Time (2013) y Love Is de su álbum Another Country (2015).

Si ya el concierto en si era especial, el artista lo hace aún más, cuando recuerda su etapa con la agrupación setentera Faces al tocar los clásicos Oh La La (tema originalmente cantado y escrito, junto a Ronnie Lane, por su ex compañero de banda Ron Wood) y ya casi en la parte final, esa que nos lleva al encore, la infaltable Stay With Me. Pueden pasar los años, Stewart ahora posee una voz suave (en algunos momentos opacada por las coristas), pero indudablemente escuchar en vivo un himno como Maggie May es una experiencia que nadie de los que asistimos a un concierto de Rod Stewart puede pasar por alto. La piel se eriza, las lágrimas brotan y nos regresa por un momento en el tiempo a aquella vez en que la oímos por primera vez y nos conmovimos con su letra y melodía.

Rod Stewart, con sus 72 años, sigue siendo un icono de la música, nadie puede negar que el concierto sea toda una experiencia que va más allá de la nostalgia, sus canciones nos nutren el alma y ya con globos de colores en mano, le damos la despedida al cantante a ritmo de Enjoy Yourself (aunque no lo vimos en el escenario para esta parte final). El artista ha brindado un gran espectáculo, los rostros de los asistentes muestran esa alegría contagiada por las melodías del cantante británico, no importa si faltaron más éxitos. Y ya en los pasillos del Palacio de los Deportes nos preguntamos si a estas alturas Rod Stewart aún es sexy, la respuesta obviamente es y siempre será afirmativa.

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